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La Emigración Puertorriqueña

Los Newyoricans (los nacidos o criados en Nueva York)

hijos de padres boricuas que crearon la SALSA aquí (Willie Colón y Héctor Lavoe) 1969

 

Luego de la guerra Hispanoamericana con España, Estados Unidos ocupa a Puerto Rico, Cuba y Filipinas. Luego de varios años de ocupación, los norteamericanos se deciden por conservar a Borinquen (Puerto Rico), brindandole a estos y todos sus habitantes, derechos propios. Y es así, que a partir de 1917, el puertorriqueño se convierte en ciudadano norteamericano y puede viajar a los Estados Unidos, como un natural, lo que fue para ellos, como viajar de un barrio o pueblo a otro.

La situación política de la isla de Puerto Rico, como territorio estadounidense  del 1917, repercute decisivamente sobre la emigración puertorriqueña. Para la administración norteamericana la causa fundamental de la deprimente situación económica de la isla en las primeras décadas del siglo XX era la superpoblación por lo que se instauraron medidas que propiciaban la emigración a Estados Unidos.

En las primeras etapas, esta emigración se dirige especialmente al noreste del país y más concretamente a la ciudad de Nueva York, donde ya  a principios de siglo reside una pequeña comunidad puertorriqueña. Podemos distinguír tres fases principales de la emigración puertorriqueña:

Primera fase

La primera fase transcurre entre 1830 a 1860. La salida de la isla se produce por la necesidad de promover enlaces comerciales, de modo que los emigrantes suelen estar relacionados con el comercio además del gran número que manda a sus hijos a realizar estudios empresariales en Estados Unidos. El número era lo suficientemente elevado como para que se publicaran en esa fecha dos periódicos en español.

Segunda fase

La segunda fase abarca desde 1860 a 1900. Tras las revueltas de “El Grito de Lares” y la represión de los rebeldes, muchos revolucionarios anti-españoles pues escogieron a  los Estados Unidos, como refugio temporero donde poder evitar a las autoridades españolas. En los Estados Unidos ya existía, una tradición de exiliados políticos que gestaban movimientos independentistas. Por lo que fue que allí se reunieron muchos pensadores y políticos que perseguían la independencia de Puerto Rico y Cuba. Estos exiliados pertenecían en su mayoría a la clase media-alta y comenzaron a establecer una residencia permanente tras fundar asociaciones y organizaciones. 

Tecera fase

Desde 1917 hasta 1970 llegaron cerca de 1,500,000 boricuas a Nueva York

al 2000 son poco mas de 4,000,000 en los E.U. con 700,000 en la Florida y subiendo.

Los Boricuas llegados a Nueva York

Desde los 1917's hasta los 1970's

La tercera fase se extiende desde principios del siglo XX en adelante luego de la guerra hispanoamamericana y sus determinaciones sobre los territorrios ocupados en en tratado de Paris. Luego de años de ocupación en Cuba, los norteamericanos se deciden por Borinquen, brindandole a estos y sus habitantes, derechos propios. Y es así, que a partir de 1917, el puertorriqueño se convierte en ciudadano norteamericano y puede viajar a los Estados Unidos, como un natural, lo que fue para ellos, como viajar de un barrio o pueblo a otro.

Pero desde ahora en adelante los emigrantes  boricuas, provienen de todas las clases sociales y con distintos niveles de formación o con, o sin educación, entre los que se encuentran en los primeros años un buen número de trabajadores independientes como los tabaqueros, de origen canario. Un cambio fundamental es que a partír de estos años las razones que inducen a la emigración van a ser eminentemente económicas como resultado de los cambios que la economía isleña está sufriendo.Por ejemplo, el cultivo del tabaco, y el café de Puerto Rico, el cual gozaba entonces de gran reconocimiento internacional por su calidad internacional, que era el cultivo tradicional, y se ve sustituido por el cultivo extensivo en los latifundios del azúcar instaurado por norteamericanos.

