Poema de mi madre/©Derechos Reservados Héctor A. García Meléndez/Proyecto Salón Hogar

 

Calla y Espera

A mi hijo Héctor Armando

 

 

Días de quietud, días de espera en que tu barca anclada esta junto a la arena, y el Señor te dice: no es tiempo de zarpar calla y espera.

 

Detente frente al mar, sopla la brisa, camina por la orilla no tengas prisa. Es tiempo de contemplar los arreboles, ve busca y hazte un collar de caracoles.

 

¡Mira aquella gaviota! no puede alzar el vuelo sus alas están rotas, ella mira volar sus compañeras y hoy al igual que tu, ella calla y espera.

 

Hay tiempos en la vida que todo parece detenerse de repente y es ahí que el Señor te dice ¡DETENTE! sin embargo El se pierde en la tormenta y aunque ruja la brisa no se detiene, El Señor esta despierto, El nunca duerme.

 

Yo siento en este instante de tu vida que sus potentes alas te cobijan, y ya no siento miedo por lo que pueda ocurrirte a ti, ni nada me atormenta, aunque con furia te arrecie la tormenta.

 

Calla y espera hijo, medita en mi palabra; como un ave herida te encontré yo aquel día. Aún tienes unos ojos y una maravillosa y brillante mente que piensa y hace. Espera tranquilo el arco iris y cuando El te diga "zarpa", hijo mio ya no iras solo, pues, El Sera Tu Guía.

 

Por: Emmy Meléndez Rosado