L  a  G r a n  E n c i c l o p e d i a   I l u s t r a d a  d e l   P r o y e c t o  S a l ó n  H o g a r

H i s t o r i a s   c o n   L u z

 

 

Historias con luz es una compilación de 85 historias cortas que he leido cuidadosamente con un mensaje para la transformación de la conciencia humana hacia la Luz Espiritual, recomiendo la misma para tu crecimiento personal. 

 

                                                                                                                        Héctor A. García

 

 

Í n d i c e

1. ¿Cómo Sabes?
2. El Cuento de la Fresa
3. La Vasija de Agua Desvencijada
4. La Ermita
5. El Muro
6. La Parábola del Hijo
7. La Antigua Vasija de Cerámica
8. Cómo Se Escribió el Tao Te King
9. La Asamblea de la Carpintería
10. El Auto
11. Cómo Se Hacen los Colores del Arco Iris
12. Lección de Amor
13. Cuando La Fruta No Alcance
14. Parábola de la Vida
15. Encuentras Lo Que Está En Ti
16. La Verdad Fragmentada
17. Estamos de Paso

18. Lo Que Está en el Vino
19. Comparte Tu Maíz
20. Viéndose a Sí Mismo
21. Contemplando el Peligro
22. El Diamante
23. Riqueza, Éxito y Amor
24. Sabio Hindú Leyendo Sobre Jesús
25. El Ratón Preocupado
26. Ni Tú Ni Yo Somos los Mismos
27. La Verdad, La Herencia Más Noble
28. Samadhi
29. Las Cuatro Esposas
30. El Secreto de la Felicidad
31. El Muchachito de Mal Carácter
32. Las Siete Maravillas del Mundo
33. Escucha al Crítico, Pero...
34. El Niño y el Yogui                      

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  ¿Cómo Sabes?
Autor Desconocido

 

Hace muchos años, en una pobre aldea china vivía un labrador con su hijo. Su único bien material, aparte de la tierra y de la pequeña casa de paja, era un caballo que había heredado de su padre.  Un buen día el caballo se escapó, dejando al hombre sin animal para labrar la tierra. Sus vecinos —que lo respetaban mucho por su honestidad y diligencia— acudieron a su casa para decirle cuánto lamentaban lo ocurrido. Él les agradeció la visita, pero preguntó:
—¿Cómo podéis saber que lo que ocurrió ha sido una desgracia en mi vida?  Alguien comentó en voz baja con un amigo:
«Él no quiere aceptar la realidad, dejemos que piense lo que quiera, con tal que no se entristezca por lo ocurrido».
Y los vecinos se marcharon, fingiendo estar de acuerdo con lo que habían escuchado.

 Una semana después, el caballo retornó al establo, pero no venía solo: traía una hermosa yegua como compañía. Al saber eso los habitantes de la aldea alborozados, porque sólo ahora entendían la respuesta que el hombre les había dado, retornaron a casa del labrador para felicitarlo por su suerte.
—Antes tenías sólo un caballo, y ahora tienes dos. ¡Felicitaciones!—dijeron.
—Muchas gracias por la visita y por vuestra solidaridad —respondió el labrador¿Pero cómo podéis saber que lo que ocurrió es una bendición en mi vida?
Desconcertados, y pensando que el hombre se estaba volviendo loco, los vecinos se marcharon, comentando por el camino:
«¿Será posible que este hombre no entienda que Dios le ha enviado un regalo?».

Pasado un mes, el hijo del labrador decidió domesticar la yegua. Pero el animal saltó de una manera inesperada, y el muchacho tuvo una mala caída rompiéndose una pierna.  Los vecinos retornaron a la casa del labrador, llevando obsequios para el joven herido. El alcalde de la aldea, solemnemente, presentó sus condolencias al padre diciendo que todos estaban muy tristes por lo que había sucedido.  El hombre agradeció la visita y el cariño de todos. Pero preguntó:
 
—¿Cómo podéis vosotros saber si lo ocurrido ha sido una desgracia en mi vida?
Esta frase dejó a todos estupefactos, pues nadie puede tener la menor duda de que un accidente con un hijo es una verdadera tragedia.  Al salir de la casa del labrador, comentaban entre sí:
«Realmente se ha vuelto loco; su único hijo se puede quedar cojo para siempre y aún tiene dudas de que lo ocurrido es una desgracia».

Transcurrieron algunos meses y el Japón declaró la guerra a China. Los emisarios del emperador recorrieron todo el país en busca de jóvenes saludables para ser enviados al frente de batalla. Al llegar a la aldea, reclutaron a todos los jóvenes excepto al hijo del labrador que estaba con la pierna rota.  Ninguno de los muchachos retornó vivo. El hijo se recuperó, los dos animales dieron crías que fueron vendidas y rindieron un buen dinero. El labrador pasó a visitar a sus vecinos para consolarlos y ayudarlos ya que se habían mostrado solidarios con él en todos los momentos.  Siempre que alguno de ellos se quejaba el labrador decía:
¿Cómo sabes si esto es una desgracia?  Si alguien se alegraba mucho, él preguntaba:
¿Cómo sabes si eso es una bendición?
Y los hombres de aquella aldea entendieron que, más allá de las apariencias, la vida tiene otros significados.
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  El Cuento de la Fresa
Jorge Bucay

Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo. El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino. Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa. La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble.

Entonces encontró una planta, una Fresa, floreciendo y más fresca que nunca. El rey preguntó:
¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?
No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresas. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresa de la mejor manera que pueda."

Ahora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mírate a ti mismo. No hay posibilidad de que seas otra persona. Podéis disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor por ti, o puedes marchitarte en tu propia condena...
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  La Vasija de Agua Desvencijada
Autor Desconocido. Original en Inglés, traducción

 

Un aguatero en la India tenía dos grandes vasijas, cada una colgaba de cada extremo de un palo que llevaba a través del cuello.  Una de las vasijas tenía una rajadura en ella, y mientras que la otra estaba perfecta y siempre entregaba una porción completa de agua al final de una larga caminata desde el arroyo a la casa del patrón, la vasija desvencijada llegaba solamente medio llena. Por dos años enteros esto pasó diariamente, con el aguatero entregando solamente una vasija y media de agua al patrón de la casa.  De hecho, la vasija perfecta estaba orgullosa de sus logros, perfectos para el final al cual había sido hecha.  Pero la pobre vasija desvencijada estaba avergonzada de su propia imperfección, y miserable de que era capaz de solo lograr la mitad para lo que había sido hecha.