El Cafe era tradicionalmente cultivado por corsos franceses ubicados en la isla de Puerto Rico, en la zona sureña. La población francesa se dio mucho en la zona sureña entre el pueblo de los Brujos de Guayama hasta el cafetalero pueblo de Yauco y hacia la zona interior montañosa. La instalación de empresas norteamericanas que tienden a crear cultivos de azucar, además de introducír un nuevo tipo de economía industrial hace que los pequeños cultivadores pierdan progresivamente poder y se vean obligados a emigrar a la ciudad, donde no ya hay trabajo para todos ellos.

La socióloga Virginia Sánchez Korrol en su estudio From Colonia to Community. The History of Puerto Ricans in New York City viene a corroborar que los factores que empujan a la población a emigrar son, ante todo de índole económico:

The search for economic opportunity once again became the motivating factor propelling numbers of Puerto Ricans to migrate, first to the island’s urban centers and then across the ocean. The internal migrant in Puerto Rican cities often became part of a pool of unskilled labor working for low wages, and family earnings were frequently supplemented by women’s work. Chronic unemployment seasonably rose to alarming levels. The pressure of a labor surplus created a group geared for emigration.

Los primeros puertorriqueños que emigran a Estados Unidos se concentran casi exclusivamente en el área de Nueva York, más específicamente en Spanish Harlem, sur del Bronx y Brooklyn. Por esta razón las primeras colonias se encuentran localizadas en zonas geográficas muy concretas donde se comienza a gestar un sentimiento de identificación con ese espacio. De 1900 a 1918 se produce un periodo que podríamos llamar de llegada y asentamiento. De 1918 a 1922 se suceden las primeras iniciativas masivas sociales y se desarrolla demográficamente esta población ya instalada en el Barrio, como consecuencia de la otorgación de la ciudadamia americana a los boricuas.

De 1922 a 1924 se establecen las primeras asociaciones y se fundan las primeras organizaciones de puertorriqueños. A partir de 1925 se abre un periodo de consolidación del Barrio como espacio urbano de carácter étnico cuya densidad de población puertorriqueña lo convierte en un ghetto con todas sus implicaciones, desde negativas a positivas. Entre los aspectos positivos del desarrollo del Barrio se encuentra la presencia del español como lengua afectiva de comunicación, que se conservaria dentro de sus límites por varios años.

"El Puertoriqueño enseguida aprendió a hablar inglés y le empezó a gustar el "hot dog", perrito caliente, y sobre todo también aprendió a adaptarse al nuevo entorno y al nuevo clima poniéndose guantes en los fríos inviernos neoyorkinos. 

Al comienzo del siglo XX, Harlem era un barrio donde predominaba la comunidad judía y allí, Rafael Hernández, el más famoso compositor puertorriqueño, y su hermana Victoria estaban entre los primeros boricuas que se establecieron en la Calle 99 y la Segunda Avenida en Manhattam. Mientras disminuía la población judía, el número de puertorriqueños fue aumentando. 

Inicios de la música caribeña en Nueva York

El sonido de la música puertorriqueña se escuchó en por vez primera en Nueva York, de una forma organizada para el 1919. Rafael Hernández tocó su guitarra y cantó en una fiesta particular organizada en una casa. Fue el primer evento con música viva de ese calibre. Para el 1920 el puertorriqueño Juan Tizol, se une a la Big Band de Jazz de Duke Ellington, donde crearía éxitos de fama internacional como "Caravan" y "Conga Brava". Fueron Juan Tizol y Duke Ellington los primeros en introducír la clave en una banda de jazz. En abril de 1927, Alberto Socarrás, un talentoso músico cubano, emigra a Nueva York. La industria musical latina de Nueva York estaba a punto de nacer. Un baile en el local de los abastecedores judíos de Park Palace en la calle 110 y la Quinta Avenida provocó la apertura de salones de baile, clubs nocturnos, cines en español y tiendas de música, nacen entonces el teatro Hispano y el teatro Puerto Rico. Las familias pobres que no podían alquilar un salón para sus fiestas de bodas, bautizos y cumpleaños optaban por realizar tales celebraciones en sus apartamentos...Durante los años 30, una fiesta particular en una casa del barrio era un evento pletórico de felicidad. 

