Cuentos para niños
 
 
 
El Gato con Botas
 
  Al morir un molinero, dejó por herencia a su hijo tan solo un gato. Pero éste dijo a su amo. -No te parezca que soy poca cosa. Obedéceme y verás.
 

Venia la carroza del rey por el camino. -Entra en el río -ordenó el Gato con Botas a su amo, y gritó: -¡Socorro. ¡Se ahoga el Marqués de Carabás!

 
 

El Rey y su hija mandaron a sus criados que sacaran del río al supuesto Marques de Carabás, y le proporcionaron un traje seco, muy bello y lujoso.

 
   

Le invitaron a subir a la real carroza, y adelantándose el Gato por el camino, pidió a los segadores que, cuando el rey preguntara de quien eran aquellas tierras contestaran «del Marqués de Carabás».

 

 

Igual dijo a los vendimiadores, y el rey quedó maravillado de lo que poseía su amigo el Marqués.

 
   

Siempre adelantándose a la carroza, llegó el gato al castillo de un gigante, y le dijo: -He oído que podréis convertiros en cualquier animal. Pero no lo creo.

 
 

¿No? Gritó el gigante. -Pues convéncete. Y en un momento tomó el aspecto de un terrible león. -¿A que no eres capaz de convertirte en un ratón?

 
   

¿Cómo que no? Fíjate. -Se transformó en ratón y entonces ¡AUM! el Gato se lo comió de un bocado, y seguidamente salió tranquilo a esperar la carroza.

 

¡Bienvenidos al castillo de mi amo, el Marqués de Carabás! Pase Su Majestad y la linda princesa a disfrutar del banquete que está preparado.

 
 

El hijo del molinero y la princesa se casaron, y fueron muy felices Todo este bienestar lo consiguieron gracias a la astucia del Gato con Botas.

F I N

 
 
 

Fundación Educativa Héctor A. Garcia