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La historia de India es la historia de un país continuamente invadido, que ha ido adoptando y asimilando tradiciones muy diversas para dar lugar a una riquísima cultura caracterizada por el sincretismo y la tolerancia.

Los orígenes de la Civilización India

Los orígenes de la Civilización India se remontan al 3000 a.C, en que se desarrolló, en torno al río Indo, una brillante civilización que recibe el nombre de Civilización de Harappa. Esta cultura neolítica, comparable a la de Mesopotamia, puede considerarse el origen de algunos de los rasgos propios de la India histórica, y es el punto de partida de los cultos dedicados a la diosa madre y de los rituales sexuales y de fertilidad, que darían lugar al shaktismo y al tantra. Igualmente, en las distintas ciudades de la Civilización de Harappa, entre las que destacan la propia Harappa y Mohenjodaro, se han encontrado numerosos objetos artísticos que pueden considerarse antecesores de la plástica posterior.


El verdadero origen de la cultura india propiamente dicha, se fragua, sin embargo, con la fusión de la tradición local neolítica, claramente agraria y matriarcal, con el elemento ganadero y masculino importado por las invasiones arias (indoeuropeas) que se produjeron entre el 1500 y el 1200 a.C. A partir de estas invasiones se desarrolla un período extraordinariamente importante, aunque mal conocido, de la historia de India que suele dividirse en dos grandes momentos: el Período Védico y el Período Brahmánico, en los que se escribieron las grandes obras religiosas y las epopeyas indias; entre ellas, los Vedas, el Mahabharata y el Ramayana; también en estos períodos se configuró el sistema social de las castas y se desarrollaron dos grandes religiones, que surgieron como reacción al brahmanismo: el budismo y el jainismo. Durante este período de formación, India entró en contacto con los persas y con los griegos de Alejandro Magno, que fundaron varias ciudades junto al Indo, en la región de Gandhara.

La Civilización del Indo

Los orígenes de la civilización india se remontan a la misma prehistoria. Ruinas de Mohenjo DaroLa primera actividad humana de la región ha sido detectada en la Edad de Piedra, destacando los utensilios primitivos en las regiones de Gurajat, Rajasthan y Bihar, en Pakistán y en el extremo sur de la India.
En el año 3000 a.C., pueblos drávidos de piel obscura y origen desconocido, sometieron a naciones negroides de origen camita que habitaban el noroeste de la India desde tiempos remotos. Aquellos pobladores desarrollaron una cultura avanzada, labrando la tierra, fundiendo el bronce y elaborando objetos de alfarería.

Esos antiguos drávidos comenzaron a nucleares en comunidades cada vez más evolucionadas practicando el intercambio de mercaderías a través del truque y el comercio a mayor escala con otros pueblos del Asia central, por medio de caravanas.Ciudad de Lothal
En el año 1922 de nuestra era, trabajadores que tendían la línea férrea en el noroeste, entre la India y Pakistán, dieron con las milenarias ruinas de dos grandes ciudades cuyos vestigios databan del 2700 a.C. y que, según estudios arqueológicos, tuvieron su era de esplendor en el 2500 a.C. Acababan de descubrir los vestigios de la milenaria civilización del Valle del Indo, cuyas principales poblaciones fueron Mohenjo-Daro, sobre la orilla izquierda del Indo inferior; Harappa, unas millas más al norte y Lothal.

Se trataba de ciudades perfectamente bien diagramadas, sobre una superficie de un kilómetro cuadrado, provistas de viviendas y tiendas de ladrillo cómodas y espaciosas, algunas de ellas de dos y hasta tres pisos, sólidamente construidas a lo largo de calles anchas y callejas angostas dispuestas en ángulo recto, por las que circulaban cómodamente carros tirados por bueyes, caballos y transeúntes. Destacaban en ellas sus templos y palacios finamente ornamentados y una eficiente red de canales y alcantarillas que garantizaban el aporte de agua potable y la expulsión de aguas servidas. Rodeaban a las ciudades un importante muro sobre los cuales había edificadas torreones y habitaciones destinadas a la defensa y la vigilancia. Una cosa que llamó poderosamente la atención de los arqueólogos fueron los pozos y cuartos de baños en las casas particulares y la abundante cantidad de vasijas y utensilios encontrados de alta calidad en las excavaciones, algunos de piedra, otros de bronce y otros de cobre.