Después de dos años de lo que percibió como una amarga falla, habló al aguatero un día por el arroyo. "Yo estoy avergonzada de mi misma, y quiero disculparme con Usted." "¿Por qué?," preguntó el aguatero. "¿De qué está avergonzada?" "He sido capaz, por estos dos años pasados, de entregar solamente la mitad de mi carga porque esta rajadura en mi costado causa que el agua se fugue hacia afuera a lo largo de la vía hasta el regreso a la casa de su patrón.  A causa de mis fallas Usted ha tenido que hacer todo este trabajo y no consigue el valor completo de sus esfuerzos," la vasija dijo.  El aguatero se sintió triste por la vieja vasija desvencijada, y en su compasión dijo, "Como retorne a la casa de mi patrón,  quiero que note las hermosas flores a lo largo del camino."

Evidentemente, a medida que fueron escalando el monte la vieja vasija desportillada notó al sol calentando las hermosas flores silvestres al lado del sendero, y esto la alegró algo.  Pero al final de la senda, aún se sintió mal porque estaba fugándose la mitad de su carga, y de nuevo se disculpó ante el aguatero por su falla. El aguatero dijo a la vasija,  "¿Notó que había flores solamente en su lado de la vía, pero no en el lado de la otra vasija? Eso era porque yo siempre he sabido de su falla, y saqué provecho de ella.  He plantado semillas de flores en su lado del camino, y cada día mientras que caminamos de regreso del arroyo, Usted las ha regado.  Por dos años he estado recogiendo estas hermosas flores para decorar la mesa de mi patrón. Sin ser de la forma como es, él no hubiera tenido esta belleza para agraciar su casa."

Moraleja:  Cada uno de nosotros tenemos nuestra propias y únicas fallas.  Todos somos vasijas desportilladas.  Pero son las rajaduras y fallas que cada uno de nosotros tenemos las que hacen las vidas juntas muy interesantes y remuneradoras.  Solo tienes que tomar a cada persona por lo que ella es, y mirar lo bueno en ella.  Hay cantidad de bondad allá.  ¡Hay cantidad de bondad en nosotros!  Bienaventurados los flexibles, por que ellos no se doblan fuera de forma.  ¡Recuerda apreciar a todas las diferentes personas en tu vida!  O como nos gustaría pensarlo ——si no hubiera sido por las vasijas desvencijadas en nuestras vidas hubieran sido muy aburridas y nada tan interesantes ... Gracias a Ustedes, todas mis vasijas desvencijadas amigas.
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La Antigua Vasija de Cerámica

Autor Desconocido

Contaba el Maestro en cierta ocasión la historia de una antigua vasija de cerámica de valor inestimable por lo que había pagado una fortuna en una subasta pública. La vasija había sido usada durante años por un mendigo que acabó sus días en la miseria, totalmente ignorante del valor de aquel objeto con el que había pedido limosna.

Cuando un discípulo preguntó al Maestro qué representaba aquella vasija, el Maestro le dijo: "A ti mismo".

El discípulo le pidió que se explicara, y el Maestro prosiguió: "Tú centras toda tu atención en el insignificante conocimiento que adquieres de los libros y de los maestros. Sería mejor que le prestaras más atención a la vasija en la que lo guardas".
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La Ermita

Autor Desconocido

El viejo Haakon cuidaba cierta Ermita. En ella se veneraba un crucifijo de mucha devoción. Este crucifijo recibía el nombre, bien significativo, de "Cristo de los Favores". Todos acudían allí para pedirle al Santo Cristo. Un día el ermitaño Haakon quiso pedirle un favor. Lo impulsaba un sentimiento generoso. Se arrodilló ante la imagen y le dijo:

"Señor, quiero padecer por ti. Déjame ocupar tu puesto. Quiero reemplazarte en La Cruz." Y se quedó fijo con la mirada puesta en la Sagrada Efigie, como esperando la respuesta. El Crucificado abrió sus labios y habló. Sus palabras cayeron de lo alto, susurrantes y amonestadoras:
—"Siervo mío, accedo a tu deseo, pero ha de ser con una condición."
—"¿Cuál, Señor?", preguntó con acento suplicante Haakon.
—"Es una condición difícil", dijo el Señor.
—"Estoy dispuesto a cumplirla con tu ayuda, Señor", respondió el viejo ermitaño.
—"Escucha: suceda lo que suceda y veas lo que veas, has de guardar siempre silencio".  Haakon contestó:
—"Os, lo prometo, Señor". Y se efectuó el cambio. Nadie advirtió el trueque. Nadie reconoció al ermitaño colgado de cuatro clavos en la Cruz.

El Señor ocupaba el puesto de Haakon. Y éste por largo tiempo cumplió el compromiso. A nadie dijo nada. Los devotos seguían desfilando pidiendo favores. Pero un día llegó un rico, después de haber orado dejó allí olvidada su cartera. Haakon lo vio y calló. Tampoco dijo nada cuando un pobre, que vino dos horas después, se apropió de la cartera del rico. Ni tampoco dijo nada cuando un muchacho se postró ante él poco después para pedirle su gracia antes de emprender un largo viaje. Pero en ese momento volvió a entrar el rico en busca de la bolsa. Al no hallarla pensó que el muchacho se a había apropiado. El rico se volvió al joven y le dijo iracundo:

—"¡Dame la bolsa que me has robado!". El joven sorprendido, replicó:
—"No he robado ninguna bolsa".
—"No mientas, ¡devuélvamela enseguida!.
—"Le repito que no he cogido ninguna bolsa", afirmó el muchacho.
El rico arremetió, furioso contra él. Sonó entonces una voz fuerte:
—"¡Detente!El rico miró hacia arriba y vio que la imagen le hablaba. Haakon, que no pudo permanecer en silencio, gritó, defendió al joven, increpó al rico por la falsa acusación. Este quedó anonadado, y salió de la Ermita. El joven salió también porque tenía prisa para emprender su viaje. Cuando la Ermita quedó a solas Cristo se dirigió a su siervo y le dijo:
—"Baja de la Cruz. No sirves para ocupar mi puesto. No has sabido guardar silencio".
—"Señor", dijo Haakon, "¿cómo iba a permitir esa injusticia?" Se cambiaron los oficios. Jesús ocupó la Cruz de nuevo y el ermitaño que quedó ante el Crucifijo. El Señor, clavado, siguió hablando:
—"Tú no sabías que al rico le convenía perder la bolsa pues llevaba en ella el precio de la virginidad de una joven mujer. El pobre, por el contrario, tenía necesidad de ese dinero e hizo bien en llevárselo; en cuanto al muchacho que iba a ser golpeado, sus heridas le hubiesen impedido realizar el viaje que para él resultaría fatal. Ahora, hace unos minutos acaba de zozobrar el barco y él ha perdido la vida. Tú no sabías nada. Yo sí sé. Por eso callo". . . Y la sagrada imagen del crucificado guardó silencio.