El apartamento y el edificio se impregnaban del aroma placentero del ajo, pimienta y el orégano, emanando de los sabrosos perniles que se encontraban en el horno con el famoso arroz con gandules por el lado. Los tríos y cuartetos incluían un cantante, un maraquero -que también figuraba como segunda voz en la mayoría de los casos-, a un guitarrista y a un pianista, si había es que habia un piano en la casa....  grupos como el "Victoria" de Rafael Hernández,  el de Pedro Flores, el Cuarteto Marcano, imponían los temas más cantados....en esta década de los 30 la relación entre puertorriqueños y los cubanos fue constreñida y dificil, debido a la competencia por el empleo, la vivienda y la identidad política. Sin embargo, la ventaja del boricua, sobre el cubano, dado a su ciudadania nortemericana era indiscutible.

La batalla musical entre Cuba y Puerto Rico fue promovida en el Teatro Campoamor, el cual estaba ubicado, entonces, en la calle 116 y la Quinta Avenida. En primavera del 1935 un mensaje apareció en el luminoso: ¡Guerra!, ¡Guerra!, ¡Guerra!, entre Cuba y Puerto Rico!. La batalla músical fue entablada entre las orquestas del cubano Alberto Socarrás y el boricua Alberto Coen, con Noro Morales.... Los puertorriqueños, transformados en ciudadanos norteamericanos por la proclamación congresionalal  podían viajar a su isla natal y retornar sin problema alguno...Los turistas cubanos, al contrario de los boricuas, no podían permanecer en los Estados Unidos por más de 29 días ya que podían ser arrestados y deportados. La desventaja del cubano frente al boricua para permanecer en territorio norteamericano era evidente.

La primera grabación que ellos eligieron fue, “Ahora Seremos Felices”, de Rafael Hernández, grabada para la Columbia, el 15 de junio de 1938. Dos meses después, la orquesta puertorriqueña de Noro Morales, los "Morales Brothers" comenzó a aparecer en los clubes como la Orquesta de Noro Morales. El 11 de septiembre de 1939, Machito fue el vocalista de Noro para grabar “Con Tu Negro”, una canción con ritmo de conga  que incluía esta orquesta.

Para la mitad de los años 40s, Morales dejó de grabar con el sello Columbia Records. No obstante firmó con Decca Records y utilizó como vocalista líder a Machito para las grabaciones del 29 de julio de 1941, en los temas “Como Yo No Hay Quien Baile El Muñeco”, “Bim, Bam, Bum” y “La Rueda”.

Luego, para el 30 de enero del 1942, llegó la oportunidad de su vida para alcanzar el estrellato internacional, y fue cuando Noro grabó su composición “Serenata Rítmica”. Una pieza maestra, rica en melodías y llena de pasión, que por meses fue escuchada diariamente en las comunidades latinas. De un momento a otro la orquesta comenzó a recibír ofertas del mundo anglo para tocar en el centro de Manhattan, un área que hasta antes de los 40s estaba cerrada para las bandas latinas. Serenata Rítmica atrajo a las masas de anglos cuando la orquesta de Noro apareció en los clubes del centro.

Cuentan que el matrimonio de Frank "Machito" Grillo, el director de orquesta cubano, con la boricua Hilda Torres contribuyó al cese de las hostilidades entre cubanos y boricuas. Entonces se pudo contemplar la presencia de los músicos puertorriqueños en la recien inagurada banda de Machito (de los cuales los boricuas serían la mayoría) y la participación de algunos de sus colegas cubanos en la orquesta de Noro Morales.