En Mohenjo-Daro y en Harappa se excavaron varias ciudades superpuestas con la característica peculiar de que las capas inferiores evidencian un arte mucho más desarrollado que las superiores.Ruinas de Harappa

Además de las mencionadas, se descubrieron posteriormente otros centros urbanos de igual importancia tales como Amri, Merghar, Dholavira, Rakhingarhi y Kalibangan.

Los habitantes del Indo practicaron una agricultura elevada, con instrumentos de labranza y animales de tiro, destacando entre sus principales cultivos el algodón, el trigo, los guisantes y la cebada. Desarrollaron la escritura, fabricaron importantes objetos de cerámica y emplearon el torno además de trabajar los metales con mucha habilidad. Emplearon animales de carga y transportaron sus mercancías en carros y embarcaciones que les permitieron alcanzar pueblos lejanos.

El área de influencia de la Civilización del Indo fue amplia, extendiéndose desde aquella importante vía acuática hasta el Ganges y desde Afganistán hasta el actual estado de Gujarat. Estos antiguos hindúes desarrollaron técnicas sorprendentes, especialmente un avanzado sistema de medición.

Parece ser que Mohenjo-Daro fue el centro más importante de aquella cultura, con gran influencia sobre las demás ciudades y que en su momento de esplendor, el país entero alcanzó los 5.000.000 de habitantes.

Los antiguos indios adoraban a dioses antropomorfos con formas masculinas y femeninas, desarrollando ritos y ceremonias no muy complejos. Se han descubierto estatuillas en diferentes puntos del país, entre ellos el busto de un hombre hecho en esteatita y una llamativa bailarina de bronce, lo mismo imágenes de la Diosa Madre hechas en terracota.

La Invasión de los Arios

Antes del año 3000 a.C. los arios, pueblos nómades y guerreros del Asia central, pastaban sus rebaños en la meseta de Pamir. A partir de esa fecha comenzaron a emigrar lentamente hacia la meseta de Irán, para asentarse en lo que tiempo después fue Media y Persia, donde tomaron contacto con la Civilización del Indo.

Excelentes jinetes y guerreros, los arios desarrollaron un arma poderosa que los prácticamente invencibles: el carro de combate.

Los arios hablaban una lengua denominada Sánscrito, eran robustos, de estatura media, abundante cabellera y barba y tez blanca, tirando a cetrina. En sus tierras de origen practicaron una agricultura más bien elemental, lo mismo la ganadería, que con la guerra parece haber sido su actividad más importante. Combatían arrojando lanzas, blandiendo hachas y utilizando con habilidad el arco y la flecha.Guerrero Ario


Alrededor del año 1800 a.C. tribus arias que ya habitaban la meseta de Irán, atravesaron el Indu-Kush y cayeron sobre la Civilización del Indo, arrasando todo el valle, aniquilando a sus habitantes y destruyendo sus ciudades. En poco tiempo, aquella elevada civilización desapareció y los drávidas, sus moradores, superiores en número pero no en destreza militar, desaparecieron o fueron esclavizados al no poder contener el arrollador avance de los invasores.

Mientras los arios destruían los grandes centros civilizados (Mohenjo-Daro, Harappa, Lothal), los primitivos hindúes buscaron refugio en las desérticas mesetas de Dekán, pero sobre ellos cayeron los conquistadores, una vez más, esclavizándolos y denigrándolos a lo más bajo.

La irrupción de los arios (establecidos principalmente en el Valle del Indo y posteriormente en el Punjab), puso fin al importante desarrollo económico de la región, convirtiendo al país en una tierra sin contactos con el exterior mientras que por el centro y el sur del subcontinente, por el contrario, comenzaron a incrementarla, lejos del contacto con los invasores.

Los invasores establecieron en la India un nuevo modo de vida. En un principio se dedicaron a la guerra y el saqueo, pasando luego al pastoreo, la labranza y una rudimentaria industria. En las ciudades desarrollaron varios oficios artesanales y 500 a164sd antes de Cristo, organizaron poderosos gremios como el de los metalúrgicos, carpinteros, picapedreros, marfileros, curtidores, alfareros, tintoreros, pintores, decoradores, cazadores, pescadores y muchos más.

Practicaron un rudimentario comercio en base al trueque utilizando cabezas de ganado bovino como moneda y acuñaron toscas monedas de cobre.