¡Cuántas veces pretendemos dirigir nuestro destino creyendo que es lo mejor para nosotros!.  Sólo Dios sabe lo que es mejor para nosotros. Hay que aprender a aceptar su Santa voluntad, aunque a veces no la comprendamos.
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El Muro

Autor Desconocido

Las apariencias engañan, tengamos siempre confianza en Dios.

Dicen que una vez un hombre era perseguido por varios malhechores que querían matarlo.  El hombre ingresó a una cueva. Los malhechores empezaron a buscarlo por las cuevas anteriores de la que él se encontraba.  Con tal desesperación elevó una plegaria a Dios de la siguiente manera:

"Dios todopoderoso, haz que dos ángeles bajen y tapen la entrada para que no entren a matarme".  En ese momento escuchó a los hombres acercándose a la cueva en la que él se encontraba, y vio que apareció una arañita.  La arañita empezó a tejer una telaraña en la entrada.  El hombre volvió a elevar otra plegaria, esta vez más angustiado:

 "Señor, te pedí ángeles, no una araña." Y continuó: "Señor, por favor, con tu mano poderosa coloca un muro fuerte en la entrada para que los hombres no puedan entrar a matarme".  Abrió los ojos esperando ver el muro tapando la entrada, y observo a la arañita tejiendo la telaraña.  Estaban ya los malhechores ingresando en la cueva anterior de la que se encontraba el hombre y éste quedó esperando su muerte.  Cuando los malhechores estuvieron frente a la cueva en la que se encontraba el hombre ya la arañita había tapado toda la entrada, entonces se escucho esta conversación:

Primer hombre: "Vamos, entremos a esta cueva." Segundo hombre: "No. ¿No ves que hasta hay telarañas?, nadie ha entrado en ésta."

La fe es creer que se tiene lo que no se ve, perseverar en lo imposible. Hay una frase muy bella que dice: " Si le pides a Dios un árbol te lo dará en forma de semilla". Pedimos cosas que desde nuestra perspectiva humana son lo que necesitamos, pero Dios nos da aquellas con las cuales nos muestra que con cosas muy sencillas Él puede hacer mucho más.  Como en esta lectura a veces pedimos muros para estar seguros, pero no tendría ningún mérito pues sabríamos y tendríamos la certeza de que estamos protegidos, Dios en cambio nos pide además confianza en Él para dejarlo que su Gloria se manifieste y haga que algo como una telaraña nos la misma protección que una muralla.  Si has pedido un muro y no ves mas que una telaraña, recuerda que Dios puede convertir las cosas... y confía en Él.
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La Parábola del Hijo

Autor Desconocido
 

Hay una diferencia entre la educación y la experiencia.  La educación es lo que Usted obtiene de la lectura del pequeño texto impreso. La experiencia es lo que obtiene de no leerloPero ¿no es verdad que el gran aprendizaje viene de tanto la educación como de la experienciaPermítame que le cuente una parábola:

Un joven maestro de escuela tuvo un sueño en el que se le apareció un ángel y le dijo, "Tendrá un niño que crecerá para llegar a ser un líder mundial  ¿Cómo la preparará a ella para que se dé cuenta de su inteligencia, crezca con seguridad en sí misma, desarrolle tanto lo afirmativo de ella como su sensitividad, sea de mente abierta, sin embargo fuerte de carácter? En breve, ¿qué clase de educación le proveerá para que ella llegue a ser uno de los verdaderos GRANDES líderes mundiales?"

El joven maestro se despertó con un sudor frío.  Nunca se le ocurrió a él antesque CUALQUIERA de sus actuales o futuros estudiantes pudiera ser la persona descrita en su sueño.  ¿Estaba él preparándolos para elevarse a CUALQUIER POSICIÓN en la que pudieran aspirar?  Pensó, '¿Cómo podrían mis enseñanzas cambiar si YO SUPIERA que uno de mis estudiantes fuera esta persona?'  Gradualmente empezó a formular un plan en su mente:

  • Esta estudiante necesitaría experiencia también como instrucción.

  • Necesitaría saber cómo resolver problemas de varias clases.

  • Necesitaría crecer en carácter también como en conocimiento.

  • Necesitaría seguridad propia también como la habilidad para escuchar bien y trabajar con otros.

  • Necesitaría entender y apreciar el pasado, sin embargo ser optimista acerca del futuro.

  • Necesitaría conocer el valor del aprendizaje durante toda la vida para mantener una mente curiosa y activa.

  • Necesitaría crecer en el entendimiento de otros y llegar a ser un estudiante del espíritu.

  • Necesitaría fijar altos estándares para ella y aprender auto disciplina, sin embargo también necesitaría amor y alentamiento, para que pudiera ser llenada con amor y bondad.

Sus enseñanzas cambiaron.  Cada joven persona que caminaba por su aula de clase se convertía, para él, en un futuro líder del mundo.  Vio en cada uno, no como eran, sino como podían ser.  Esperaba lo mejor de sus estudiantes, sin embargo lo temperaba con compasión.  Le enseñaba a cada uno como si el futuro del mundo dependiera de su instrucción. Después de muchos años, una mujer que él conocía se elevó a una posición de prominencia mundial.  Se dio cuenta que ella con seguridad debe haber sido la niña descrita en su sueño.  Solamente que ella no era uno de sus estudiantes, sino en lugar de esto su hija. De todos los varios maestros en su vida, su padre era el mejorHe escuchado decir que "Los niños son los mensajes vivientes que enviamos a un tiempo y lugar que nosotros nunca veremos."  Pero ésta no es simplemente una parábola acerca de un maestro de escuela no nombrado.  Es una parábola acerca de Usted y yoya sea que seamos padres o aún profesores.  Y la historia, NUESTRA historia, realmente empieza así:

"A Usted se le dará un hijo quien crecerá para llegar a ser...."  Usted termine la frase. Si no un líder mundial, ¿entonces un padre magnífico? ¿Un excelente maestro? ¿Un talentoso curandero? ¿Un innovador solucionador de problemas? ¿Un artista inspirado? ¿Un filántropo generoso? En dónde y cómo Usted encontrará a este niño es un misterio.  Pero crea que el futuro de un niño puede depender de la influencia que solo Usted puede suministrar, y algo maravilloso sucederá.  Porque ninguna persona joven será nunca ordinaria para Usted de nuevo.  Y Usted nunca será el(la) mismo(a).
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Cómo Se Escribió el Libro Tao Te King

Autor Desconocido

¿Cómo se escribió uno de los libros más importantes del mundoEn el año vigésimo tercero del reinado de Zhao, Lao Tse percibió que la guerra terminaría por destruir el lugar donde vivía. Como había pasado años meditando sobre la naturaleza de la vida, sabía que en ciertos momentos es preciso ser práctico. Decidió, entonces, tomar la decisión más simple: mudarse.