El pequeño porcentaje de cubanos que se habían naturalizado, tenían confrontaciones con los puertorriqueños, al competír por los empleos mal pagados, la vivienda y el control musical latino de la ciudad, los puertorriqueños aventajaban a los cubanos en una proporcion de 40 a 1.

Entonces para los 40's llegó Miguelito Valdés y abrazó a los puertorriqueños Bobby Capó y Daniel Santos, y cantó las canciones de Rafael Hernández y Pedro Flores, mientras que por su lado Machito elogiaba sinceramente a los boricuas. Todos estos gestos de buena voluntad contribuyeron a que se acabara la guerra caribeña entre los Cubanos y Boricuas, al menos en apariencia... Los cambios de actitud resultaron en matrimonios entre puertorriqueños y cubanas... o a la inversa, de esa forma los cubanos podian obtener la residencia apoyados por los boricuas. Muchas de estas familias se convirtieron en parte de la caravana de camiones de mudanza (camiones destinados al transporte de muebles), en otras palabras, que salían unidos del Spanish Harlem, en los fines de semana con rumbo a la playa de Rockaway de Long Island... Fue asi que a mediados de los 40's un accidente de tráfico en la carretera que conduce a la playa marcó el final de tales viajes y motivó a los habitantes del barrio a hacerse parroquianos de "Las Villas", los centros turísticos al norte del estado que ofrecían comida caribeña, música "en vivo" y una oportunidad de conocer a una persona sin compromisos. Antes de que finalizara la década de los 40, ya existían diez centros turísticos que proveían música caribeña y hasta suramericana con un lugar a donde escaparse los fines de semana. 

La música latina comenzó a adquirír el respeto y reconocimiento que merecía durante principios de los 40... Desde que los boricuas y cubanos habían empezado a formar agrupaciones musicales a mediados de los años 20, habían sido mayormente empleados como bandas de relevo. Las bandas latinas se ocupaban de relevar a las orquestas norteamericanas de música popular durante el intervalo de 15 minutos exigido por el sindicato de músicos. A mediados de los 40, las agrupaciones latinas dejaron de ser bandas de relevo.

El Latin Jazz 

En Abril de 1943, Machito fue reclutado por el ejercito de EEUU durante la Segunda Guerra Mundial. Mientras se encontraba en el entrenamiento básico en campamento Upton de New Jersey, su orquesta marcó un valioso momento histórico, a pesar de su ausencia. El domingo 28 de mayo de 1943, la orquesta de Machito había acabado de interpretar un número en La Conga Club, ubicado en la Avenida Broadway, entre las calles 52 y 53. Mientras los músicos terminaron de tocar un tema, y mientras los músicos de la banda buscaban la partitura de la próxima pieza, el pianista José Estevez "Joe Loco" y el bajista Julio Andino, ambos boricuas comenzaron a tocar unas notas musicales improvisadas, con la finalidad de que el público continuara bailando en la pista. El resto de la base percusiva, los tambien boricuas, entre ellos los míticos Ubaldo Nieto en los timbales, Luis Miranda en la Conga y Jose Mangual en los bongoes, les siguieron el compás. Posteriormente los metales hicieron lo suyo.

Al día siguiente, durante el ensayo, Bauzá solicitó a Joe Loco y a Julio que repitieran las notas que habían interpretado la noche anterior, y a medida que la percusión se integraba, el resto de los músicos recibía instrucciones verbales sobre lo que debían interpretar. Al culminar con la pieza, la orquesta había desarrollado un arreglo con ingredientes latinos y jazzísticos. Esta pieza es considerada uno de los dos himnos del Latin jazz, la cual lleva por nombre Tanga, cuya traducción del lenguaje Yoruba significa marihuana. El pianista boricua Joe Loco "Jose Estevez" con sus solos al piano habia iniciado de forma casual lo que se vendria a llamar Latin Jazz.