El estado indoario estuvo regido por un rey y un consejo de guerreros y cada tribu estuvo gobernada por un rajá, cuyo poder estuvo limitado por el consejo tribal.

Imperio Maurya

En el siglo VI a.C Darío, rey de Persia, conquistó el Valle del Indo y lo incorporó a su imperio como una satrapía (suerte de provincia o gobernación) y en el 327 a.C. lo invadió Alejandro Magno, quien combatió al año siguiente contra el rey Poro del Punjab, a quien derrotó a orillas del río Hidaspes. Tan bravo fue el hindú en el combate y tan caballero tras la derrota, que Alejandro lo hizo su aliado antes de seguir viaje hacia el Ganges. Pero sus tropas estaban extenuados después de ocho años de conquistas y exigieron regresar. Siguiendo el curso del Hifasis, los griegos descendieron hasta Patala, siempre combatiendo y desde ese punto emprendieron el regreso.

Con la muerte de Alejandro en Babilonia (323 a.C.) su gigantesco imperio se fragmentó en numerosos reinos, siendo los principales Grecia, Siria (imperio seléucida), Egipto y Tracia con el Asia Menor. En la India, el rey Mahapadma Nanda, reestableció el reino de Magadha y gobernó hasta el año 320 a.C. cuando fue destronado por Chandragupta Maurya (313-289 a.C.), joven chatria, miembro de una familia noble y cabeza de una nueva dinastía.Emperador Chandragupta


Chandragupta fundó el primer imperio unificado de la India. En el años 305 a.C. entró en guerra con los griegos cuando el imperio seléucida intentó recuperar las viejas conquistas de Alejandro en el país del Indo y le Ganges.


Chandragupta enfrentó a Seleuco I y lo derrotó, obligándole a firmar la paz y a entregarle una de sus hijas como esposa. Por esa unión recibió los territorios de Aracosia y Gandhara más 500 elefantes de guerra, con los que volvería a derrotar a los griegos en la batalla de Ipso (301 a.C.).


Hubo paz y buenas relaciones diplomáticas entre los el imperio indio y los griegos hasta tal punto, que el célebre historiador Megástenes pasó a residir en la corte de Magadha, donde se lo trató como a un igual.


Chandragupta Con la asistencia de su primer ministro Kautalya, Chandragupta echó las bases de un estado unitario, fuertemente centralista y burocrático. Por entonces había establecido su capital en Pataliputra, ciudad fortificada, rodeada de una magnífica muralla de madera en la que destacaban 64 puertas y 570 torres, en la actualidad Patna.
Al morir Chandragupta, el imperio indio abarcaba el Valle del Indo, el Punjab, las riberas del Ganges, Beluchistán y Afganistán. Su hijo y sucesor, Bindusara, que extendió las fronteras por el sur hasta Karnataka, dominando un estado que abarcaba, a excepción del extremo; la región de Kalinga, al este y la isla de Ceilán, toda la India.


Aconsejado por su primer ministro brahmán, el filósofo Chanakya mantuvo relaciones con el mundo helénico y llevó adelante un gobierno prudente que, sin embargo, no pudo evitar las dos rebeliones de la ciudad de Taxila (hoy importante sitio arqueológico en Pakistán), la primera a causa de la mala administración de Suseema, hijo mayor del emperador y la segunda, recién aplacada por su sucesor.

Imperio de Asoka
Emperador Asoka

Bindusara murió en el año 272 a.C. (según algunos documentos fue en el 268 a.C.), y fue sucedido por su hijo Asoka el Grande (268-232 a.C.), que abrazó el budismo y extendió los límites del imperio anexando todo Afganistán, y Nepal, Gujarat y Maharashtra por el oeste, Karnataka y Andhra Pradesh por el sur, Bengala en el noroeste y Kalinga (hoy Orissa) en el este, conformando, de ese modo uno de los estados más poderosos del antiguo extremo oriente.

Basado en los ideales de Buda, la política de Asoka se caracterizó por los ideales de no violencia, tolerancia religiosa, y respeto por los padres, maestros y mayores. Envió misioneros budistas a Cachemira, Sri-Lanka y Persia y convocó en Pataliputra, la capital del imperio, el tercer concilio budista. Sin embargo, los tiempos de este soberano son célebres por los edictos grabados sobre piedra y pilares denominados lat, escritos en todos los idiomas y dialectos del país (incluso griego y arameo). Esos pilares constituyen una de las principales fuentes de información sobre el reinado de Asoka y el pasado remoto de la India.