Tomó sus pocas pertenencias, y partió en dirección a Han Keou; en la puerta de salida de la ciudad, encontró un guardia.

— ¿Adónde va tan importante sabio? —preguntó el guardia —.
— Lejos de la guerra.
— No puede irse así. Me gustaría mucho saber qué fue lo que aprendió en tantos años de meditación. Sólo lo dejaré partir si comparte conmigo lo que sabe.

Nada más que para librarse del guardia, Lao Tse escribió ahí mismo un pequeño librito, cuya única copia le entregó. Después, continuó su viaje, y nunca más se oyó hablar de él.

El texto de Lao Tse fue copiado y recopiado, atravesó siglos, atravesó milenios, y llegó hasta nuestro tiempo. Se llama Tao Te King, está publicado en portugués por varias editoriales, y es una lectura obligada. Aquí va una de sus páginas:

Aquel que conoce a los otros es un sabio,
Aquel que se conoce a sí mismo es un iluminado,
Aquel que vence a los otros es fuerte,
Aquel que se vence a sí mismo es poderoso,
Aquel que conoce la alegría es rico,
Aquel que conserva su camino tiene voluntad.

Sé humilde, y permanecerás íntegro,
Inclínate, y permanecerás erguido,
Vacíate, y permanecerás repleto,
Gástate, y permanecerás nuevo.

El sabio no se exhibe, y por eso brilla,
No se hace notar, y por eso es notado,
No se elogia, y por eso tiene mérito,
Y porque no está compitiendo, nadie en el mundo
puede competir con él.

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La Asamblea de la Carpintería

Autor Desconocido

Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El Martillo fue nombrado Director de Debates, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar: La causa, ¡hacía demasiado ruido! Y se la pasaba el tiempo golpeando. El Martillo aceptó la culpa, pero pidió que también fuera expulsado El Tornillo, dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. Ante el ataque El Tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión del Papel de Lija. Hizo ver que era muy áspera en el trato y siempre tenía fricciones con los demás. Y La Lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado El Metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.

En ese momento entró el carpintero, se colocó el delantal e inició su trabajo. Utilizó El Martillo, El Papel de Lija, El Metro, y al Tornillo. Finalmente, la tosca madera inicial se transformó en un lindo mueble.

Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó su deliberación, fue entonces cuando tomó la palabra el Serrucho y dijo: Señores ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos. La asamblea encontró entonces que El Martillo era fuerte, El Tornillo unía y daba fuerza, La Lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que El Metro era preciso y exacto.
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El Auto

Autor Desconocido

Una vez había joven muchacho que estaba a punto de graduarse en sus estudios. Hacia muchos meses admiraba un hermoso auto deportivo en una agencia de autos.

Sabiendo que su padre podría comprárselo le dijo que ese auto era todo lo que quería, así, como se acercaba el día de graduación, el joven esperaba por ver alguna señal de que su padre hubiese comprado el auto.  Finalmente en la mañana del día de graduación su padre le llamó para que fuera a su habitación. Le dijo lo orgulloso que se sentía de tener un hijo tan bueno y lo mucho que lo amaba. El padre tenía en sus manos una hermosa caja de regalo. Curioso y algo decepcionado el joven abrió la caja y encontró una hermosa Biblia de cubiertas de piel y con su nombre escrito con letras de oro.

Enojado le gritó a su padre diciendo: — ¿Con todo el dinero que tienes y lo que me das es esta Biblia?

Salió de la casa y no regreso más. Pasaron muchos años y el joven se convirtió un exitoso hombre de negocios. Tenía una hermosa casa y una bonita familia, pero cuando supo que su padre, que ya era anciano, estaba muy enfermo pensó visitarlo. No lo había vuelto a ver desde el día de su graduación.  Antes de que pudiera partir para verlo recibió un telegrama donde decía que su padre había muerto, y le había heredado todas sus posesiones por lo cual necesitaba urgentemente ir a la casa de su padre para arreglar todos los trámites de inmediato.

Cuando llegó una tristeza y arrepentimiento lleno su corazón. Pronto empezó a ver todos los documentos importantes que su padre tenía y encontró la Biblia que en aquella ocasión su padre le había dado.

Con lágrimas la abrió y empezó a hojear sus páginas. Su padre cuidadosamente había subrayado un verso en Mateo 7:11: "Y si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas guías a vuestros hijos, cuanto más nuestro Padre dará a sus hijos aquello que le pidan." Mientras leía esas palabras unas llaves de auto cayeron de la Biblia. Tenía una tarjeta de la agencia de autos donde había visto ese auto deportivo que había deseado tanto. En la tarjeta estaba la fecha del día de su graduación y las palabras: "TOTALMENTE PAGADO"

¿Cuantas veces hemos rechazado o perdido la oportunidad de disfrutar o vivir algo porque no viene envuelto en paquetes hermosos como nosotros esperamos?
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Cómo Se Hacen los Colores del Arco Iris 

Autor Desconocido.  Original en Inglés, traducción

Érase una vez en que los colores del mundo comenzaron a reñir. Todos reclamaban que ellos eran el mejor, el más importante, el más útil, y el favorito.

El Verde dijo, "Claramente yo soy el más importante.  Soy el signo de vida y de esperanza.  Fui escogido para el pasto, los árboles y las hojas.  Sin mí, todos los animales morirían.  Miren el campo y verán que yo estoy en la mayoría."

El Azul interrumpió, "Ustedes solo piensan de la tierra, pero consideren los cielos y  el mar.  Es el agua la que es la base de la vida y es elevada por las nubes del mar profundo.  El cielo da espacio y paz y serenidad, sin mi paz Ustedes todos serían nada."

El Amarillo se rió, "Ustedes son todos tan serios. Yo traigo risa, regocijo, y calor al mundo. El sol es amarillo, la luna es amarilla, las estrellas son amarillas.  Cada vez que mire un girasol el mundo entero empieza a reír.  Sin mí no habría diversión."

El Naranja próximo empezó a tocar su trompeta. "Yo soy el color de la salud y la fortaleza. Puedo ser escaso, pero soy precioso porque sirvo las necesidades de la vida humana. Llevo las más importantes vitaminas.  Piensen en las zanahorias, las calabazas, naranjas, mangos, y papayas. Yo no ando rondando por ahí todo el tiempo, sino cuando lleno el cielo a la salida y puesta del sol, mi belleza es tan notable que ninguno da otro pensamiento a ninguno de Ustedes."