“Inmediatamente luego de que Loco se unió a Machito”, decía el percusionista José Mangual, “la banda comenzó a sonar diferente debido a los solos de Loco. Ellos eran calientes. Los bailadores comenzaron a llamarnos la "Latin Count Basie Orchestra". Uno de los testigos presenciales del nacimiento del llamado jazz afrocubano fue el trompetista Dizzy Gillespie, quien se sintió excitado al escuchar "Tanga". Gillespie deseaba aprender mas sobre este nuevo sonido y le pidió a Bauzá que le consiguiera un conguero capaz de tocar el llamado "Tom Tom" con su grupo. 

El mayo de 1946, el percusionista cubano Chano Pozo llegó a la ciudad de Nueva York. Entonces, Bauzá telefoneó a Gillespie y le dijo: "tengo al que andabas buscando". Bauzá le presentó a Pozo en el apartamento de Harlem de este último. Pozo se incorporó a la orquesta de Gillespie y logró introducir la Conga en el jazz norteamericano. 

En 1946, Gillespie utilizó la Conga en cinco grabaciones para el sello Musicraft, sin alcanzar gran atención. En 1947, Gillespie realizó siete grabaciones para RCA y ni un solo crítico escribió algo sobre el nuevo sonido de la Conga. Unos meses después del 30 de Diciembre de 1947 -fecha en que se grabó "Manteca"- los reporteros musicales comenzaron a escribir sobre el nuevo sonido  de Gillespie, el mismo sonido que la orquesta de Machito había estado tocando desde 1943, cuando "Tanga" fue creada. 

Durante el verano de 1991, la estación de televisión WGBH de Boston filmó el documental "La historia de Mario Bauzá", en el cual Dizzy Gillespie admitió que Mario Bauzá fue el primero en tocar jazz latino y que Bauzá fue su mentor. Lo que a partir de esa fecha 1991, le dio el titulo a Bauza de ser el creador del Latinjazz.

 En 1947, los salones de bailes en los cuales un hombre podía pagar diez centavos para bailar con una de las empleadas danzantes habían desaparecido ya que no podían competir con los salones de baile de Roseland y Arcadia. En un esfuerzo por ahorrar dinero, el salón de baile del Palladium (que presentaba una banda pop y otra latina) empleó a la orquesta de Machito para tocar swing, pop y música latina. Cuando el negocio no mejoró, Mario Bauzá sugirió que se estableciera una "Noche Latina". Seis bandas latinas de Nueva York proporcionaron una ganancia inesperada y lograron ser empleados consistentemente, al igual que una banda norteamericana de pop.

 En 1949, el director de orquesta Pérez Prado, grabó su Mambo #5, iniciando de esta manera la era del mambo. Otro ritmo caribeño que se empezaba a oír era el merengue. Al comienzo de 1950, Max Hyman se convirtió en gerente del Palladium y cerró dicho salón de baile para realizar ciertas renovaciones. Cuando abrió de nuevo sus puertas, el 17 de marzo de 1950, ya era exclusivamente un salón de baile latino. 

En esa noche histórica se presentaron las bandas de los boricuas Julio Andino y Tito Puente... Al comienzo de los años 50, el número de orquestas latinas era el doble de las que existían en la década anterior...

 En 1954, el chachachá llegó a Nueva York. Le faltaba el estímulo excitante del mambo... En 1955, ya el mambo se bailaba en más de 15 locales de Nueva York que tenían pistas de baile, además de los centros turísticos de Catskills y Las Villas. Durante este mismo año, la grabación de Bebo Valdés para el sello Decca, incitó un gran interés en las descargas, las cuales fueron añadidas a la lista de ritmos populares afrocaribeños. 