Durante este reinado se construyeron 84.000 stupas, templos y monumentos funerarios circulares rematados por una bóveda, se abrieron caminos y se edificaron hospitales. Sin embargo, la principal de sus obras arquitectónicas fue el gran palacio de estilo persa de Pataliputra, cuyo capitel es el actual escudo de la India (Presenta en relieve las figuras de toros, elefantes, caballos y leones, en el centro la rueda del budismo y sobre ella, tres magníficos leones).

El imperio fue dividido en cinco virreinatos de los cuales el principal, cuya capital era Pataliputra, estaba gobernado directamente por el emperador y los otros cuatro restantes por miembros de la dinastía real, llamados kumara, a quienes aquel nombraba directamente. Las capitales de aquellos virreinatos fueron Taxila (actual Pakistán), Tasali (en Kalinga), Ujjayini (en el actual Madhya Pradesh) y Suvarnagari (hoy Andrhra Pradesh) y cada uno de ellos se dividió a su vez en distritos, gobernados por funcionarios mahamatras, que tenían su propio cuerpo de funcionarios administrativos.

Decadencia del Imperio Maurya

Los beneficios otorgados al budismo en detrimento del hinduismo generaron malestar en la sociedad india, llevando a la decadencia del imperio, sobre el final del reinado de Asoka. Su hijo y sucesor, Kunala demostró debilidad por lo que Dasaratha y Samprati, nietos de Asoka, le disputaron el poder.

Kunala gobernó poco porque Sampatri lo destronó, convirtiéndose en el nuevo emperador y aprovechando los enfrentamientos producidos durante la sucesión, los territorios del sur se independizaron. Tras su reinado asumió Saliska, a quienes siguieron soberanos poco trascendentes como Devadharama, Satamdhanu y Brihadratha, que fue derrocado y asesinado hacia el 184 a.C. por el usurpador Pusyamitra, fundador de la dinastía Sunga

Cronología India

Instaurada la dinastía Sunga, se produce una violenta persecución contra el budismo con el consecuente resurgir del brahamanismo (184.172 a.C.). En el año 141 a.C. los sakas, pueblo bárbaro del Asia central, presionados por los yuezhi, cruzaron el Hindu-Kush y se apoderaron del Punjab y otras regiones en Afganistán y Ghandara.

En el 27 a.C. los Andhra, una dinastía local también llamada Satavahana, intentó en vano expulsar a los invasores, hecho que recién logrará el budista reino kushano, cuyo apogeo se extendió entre los años 78 a 144 d.C.

A este le siguió la dinastía Payaba en el sur y a esta un nuevo período de esplendor con la formación de un nuevo imperio indio.

Imperio Gupta
Las continuas invasiones acabaron por debilitar en extremo a la India. El hecho fue factor decisivo para que una parte importante de la población se rebelase y escogiese un líder para encabezar la reacción.

Alrededor del 230 d.C. Hahraja Gupta fundó una dinastía feudal que al cabo de los años habría de representar el sentimiento nacional. Su nieto, Chandragupta (de igual nombre que el fundador de la dinastía Maurya), contrajo matrimonio con la princesa Kumaradevi, hija y heredera del rey de Lichchavis, con la que inició la expansión de sus dominios, avanzando luego sobre Bihar, las tierras de Bengala y las llanuras del Ganges. Su sucesor, Samudra Gupta (328-376), consolidó el imperio en el norte y derrotó a nueve reyes meridionales, anexando sus dominios por el sur. Después de su muerte, el estado gupta inició un periodo de decadencia que finalizó con la llegada al trono de Chandra Gupta II (376-415), llamado Vikramaditya (Sol de la fuerza y del valor).

Sus campañas guerreras, su política exterior llevaron a su imperio a extenderse hasta Himalaya por el noreste; el río Indo por el noroeste, y los montes Vindhya por el sur. Su hijo, Kumasa Gupta I, mantuvo el esplendor del imperio, asistido en sus funciones por su esposa Dhruvadevi (415-455). Sin embargo, al final de su reinado los hunos comenzaron a presionar sobre sus fronteras, hecho que representó una seria amenaza contra la que debió luchar su sucesor, Skanda Gupta (455-476).Chandra Gupta II
En este período, los hunos invadieron el noroeste, situación que permitió a algunos gobernadores del Ganges a declararse independientes.