El Rojo no podía aguantar por más tiempo, gritó, "Yo soy el regente de todos Ustedes! Soy sangrela sangre de la vida! Soy el color de la valentíaestoy dispuesto a pelear por una causa.  Traigo fuego en la sangre.  Sin mí, la tierra estaría tan vacía como la luna.  Soy el color de la pasión y del amor, la rosa roja, la poinsetia y la amapola."

El Púrpura se levantó a su plena altura. Era muy alto y habló con gran pompa. "Soy el color de la realeza y del poder. Los reyes, jefes, y obispos me han siempre escogido a mí, porque soy el signo de autoridad y sabiduría. La gente no me cuestiona!  ellos escuchan y obedecen."

Y así los colores fueron jactándose, cada uno convencido de su propia superioridad.  Su riña se puso cada vez más ruidosa. Súbitamente hubo un relámpago de luz brillante, el trueno tronó y retumbó.

La lluvia empezó a caer sin clemencia. Los colores se agacharon de miedo, acercándose los unos a los otros para confortarse. En medio del clamor, la lluvia empezó a hablar:

"Ustedes tontos colores, peleándose entre Ustedes, cada uno tratando de dominar al resto¿No saben que cada uno de Ustedes fue hecho con un propósito especial, único y diferente? Únanse de las manos y vengan conmigo." Haciendo como a ellos se les dijo los colores se unieron y unieron sus manosLa lluvia continuó: "desde ahora en adelante, cuando llueva, cada uno de Ustedes se estirará a través del cielo en un gran arco de color como un recordatorio de que Ustedes todos pueden vivir en paz. El Arco Iris es un signo de esperanza para el mañana."

Y así, siempre que una buena lluvia lava al mundo, y un arco iris aparece en el cielo, recordemos en apreciarnos los unos a los otros.
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Lección de Amor

 

Autor Desconocido.

"El amor es como una cajita, donde se coloca y se saca... Cuando se da amor, se saca de nuestra cajita y se coloca en la cajita del otro. Cuando se recibe amor, se saca de la cajita del otro y se coloca en la nuestra."

Creo que esa fue la mejor explicación que recibí hasta hoy del amor ...  Si solo se recibe y no se da, la cajita se llena y nadie mas consigue darte amor. Si solo se da, llega un momento que se acaba el tuyo. Por eso en la vida es importante dar y recibir amor. No siempre aquel que recibe de nosotros es quien nos lo da. Ni siempre damos de quien recibimos. Pero siempre estamos haciendo cambios y reciclando nuestro stock de amor.

No dejes que tu cajita se vacíe, ni dejes que tu cajita se llene. Sepa dar y sepa recibir. Coloca amor en todo lo que haces, desde que te levantas hasta que te acuestas, en el trabajo, en el tránsito, en casa... Las cosas, los detalles hechos con amor tienen otro sabor, tanto para quien lo hace como para quien recibe. Coloca amor en tu sonrisa por la mañana. Coloca amor en el Buen Día. Coloca amor en los detalles del día. Coloca amor en las pequeñas cosas, y en las grandes también. Y verás que tu vida estará llena de realizaciones, suceso, alegrías, cosas buenas y amor. Recuerda que la felicidad solo depende de nosotros y vive mejor!!!
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Cuando La Fruta No Alcance

 

Autor Desconocido.

Una vez un grupo de tres hombres se perdieron en la montaña y había solamente una fruta para alimentarlos a los tres, quienes casi desfallecían de hambre. Se les apareció entonces Dios y les dijo que probaría su sabiduría y que dependiendo de lo que mostraran les salvaría. Les preguntó entonces Dios qué podían pedirle para arreglar aquel problema y que todos se alimentaran.

El primero dijo: "Pues aparece mas comida", Dios contestó que era una respuesta sin sabiduría, pues no se debe pedir a Dios que aparezca mágicamente la solución a los problemas sino trabajar con lo que se tiene.

Dijo el segundo entonces: "Entonces haz que la fruta crezca para que sea suficiente", a lo que Dios contestó que no, pues la solución no es pedir siempre multiplicación de lo que se tiene para arreglar el problema, pues el ser humano nunca queda satisfecho y por ende nunca sería suficiente.

El tercero dijo entonces: "Mi buen Dios, aunque tenemos hambre y somos orgullosos, haznos pequeños a nosotros para que la fruta nos alcance". Dios dijo: "Has contestado bien, pues cuando el hombre se hace humilde y se empequeñece delante de mis ojos, verá la prosperidad".

Saben, se nos enseña siempre a que otros arreglen los problemas o a buscar la salida fácil, siempre pidiendo a Dios que arregle todo sin nosotros cambiar o sacrificar nada. Por eso muchas veces parece que Dios no nos escucha pues pedimos sin dejar nada de lado y queriendo siempre salir ganando. Muchas veces somos egoístas y siempre queremos de todo para nosotros.

Seremos felices el día que aprendamos que la forma de pedir a Dios es reconocernos débiles, y ser humildes dejando de lado nuestro orgullo. Y veremos que al empequeñecernos en lujos y ser mansos de corazón veremos la prosperidad de Dios y la forma como Él sí escucha.

Pídele a Dios que te haga pequeño...Haz la prueba!!!!
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Parábola de la Vida

Anthony de Mello

... Propongo a tu consideración la siguiente parábola de la vida: un autobús cargado de turistas atraviesa una hermosísima región llena de lagos, montañas, ríos y praderas. Pero las cortinas del autobús están echadas, y los turistas, que no tienen la menor idea de lo que hay al otro lado de las ventanillas, se pasan el viaje discutiendo sobre quién debe ocupar el mejor asiento del autobús, a quien hay que aplaudir, quién es el más digno de consideración... Y así siguen hasta el final del viaje.
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Encuentras Lo Que Está En Ti

Autor Desconocido.

Una historieta popular del Cercano Oriente cuenta que un joven llegó al borde de un oasis contiguo a un pueblo y acercándose a un anciano le preguntó:
¿Qué clase de personas vive en este lugar?
—¿Qué clase de personas vive en el lugar de donde tú vienes?, preguntó a su vez el anciano.
—Oh, un grupo de egoístas y malvados, replicó el joven, estoy encantado de haberme ido de allí.  A lo cual el anciano contestó:
 —Lo mismo vas a encontrar aquí.

Ese mismo día otro joven se acercó a beber agua al oasis y viendo al anciano, preguntó:
—¿Qué clase de personas vive en este lugar?  El viejo respondió con la misma pregunta:
—¿Qué clase de personas vive en el lugar de donde tú vienes?
—Un magnífico grupo de personas, honestas, amigables, hospitalarias, me duele mucho haberlos dejado.
—Lo mismo encontrarás aquí, respondió el anciano.