En 1957, las guarachas con bombas y plenas puertorriqueñas de Rafael Cortijo se convirtieron en las preferidas por los bailadores del Palladium, permitiendo que los músicos boricuas César Concepción, Joe Valle, Ismael Rivera, Mon Rivera y Mocho Leña compartieran el reconocimiento entusiasta del público... La crema y nata de las bandas latinas fueron presentadas en los populares programas de televisión de Jackie Gleason, Paul WHiteman y Steve Allen. 

A principios de los años 60, el boricua Charlie Palmieri y el dominicano Johnny Pacheco se transformaron en los nuevos monarcas de la música latina con sus sonidos de charanga, gracias a la visión innovadora de otro puertorriqueño, Al Santiago, fundador del sello Alegre, a finales de los 50. En su función como propietario de Casalegre Music en el Bronx, Santiago descubrió y grabó a Johnny Pacheco, Eddie Palmieri, Willie Rosario, Willie Colón y los Alegre All Stars. En 1962, los músicos de charanga eran las nuevas estrellas de Nueva York: Johnny Pacheco, Charlie Palmieri, Orquesta Broadway, Lou Pérez, Orquesta Novel y Ray Barretto y Joe Quijano... 

A finales de los 60's Willie Colón con Héctor Lavoe, Richie Ray y Bobby Cruz, Eddie y Charlie Palmieri, Tito Puente, así como Ray Barreto, comenzarian a darle a darle un giro a la vieja música, transformandola radicalmente.

Volviendo a los inicios...

Por otro lado, también empiezan a surgír unas economías internas en torno al sector comercial con la presencia de establecimientos regentados por puertorriqueños como las propiedades, las bodegas, los restaurantes, las pensiones, botánicas y pequeños comercios, de los cuales ellos serian los principales hispanos en toda el área. La clase intelectual también se nutre de la existencia de manifestaciones culturales isleñas-americanas, de una población puertorriqueña que comienza a crear su propia historia en terreno estadounidense. La música se desarrolla igualmente, y a la vez, que se ve influida por corrientes musicales étnicas de otras culturas latinoamericanas, sin que estos perdieran nunca sus raices boricuas (las que han sido y son muy fuertes).

Los recién llegados boricuas de esta epoca, se encuentran con una comunidad plenamente consolidada y ésta es la razón fundamental de que el Barrio sea el lugar de destino preferido. Aun así, para la mayoría de los emigrantes puertorriqueños asentados en el Barrio, "Puerto Rico" sigue teniendo una muy fuerte influencia, ya que si bien los hijos de algunos de ellos nunca han vivido en la isla, los orígenes de ellos son un punto primordial de apoyo para esta nueva generación ―que mantienen la necesidad de saber de dónde es que vienen y hasta de donde son ―.  Son como los colombianos, venezolanos o cubanos en la Florida, (ellos no pierden sus raices). *nota  (Nueva York , viene a ser la ciudad mas grande donde viven mas boricuas, incluyendo incluso a Puerto Rico)

Puerto Rico sigue siendo la patria para todos ellos, aunque comienzan a experimentar los problemas de sentirse ligados a un espacio en el que no han vivido pero con el que tienden a identificarse. En esta época surge también la leyenda negra sobre la población puertorriqueña, puesto que la llegada masiva de una nueva población extraña de negros, mulatos y mestizos con una jerga diferente crea tensiones raciales, generando una nueva identificacion boricua.  Para esa epoca y casi de forma fortuita para aliviar de algún modo los conflictos raciales en los ghettos, se estrena la obra West Side Story. Pero lejos de beneficiar a la comunidad, el musical perpetúa aún más los estereotipos sobre los hombres y mujeres boricuas, los cuales eventualmente se unen entre si pra crear su identificación. Debemos hacer notar que la emigracion boricua hasta 1940, eran de sobre un 90% de blancos que provenian mayormente del interior y los campos.  Eventualmente la situación social y económica de la comunidad boricua cambia progresivamente en su etnia y propicia la formación de organizaciones multiraciales que denuncian la situación en la que viven.