Tras la muerte de Skanda Gupta asumió Budha Gupta, cuyo reinado fue mediocre. A su muerte, ocurrida alrededor del año 500, el imperio gupta se dividió en dos partes, oriente y occidente, pero la nueva situación duró muy poco porque los hunos invadieron ambos estados, poniendo fin a su hegemonía.

Decadencia del Imperio Gupta

En el año 484 d.C. los hunos heftalitas derrotaron al ejército sasánida en Persia, hecho que les permitió entrar en norte de la India, casi sin oposición. Medio siglo después (536 d.C.) el rey Malwa Yasodharam derrotó a los invasores, casi al mismo tiempo que los sasánidas, aliados a los turcos conseguían también vencerlos en Persia.
Fraccionado el imperio gupta, surgieron nuevos reinos menores, el más importante el de Sthanesvara, cuyo rey Harshavardhna, o Harsha (606-647), que se apoderó de la mayor parte de todos los territorios norteños, y mantuvo unas relaciones comerciales y culturales con la China de los Tang, facilitando la peregrinación de monjes budistas a los lugares santos de esa religión. Se le atribuye un gobierno enérgico pero benévolo y la autoría de importantes obras literarias.

En el Sur, dos poderosas familias reales lucharon por dominar el Dekán: los calukya y los payaba, los primeros surgidos a principios del siglo VI.

El estado calukya alcanzó su época de esplendor con el rey Pulakecin (609-642), que cerró la ruta del sur al rey Harsha de Sthanesvara y extendió sus dominios hacia el sudeste, arrebatando a los pallava la región de Andhara, donde surgió el reino calukya oriental.

La permanente guerra entre calukyas y pallavas debilitaron a ambas naciones y las llevaron al borde de la ruina. Sin embargo, con el rey Mahendrravarmam, los últimos resurgieron y con su hijo y sucesor, Narasimhavarmam I (630-668), conquistaron gran parte del territorio calukya, influenciando, incluso, en la mis a isla de Ceilán.
Estos dos reinos de la antigüedad india, legaron a la posteridad magníficos monumentos, destacando sobre ellos los santuarios adornados con magníficos y su particular arquitectura pétrea.

Organización Política y Social

Los primitivos indios se dividieron en tribus sobre las que ejerció poder una monarquía hereditaria de carácter patriarcal. Los arios introdujeron reformas sustanciales en el orden social, estableciendo el dominio de las castas sobre la población conquistada. Dentro de la misma casta o linaje se produjeron divisiones también.

La casta más elevada de la sociedad india fueron los brahamanes, sacerdotes que nuclearon sobre sí gran parte del poder, argumentando que les correspondía por ser los intermediarios entre los dioses y los humanos. Les seguían los chatrias que fueron los guerreros, los vaisias, los comerciantes y agricultores, los sudras que estaban al servicio de las otras castas, por lo general los primitivos habitantes de la India sometidos por los arios; los parias o descastados, considerados impuros, por lo general hijos de padres de diferentes castas, que perdían todos sus derechos al nacer y finalmente los poulians, a quienes se consideraba animales y se los cazaba como tales.

Para regir esa sociedad los brahamanes redactaron el Código de Manu, normas y reglamentos que regían para lo divino y lo temporal.

Los primitivos indios practicaron la monogamia pero tras las reformas introducidas por el mencionado Código, se les permitió tomar otras mujeres.

Economía

La actividad principal de la India fue la agricultura y en menor medida, el pastoreo. Los artesanos alcanzaron cierta importancia social y se dividieron en forjadores y fundidores de metales. Desde tiempos remotos practicaron un comercio intenso pese a que los arios cerraron el norte del país y lo mantuvieron aislado del mundo por espacio de siglos.


Con el advenimiento de la dinastías Maurya y Gupta, el comercio recobró su esplendor, efectuándose transacciones de importancia con el exterior, especialmente Persia, Medio Oriente y China. La alfarería y la cerámica también fueron actividades de importancia.

Religión
 La religión constituye la base fundamental de la civilización india. El vedismo, impuesto por los arios, se expandió por el Valle del Indo y condensó su sabiduría en los cuatro libros sagrados conocidos como Vedas, palabra que significa “ciencia pura”.