Un hombre que había oído ambas conversaciones preguntó al viejo:
—¿Cómo es posible dar dos respuestas diferentes a la misma pregunta?  A lo cual el viejo respondió:
—Cada cual lleva en su corazón el medio ambiente donde vive. Aquel que no encontró nada nuevo en los lugares donde estuvo no podrá encontrar otra cosa aquí. Aquel que encontró amigos allá, podrá encontrar también amigos aquí, porque, a decir verdad, tu actitud mental es lo único en tu vida sobre lo cual puedes mantener control absoluto.

Siempre que tengas una actitud positiva hallarás la verdadera riqueza de la vida. Si miras dentro de ti sabrás que posees una gran fortaleza para entregar y para descubrir todas las cosas buenas en los demás. ¡Qué siempre encuentres un oasis de paz!
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La Verdad Fragmentada

Mónica Barbagallo, del libro: El Camino Hacia Tu Ángel Solar, Volumen II ©
 

Dicen que el hombre un día quiso saber la VERDAD y se la preguntó a Dios. Dios la escribió en un gran disco de piedra y vio que era demasiado grande para que el hombre la comprendiera. Pero, respondiendo a su pedido, arrojó el disco a la Tierra el que se rompió en muchos pedazos.
 
Cada hombre que recogió uno fundó una religión, o una Iglesia, o una filosofía, o ....... Por lo cual, todas ellas tienen una parte de la Verdad, la que va a estar en manos de la humanidad en el momento en que todos se unan. ¡Todos juntos un día!

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Estamos de Paso

Gonzalo Gallo González, Oasis Para Vivir Más y Mejor

 

En el siglo pasado un turista visitó al famoso rabino polaco Hofetz Chaim. Se quedó asombrado al ver que la casa del rabino consistía sencillamente en una habitación atestada de libros. El único mobiliario lo constituían una mesa y una banqueta.

-Rabino, ¿Dónde están tus muebles?, preguntó el turista.
-¿Dónde están los tuyos?, replicó Hofetz.
-¿Los míos?, pero si yo sólo soy un visitante... estoy aquí de paso.
-Lo mismo que yo, dijo el sabio rabino".

El despego es una cualidad de los que saben que estamos acá de paso y son libres sin aferrarse a las cosas.  Si aprecias más la riqueza interior que la exterior vives sencillamente y vives profundamente.  Somos peregrinos.  Avanzamos mucho cuando caminamos ligeros de equipaje.
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Lo Que Está en el Vino

Cuento Oriental Judío 

Cuando Noé estaba plantando una viña, se apareció Satán y pidió permiso para ayudarlo.

Satán trajo primero un cordero, lo mató y vertió su sangre sobre los surcos.  Después empapó la tierra con sangre de león.  A continuación atrapó un mono y usó su sangre del mismo modo.  Y finalmente le tocó el turno a un cerdo.  Entonces Satán le explicó a Noé sus intenciones:

Cuando el hombre tome la primera copa de vino se volverá dulce y alegre como el cordero.  Con la segunda copa, será valiente y peleador como el león, jactándose de su poder.  Después de la tercera copa, se pondrá en ridículo como un mono.  Pero si toma cuatro o más copas se convertirá en un cerdo repugnante, sucio y bestial, capaz de revolcarse en el barro.
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Comparte Tu Maíz

Autor Desconocido

 En cierta ocasión un reportero le preguntó a un agricultor si podía divulgar el secreto de su maíz, que ganaba el concurso al mejor producto, año tras año. El agricultor confesó que se debía a que compartía su semilla con los vecinos.

 —"¿Por qué comparte su mejor semilla de maíz con sus vecinos, si usted también entra al mismo concurso año tras año?" preguntó el reportero.

—"Verá usted, señor," dijo el agricultor.  "El viento lleva el polen del maíz maduro, de un sembradío a otro. Si mis vecinos cultivaran un maíz de calidad inferior, la polinización cruzada degradaría constantemente la calidad del mío. Si voy a sembrar buen maíz debo ayudar a que mi vecino también lo haga".

 Lo mismo es con otras situaciones de nuestra vida. Quienes quieran lograr el éxito deben ayudar a que sus vecinos también tengan éxito. Quienes decidan vivir bien, deben ayudar a que los demás vivan bien, porque el valor de una vida se mide por las vidas que toca. Y quienes optan por ser felices, deben ayudar a que otros encuentren la felicidad, porque el bienestar de cada uno se halla unido al bienestar de todos.

Que Dios les conceda la gracia del éxito en sus vidas compartiendo lo que Dios les da.
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Viéndose a Sí Mismo

Autor Desconocido

 — Cuando mires a tus compañeros procura mirarte a ti mismo, dijo el maestro al discípulo.

— Pero, ¿no es una actitud egoísta?, cuestionó el discípulo. Si nos preocupamos por nosotros mismos jamás veremos lo que los otros tienen de bueno para ofrecer.

— Ojalá siempre consiguiéramos ver las cosas buenas que están a nuestro alrededor —contestó el maestro— pero, en verdad, cuando miramos al prójimo estamos sólo buscando defectos. Intentamos descubrir una maldad, porque deseamos que sea peor que nosotros.  Nunca lo perdonamos si nos hiere porque creemos que jamás seríamos perdonados por él.  Conseguimos herirlo con palabras duras afirmando que decimos la verdad, cuando apenas estamos intentando ocultarla de nosotros mismos.  Fingimos que somos importantes para que nadie pueda ver nuestra fragilidad.  Por eso siempre que estés juzgando a tu hermano ten conciencia de que eres tú quien está en el tribunal.
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Contemplando el Peligro

Autor Desconocido
 

El discípulo dijo al maestro:

—He pasado gran parte de mi vida viendo cosas que no debía ver, deseando cosas que no debía desear, haciendo planes que no debía hacer.

El maestro invitó al discípulo a dar un paseo. Por el camino señaló una planta y preguntó al discípulo si sabía lo que era.

— Belladona.  Puede matar a quien coma sus hojas.

— Pero no puede matar a quien se limite a contemplarla.  De la misma manera los deseos negativos no pueden causar ningún mal, si tú no te dejas seducir por ellos.
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El Diamante 

Anthony de Mello

El sanyasi había llegado a las afueras de la aldea y acampó bajo el árbol para pasar la noche. De pronto llegó corriendo hasta él un habitante de la aldea y le dijo:
— ¡La piedra! ¡La piedra! ¡Dame la piedra preciosa!
— ¿Qué piedra, preguntó el sanyasi.
— La otra noche se me apareció en sueños el Señor Shiva
, dijo el aldeano, y me aseguró que si venía al anochecer a las afueras de la aldea encontraría a un sanyasi que me daría una piedra preciosa que me haría rico para siempre.