A mediados de los años sesenta también se aprecian nuevos puntos de destino para los emigrantes puertorriqueños, los cuales comienzan a ocupar otras zonas del país como el suroeste norteamericano (California), el medio oeste (Ohio, Michigan) y el sur (Florida). Sin embargo, sigue existiendo un alto porcentaje de emigrantes que prefiere la zona del noreste estadounidense, es decir, Nueva York y sus alrededores. También se hace más común el viaje constante entre la isla y el continente gracias al abaratamiento de los boletos de avión, que facilitan de este modo, un contacto permanente con la isla.

Este hecho ha propiciado que aparezcan términos como el de commuter nation que hacen hincapié en la relación estrecha que existe entre ambos espacios geográficos para la comunidad puertorriqueña. Si bien es cierto que las nuevas generaciones de puertorriqueños tienden a viajar mucho menos a la isla que sus progenitores, que a los que aún les ata un fuerte vínculo emocional.

Impulsados por otros movimientos pro-derechos civiles, especialmente el afro-americano y chicano, se comienza a organizar un movimiento social en las comunidades puertorriqueñas que denuncian la pésima situación del Barrio y exigen soluciones a las autoridades. En 1969 se constituye la organización de los Young Lords en Chicago, compuesta por un grupo de jóvenes activistas que forman una coalición con otras organizaciones como los Black Panthers. La sección de esta organización en Nueva York se radicaliza y funda un partido político, The Young Lords Party, de ideología marxista que persigue mejoras sociales a través de la protesta en las calles y movilizaciones de la población Sus demandas se basan en el reparto desigual de las oportunidades en el sistema norteamericano que prosperaba a costa de mantener a la población hispana y afro-americana en los puestos más bajos, en la marginación social y racial de los ghettos.

En esta época surge el término nuyorican. Nueva York es de hecho en los años sesenta el núcleo más importante de población puertorriqueña y por ello se utiliza en un principio en la isla con connotaciones negativas para referirse al emigrado boricua que vuelve a la isla mostrando cambios en su comportamiento, forma de hablar y costumbres.

Desde la isla se les considera vendidos a la cultura norteamericana y traidores al español. En Nueva York, y de forma similar a como se produce la apropiación del término chicano por parte de la comunidad de origen mexicano en el suroeste del país, se adopta el término nuyorican como reacción al rechazo que los isleños manifiestan contra ellos y como término de autoafirmación en el espacio norteamericano.  

Así, el término adquiere significados distintos según el individuo que lo utilice. Para los habitantes del Barrio que ya se han identificado con el espacio neoyorquino y con la comunidad emigrada, el término es definitorio de un nuevo ser puertorriqueño, producto de la experiencia de la emigración en la sociedad norteamericana. Los años sesenta y setenta son realmente años de gran actividad en la comunidad puertorriqueña de Nueva York, aunque también es una época en la que se consolidan otros grandes núcleos de población puertorriqueña en todo el país, especialmente en el noreste, medio oeste y California.

En las últimas décadas, la población puertorriqueña se ha vuelto mucho más heterogénea. Por un lado existe un gran número de puertorriqueños de clase social alta que han optado por vivir en Estados Unidos buscando una mejor calidad de vida. Muchos de estos nuevos migrantes son profesionales con una gran preparación académica universitaria, a diferencia de las primeros. También encontramos aquellos que llevan generaciones en el país y que poco a poco avanzan en la escalera social.  De algún modo todos estos grupos responden a diferentes etapas de la historia reciente de la isla y de las consecuencias históricas que han propiciado tal desplazamiento. Como podremos comprobar, la producción artística y literaria ha sido fiel reflejo de las transformaciones que la isla ha sufrido en los últimos siglos. La situación política de la isla ha hecho que aún hoy sigan repitiéndose los mismos temas.

Pioneros, Puerto Ricans in New York City

(Documento historico sobre la inmigración a Nueva York con imagenes)

Fundación Educativa Héctor A. García

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