En su intento por mantener el predominio de su raza, los arios establecieron un severo régimen de castas, prohibiendo a su gente tomar contacto con los pueblos conquistados e impusieron su religión de deidades indoeuropeas, por lo general masculinas, que pasaron a engrosar el ya de por sí abundante panteón local con dioses como Dyaus Pitar o Padre Celestial, también llamado Indra (dios de los dioses); Agni (dios del fuego), Varuna (dios de la noche), Mitra (el sol), Phritivi (la madre tierra) y Arimau (dios protector de las familias).

Su religión fue redactada en los milenarios Vedas que, en realida, constituyen un conjunto de himnos y cantos que antes de ser escritos fueron transmitidos oralmente de generación en generación.

Los arios adoraron las fuerzas de la naturaleza, creían en la inmortalidad del alma y en su divinización, rindieron culto a los antepasados y sostuvieron con firmeza la relación entre los dioses y los hombres.Visnu

 

De la religión védica deriva el brahamanismo o hinduismo, cuya clase sacerdotal se transformó en una poderosa aristocracia con gran incidencia en la vida de la primitiva India. Desplazando a los vaisías y los chatrias, los brahamanes potenciaron en sistema de castas preservando de ese modo la pureza de la sangre aria y los privilegios de la clase sacerdotal.


La deidad principal de aquella religión pasó a ser Brahma, dios único, amorfo, eterno y la fuente de toda la creación, que solo estuvo activo durante la creación del universo, pasando luego a una profunda meditación. Por momentos es uno y por momentos trinitario, formado además por Siva y Vishnu. Su esposa es Saravasti, diosa del conocimiento que viaja sobre un cisne y se halla sentada en un loto, subida en la nave de Vishnu.


Shiva Para muchos historiadores, entre ellos René Grousset, el budismo fue la primera religión universal. Sus monjes se agruparon en grandes monasterios y fue el camino por el que los habitantes de la India sacudieron la opresión del hinduismo.


Contra la tiranía de los brahamanes y la poderosa clase sacerdotal se alzó el hijo de una familia noble, Sidarta Gauptama, quien abandonando los lujos y las comodidades de su clase social, se dedicó al estudio y la contemplación, predicando una doctrina de tolerancia que más que una religión fue una filosofía basada en la moral práctica. Se lo empezó a llamar Buda, que significa “iluminado”.Buda


Buda predicó contra la violencia, la caridad con todas las criaturas, incluso, los animales, el renunciar a los placeres de la vida y de la carne y estableció verdades y cualidades a seguir: la Sabiduría, basada en la correcta contemplación, la Moralidad, fundamentada en el habla y la acción correcta y Meditación, establecida por la existencia, el esfuerzo, la atención y la contemplación correctas.


Literatura

La manifestación más significativa de la literatura india fueron las epopeyas, destacando entre ellas el Gita, un anónimo del siglo V a.C.; el célebre Mahabharata, que relata los eventos que llevaron a una gran batalla que probablemente se libró entre Pandavas y Kauravas, alrededor de 800 A.C. en la llanura cerca de Kurukshetra, unos 150 km al norte de Nueva Delhi y el Ramayana, historia de la encarnación del dios Rama. También destacaron sus relatos en prosa y la poesía pese a que los primeros fueron mucho más recientes que los anteriores.

Período budista

El budismo fue la religión dominante en India desde el siglo III a.C. hasta el siglo V d.C. Durante este período se sucedieron varias dinastías, que patrocinaron importantes obras artísticas y literarias y que dieron un gran impulso a las ciencias. La primera gran dinastía india fue la de los Maurya (322-187a.C), establecida a orillas del río Ganges, en la ciudad de Pataliputra (actual ciudad de Patna, capital del estado de Bihar). Su más importante monarca fue Ashoka (273-232 a.C.), que se convirtió al budismo y bajo cuyo reinado se configuró el primer arte indio. A la dinastía Maurya siguieron las Shunga-Andhra (187 a.C- 150 d.C.), Kushana (siglo I a.C- 319 d.C.) y la dinastía Gupta (319-490 d.C). Durante el reinado de esta última, India alcanzó uno de sus momentos de mayor esplendor, que en ocasiones recibe el nombre de "época clásica"; fue entonces cuando el arte budista alcanzó su cénit y cuando se hicieron las importantes cuevas de Ajanta. Durante el período gupta las ciencias alcanzaron un gran desarrollo, y fue entonces cuando Aryabhta creó el número cero, el sistema decimal y ajustó el valor del número Pi; la astronomía, la medicina y la literatura, protagonizada por Kalidasa, también asistieron a un momento álgido.