El sanyasi rebuscó en su bolsa y extrajo una piedra.

— Probablemente se refería a ésta, dijo mientras entregaba la piedra al aldeano. La encontré en un sendero del bosque hace unos días. Por supuesto que puedes quedarte con ella.

El hombre se quedó mirando la piedra con asombro.  ¡Era un diamante! Tal vez el mayor diamante del mundo, pues, era tan grande como la mano de un hombre. Tomó el diamante y se marchó.

Pasó la noche dando vueltas en la cama, totalmente incapaz de dormir.  Al día siguiente, al amanecer, fue a despertar al sanyasi y le dijo:

— Dame la riqueza que te permite desprenderte con tanta facilidad de este diamante.
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Riqueza, Éxito y Amor 

Autor Desconocido

Una mujer salió de su casa y vio a tres viejos de largas barbas sentados frente a su jardín.  Ella no los conocía y les dijo:

—No creo conocerlos, pero deben tener hambre.  Por favor entren a mi casa para que coman algo.

 Ellos preguntaron:

— ¿Está el hombre de la casa?
—No, respondió ella, no está.
—Entonces no podemos entrar, dijeron ellos.

Al atardecer, cuando el marido llegó, ella le contó lo sucedido.

— ¡Entonces diles que ya llegué, invítalos a pasar!

La mujer salió a invitar a los hombres a pasar a su casa.

—No podemos entrar a una casa los tres juntos, explicaron los viejitos.
— ¿Por qué?, quiso saber ella.

Uno de los hombres apuntó hacia otro de sus amigos y explicó:

—Su nombre es Riqueza.  Luego indicó hacia el otro:
—Su nombre es Éxito y yo me llamo Amor.  Ahora ve adentro y decidan con tu marido a cuál de nosotros
tres desean invitar a vuestra casa.

La mujer entró a su casa y le contó a su marido lo que ellos le dijeron.  El hombre se puso feliz:

— ¡Qué bueno! Y ya que así es el asunto entonces invitemos a Riqueza, que entre y llene nuestra casa.

Su esposa no estuvo de acuerdo:

— Querido, ¿por qué no invitamos a Éxito?

La hija del matrimonio estaba escuchando desde la otra esquina de la casa y vino corriendo:

— ¿No sería mejor invitar a Amor?  Nuestro hogar estaría entonces lleno de amor.
— Hagamos caso del consejo de nuestra hija, dijo el esposo a su mujer.  Ve afuera e invita a Amor a que sea nuestro huésped.

La esposa salió y les preguntó:

— ¿Cuál de ustedes es Amor?  Por favor que venga y que sea nuestro invitado.

Amor se puso de pie y comenzó a caminar hacia la casa.  Los otros dos también se levantaron y le siguieron.  Sorprendida, la dama les preguntó a Riqueza y a Éxito:

— Yo invité sólo a Amor, ¿por qué Uds. también vienen?

Los viejos respondieron juntos:

—Si hubieras invitado a Riqueza o a Éxito los otros dos habrían permanecido afuera, pero ya que invitaste a Amor, donde vaya él, nosotros vamos con él.  Donde quiera que hay amor, hay también riqueza y éxito.

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MI DESEO PARA TI ES...  Donde haya dolor, te deseo paz y misericordia.  Donde hay falta de fe en ti mismo, te deseo una confianza renovada en tu capacidad para superarla.  Donde haya temor, te deseo amor y valor.

Tienes dos opciones ahora:

1. Borra [ignora] esto, o...
2. Invita a Amor mediante esta historia con toda la gente a la que aprecies.

Espero que escojas la opción 2.  Yo lo hice POR TI.
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Sabio Hindú Leyendo Sobre Jesús

Anthony de Mello, del libro "La Oración de la Rana"

A un sabio hindú estaban leyéndole la Vida de Jesús.  Cuando supo cómo Jesús había sido rechazado por su propia gente en Nazaret, exclamó: "Un rabino cuya congregación no desee expulsarlo de la ciudad no es un rabino."

Y cuando oyó cómo los sacerdotes condenaron a muerte a Jesús, suspiró y dijo: "Que difícil le resulta a Satán engañar a todo el mundo... Por eso escoge a destacados eclesiásticos en las diferentes partes del globo."

El lamento de un obispo: "Dondequiera que Jesús estuvo, hubo una revolución; dondequiera que voy yo, me sirven té."
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El Ratón Preocupado

Anthony de Mello
(El texto no es verbatim)

Cuenta una antigua fábula india que había un ratón que estaba siempre angustiado porque tenía miedo del gato.  Un mago se compadeció de él y lo convirtió... en un gato.

Pero entonces empezó a sentir miedo del perro.  De modo que el mago lo convirtió en perro. Luego empezó a sentir miedo de la pantera, y el mago lo convirtió en pantera.  Con lo cual comenzó a temer al cazador.

Llegado a este punto el mago se dio por vencido y volvió a convertirlo en ratón, diciéndole: "Nada de lo que haga por ti va a servirte de ayuda, porque siempre tendrás el corazón de un ratón."
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Ni Tú Ni Yo Somos los Mismos

Mónica Barbagallo

El Buda fue el hombre más despierto de su época.  Nadie como él comprendió el sufrimiento humano y desarrolló la benevolencia y la compasión.

Entre sus primos, se encontraba el perverso Devadatta, siempre celoso del maestro y empeñado en desacreditarlo e incluso dispuesto a matarlo.

Cierto día que el Buda estaba paseando tranquilamente, Devadatta, a su paso, le arrojó una pesada roca desde la cima de una colina con la intención de acabar con su vida.  Sin embargo, la roca sólo cayó al lado del Buda y Devadatta no pudo conseguir su objetivo. El Buda se dio cuenta de lo sucedido y permaneció impasible, sin perder la sonrisa de los labios.

Días después el Buda se cruzó con su primo y lo saludó afectuosamente.  Muy sorprendido Devadatta preguntó:
— ¿No estás enfadado, señor?
—No, claro que no.
Sin salir de su asombro, inquirió:
— ¿Por qué?
Y el Buda dijo:
—Porque ni tú eres ya el que arrojó la roca, ni yo soy ya el que estaba allí cuando fue arrojada.

El Maestro dice:  Para el que sabe ver, todo es transitorio; para el que sabe amar, todo es perdonable.  Repite a diario: Perdono a todo el que necesite mi perdón y me perdono a mi mismo, tres veces al levantarte, tres veces al acostarte por lo menos y siente que perdonas desde el fondo de tu corazón.