Período hindú

A partir del siglo V d.C. el budismo dejó de ser la religión dominante en India y se produjo un espectacular renacimiento de la religión brahmánica y de los cultos populares, que desde entonces recibió el nombre de hinduismo. La hegemonía gupta se rompió con la invasión de los hunos heftalitas en el año 490 d.C.; a partir de entonces el territorio indio se fragmenta en varios reinos independientes gobernados por dinastías de muy distinto origen. Entre el año 609 y el 1070 gobiernan en el Dekkan los Chalukya, una importante dinastía cuyas magníficas obras arquitectónicas sirvieron de inspiración al arte hindú posterior, tanto del sur, como del norte de India. En el sur, los distintos reinos que surgen a partir del siglo VII d.C. reciben el nombre de drávidas, y entre ellas, sobresalen los gobernados por las dinastías Pallava (625-870 d.C.), Chola (836-siglo XIII), Hoysala (siglos X a XIV), Pandya (siglo I a.C. a siglo XIV), Vijayanagar (1336-1565) y Nayaka (siglos XV a XVII). En el norte de India entre las dinastías más importantes, que reciben el nombre de rajput (hijo de rey), figuran los Ganga (siglos X a XIII d.C), los Chandela (Siglos X a XII) y los Solanki (siglos XI a XV).

Período islámico

La primera penetración islámica en India se produjo en el año 711; aunque la presencia islámica comenzó a hacerse notar realmente a partir del siglo XI con la llegada de los Ghazníes. En 1193 se crea el primer sultanato independiente en Delhi y se construye el primer gran monumento musulmán de India: el Qutab Minar de Nueva Delhi. El momento de máximo apogeo del período indomusulmán tiene lugar bajo el reinado de los Grandes Mogoles, los seis primeros monarcas de la dinastía Mogol (1519-1857) entre los que se encuentra Shah Jahan, el constructor del Taj Mahal. Durante el reinado de los Mogoles, las ciudades de Delhi, Agra y Lahore (esta última actualmente en Pakistán) fueron embellecidas con monumentales construcciones que sincretizaban las tradiciones islámica e hindú. También durante el reinado de los mogoles se crearon importantes talleres de pintura que dieron un papel protagonista a la miniatura india.

Período colonial

Tras la llegada a India de Vasco de Gama en 1498, varias potencias europeas comenzaron a establecer en la península emporios comerciales y a competir por el control de las mercancías. Portugal estableció varias colonias, entre las que destaca Goa, que dejó de ser protectorado portugués en el año 1961. Inglaterra fue haciéndose poco a poco con la mayor parte del territorio indio, y lo que en principio había comenzado por una expansión meramente comercial por parte de la Compañía de las Indias Orientales, acabó por convertirse en un virreinato en el año 1858, tras la sangrienta Rebelión de los Cipayos. El gobierno de los británicos en India recibió el nombre de Raj, y pronto comenzó a verse comprometido por los movimientos nacionalistas del siglo XIX, que se tradujeron en la formación de dos partidos políticos que más tarde encabezarían la lucha por la Independencia: el partido del Congreso Nacional Indio y la Liga Musulmana. Tras la Primera Guerra Mundial, las posturas de los nacionalistas se radicalizaron, y comenzaron a pedir abiertamente la Independencia; la lucha no violenta que se inició entonces estuvo encabezada por el dirigente de la Liga Musulmana Muhammad Alí Jinnah, quien fundaría en 1947 el estado de Pakistán, y por Mahatma Gandhi, del partido del Congreso. Las campañas de resistencia pasiva y de no cooperación con el gobierno británico promulgadas por Gandhi y la victoria en las elecciones británicas de los laboristas en el año 1945, desembocaron en la declaración de Independencia de 1947 y en la partición de India y Pakistán.

India Contemporánea

Tras la Independencia de 1947, India se declaró República Federal y siguió formando parte de la Commonwealth. Jawaharlal Nehru, elegido Primer Ministro durante cuatro legislaturas consecutivas, tuvo que enfrentarse en 1948 a una guerra con Pakistán, resultado de la partición y de la disputa por el territorio de Cachemira, en 1962 a una guerra con China por las fronteras comunes y a numerosos problemas internos. En el interior llevó a cabo una reforma de tipo socialista, con importantes éxitos en la política agraria, y en el exterior se convirtió en el líder de los países No Alineados. A su muerte, en 1964, el partido del Congreso siguió gobernando, y a partir de 1966, la hija de Nehru, Indira Gandhi, fue elegida Primera Ministra. Indira llevó a cabo importantes reformas en el país entre las que se incluyen: una reforma agraria llamada Revolución Verde, una reforma social llamada Gharibi Hatao ("vencer la pobreza") y una estricta política de control de la natalidad; tuvo que enfrentarse a graves problemas internos entre los que destacaron el problema de Cachemira, de mayoría musulmana, que había quedado pendiente tras la partición, y el problema del radicalismo sikh en el Punjab, que tuvo como resultados una sangrienta matanza llevada a cabo por parte del ejército contra los rebeldes, que se encerraron en el Templo de Oro de Amristar, en 1984, y el asesinato de Indira.
El hijo de Indira Gandhi, Rajiv, su sucesor en el gobierno de la Unión India, fue asesinado también en 1991.

Costumbres y ritos religiosos

En el brahmanismo, el ritmo de la vida cotidiana está marcado por los ritos y prácticas religiosas. Sometida a una infinidad de ritos denominados samskara (algo así como "sacramentos"), la vida diaria se desenvuelve en medio de un entramado de prácticas, muchas de ellas realizadas en torno al fuego del hogar, cuya obligatoriedad recae sobre los padres de familia de las clases de los re-nacidos. De especial significado era la práctica de las tres ofrendas diarias: se comenzaba el día con las purificaciones con agua, ceniza y los productos de la vaca; a mediodía tenía lugar el rezo de los mantras (especie de salmos de origen védico), y se concluía con las invocaciones vespertinas dirigidas al sol. Existía también, para los brahmanes, la obligación de ofrecer sacrificios en ciertas fechas, como por ejemplo, en la luna nueva.

Durante el brahmanismo se recuperan dos prácticas de la antigüedad que marcarán más tarde el culto hinduista: la adoración de las imágenes y las peregrinaciones a los lugares sagrados. Característica de este período es también la teoría de los asrama, o etapas de la vida. En ésta el hombre se desenvuelve primero como estudiante, luego como jefe de familia y finalmente como hombre de meditación en su retiro campestre.

Evolución histórica del hinduismo

Aunque no es posible señalar la fecha del inicio de lo que se conoce como brahmanismo, sí se puede hablar de un elemento característico del mismo que tiene lugar, probablemente, en torno al siglo VI a.C. Se trata de la composición de los Upanisad antiguos, obra de pensadores ajenos a la casta sacerdotal. Estos libros son un verdadero hito en la trayectoria del pensamiento de la India. Si bien es cierto que todavía se mueven en la órbita de los solemnes sacrificios típicos de la época anterior, insistiendo en su aspecto soteriológico y simbólico, no lo es menos que en ellos aparece ya una evolución de las creencias mucho más allá del marco estrecho de esos simbolismos. Los mejores testimonios sobre las creencias de la época son los transmitidos por las dos epopeyas principales: el Mahabharata y el Ramayana. Ellas son testigos del establecimiento de Siva y Visnu como divinidades de primer orden. En el siglo VIII de nuestra era, el filósofo Sankara se propuso fundar racionalmente la esencia de la doctrina brahmánica, intentando demostrar que la única realidad es la del brahman-atman, como fondo permanente del existir y causa última de todas las cosas. Su pensamiento reviste un gran valor especulativo, y aún hoy día es considerado maestro y modelo de la mediación entre las diversas confesiones religiosas del hinduismo.

Siguiendo el ejemplo de Sankara, hacia el final de la edad media se formó el imperio de Vijayanagar, que intentó revitalizar las tradiciones y las costumbres védicas para hacer frente a los embates del islamismo por el norte y el oeste. Otro intento de retorno y de renovación védica fue promovido por el movimiento Arya Samaj, fundado por Dayananda Sarasvati en el siglo XIX. Éste, instruido por varios sabios, conectó con el pensamiento de Sankara y luego asumió una vida itinerante, combatiendo con su predicción el culto a las imágenes y todo aquello que le parecía indigno del más auténtico brahmanismo, revalorizando elementos de la más pura tradición, como la doctrina del samsara y del karma.

 

 

Fundación Educativa Héctor A. García