Cuando perdonamos actuamos con la energía de nuestra Presencia de Dios interior... y ten en cuenta que con perdonar te quitas una mochila pesada.
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La Verdad, La Herencia Más Noble

Rabindranat Tagore, 1861-1941

Ya el sol se había puesto entre el enredo del bosque sobre los ríos.  Los niños de la ermita habían vuelto con el ganado y estaban sentados al fuego oyendo a su maestro Gautama, cuando llegó un niño desconocido y lo saludó con flores y frutos. Luego, tras una profunda reverencia, le dijo con voz de pájaro:

—Señor Gautama, vengo a que me guíes por el Sendero de la Verdad.  Me llamo Satyakama
—Bendito seas -dijo el Maestro
. ¿Y de qué casta eres, hijo mío? Porque sólo un Brahmín puede aspirar a la suprema sabiduría.
Contestó el niño:
—No sé de qué casta soy, Maestro, pero voy a preguntárselo a mi madre.

Se despidió Satyakama, cruzó el río por lo más estrecho, y volvió a la choza de su madre, que estaba al fin de un arenal, fuera de la aldea ya dormida.  La lámpara iluminaba débilmente la puerta, y la madre estaba fuera, de pie en la sombra, esperando la vuelta de su hijo.

Lo cogió contra su pecho, lo besó en la cabeza y le preguntó qué le había dicho el Maestro.
—¿Cómo se llama mi padre? -dijo el niño
. Porque me ha dicho el Señor Gautama que sólo un Brahmín puede aspirar a la suprema sabiduría.
La mujer bajó los ojos y le habló dulcemente:
—Cuando joven yo era pobre y conocí muchos amos.  Sólo puedo decirte que tú viniste a los brazos de tu madre Jabala, que no tuvo marido.

Los primeros rayos del sol ardían en la copa de los árboles de la ermita del bosque.  Los niños, aún mojado el revuelto pelo del baño de la mañana, estaban sentados ante su Maestro, bajo un árbol viejo.  Llegó Satyakama, le hizo una profunda reverencia al Maestro y se quedó de pie en silencio.

—Dime -le preguntó el Maestro. ¿Sabes ya de qué casta eres?
—Señor
, -contestó Satyakama- no sé.  Mi madre me dijo: Yo conocí muchos amos cuando joven, y tú viniste a los brazos de tu madre Jabala, que no tuvo marido.

Entonces se levantó un rumor como el zumbido iracundo de las abejas hostigadas en su colmena.  Y los estudiantes murmuraban entre dientes de la desvergonzada insolencia del niño sin padre.

Pero el Maestro Gautama se levantó, trajo al niño con sus brazos hasta su pecho y le dijo:
—Tú eres el mejor de todos los brahmines, hijo mío, porque tienes la herencia más noble que es de la verdad.
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Samadhi

Autor Desconocido

El viento paró.  Las aves callaron respetuosas.  El cielo entero pareció detenerse a escuchar mientras dentro del alma del santo ermitaño una voz silenciosa parecía elevarlo a otros mundos: Solo cuando el Alma habla las palabras viven.  Solo cuando el corazón es libre puede el amor ser expresado.  Solo cuando el oído escucha, el verbo actúa.  Solo si los ojos son puestos en la luz pueden los pasos ser dirigidos correctamente.  Solo si el pensamiento calla, el Maestro habla.  Solo en la ausencia de deseos puede la paz florecer.  Solo cuando los ídolos caen puede ser encendida la antorcha de la libertad.  Solo trascendiendo la pequeñez del ser se llega al santuario interior.  Solo en la ausencia de la personalidad, Dios revela su plan.  Solo disolviendo la ilusión del tiempo y el espacio se comprende al espíritu...

... Las horas pasaron y el sol brilló nuevamente en el horizonte.  Y el santo anciano se sumergió en el Samadhi para despertar en los reinos de Dios.

La Conversión

Y vio un destello repentino que alumbró la noche oscura que lo envolvía y sus ojos no volvieron a mirar como antes.  Vio el dolor de los enfermos y supo que necesitaban amor.  Que muchas de sus enfermedades eran producto de la falta de amor.  Vio al rostro de los delincuentes y supo que en sus actos estaban pidiendo amor porque buscaban protestar por la soledad y la incomprensión que sentían.  Vio la angustia de los hambrientos y percibió la falta de amor.  Vio la cara de los malvados y crueles y comprendió la soledad y el temor que rodeaban sus corazones y entendió su imperiosa necesidad de amor.  Vio los ríos contaminados, las tierras resecas, los valles desiertos y supo que el mundo necesitaba amor.  Y entonces pensó: "HOY CANTARÉ AL AMOR, Y MI VIDA SERÁ UN ETERNO ARPEGIO DE AMOR".
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Las Cuatro Esposas

Autor Desconocido

 

Había una vez un rey que tenía cuatro esposas. Él amaba a su cuarta esposa más que a las demás y la adornaba con ricas vestiduras y la complacía con las delicadezas más finas. Sólo le daba lo mejor.

También amaba mucho a su tercera esposa y siempre la exhibía en los reinos vecinos. Sin embargo, temía que algún día ella se fuera con otro.

También amaba a su segunda esposa. Ella era su confidente y siempre se mostraba bondadosa, considerada y paciente con él. Cada vez que el rey tenía un problema, confiaba en ella para ayudarle a salir de los tiempos difíciles.

La primera esposa del rey era una compañera muy leal y había hecho grandes contribuciones para mantener tanto la riqueza como el reino del monarca. Sin embargo, él no amaba a su primera esposa y aunque ella le amaba profundamente, apenas si él se fijaba en ella.

Un día el rey enfermó y se dio cuenta que le quedaba poco tiempo.  Pensó acerca de su vida de lujo y caviló: "Ahora tengo cuatro esposas conmigo pero, cuando muera, estaré solo."  Así que le preguntó a su cuarta esposa: "Te he amado más que a las demás, te he dotado con las mejores vestimentas y te he cuidado con esmero. Ahora que estoy muriendo, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?" "¡Ni pensarlo!", contestó la cuarta esposa y se alejó sin decir más palabras. Su respuesta penetró en su corazón como un cuchillo filoso.

El entristecido monarca le preguntó a su tercera esposa: "Te he amado toda mi vida. Ahora que estoy muriendo, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?"  "¡No!", contestó su tercera esposa.  "¡La vida es demasiado buena!  Cuando mueras, pienso volverme a casar!"  Su corazón experimentó una fuerte sacudida y se puso frío.

Entonces preguntó a su segunda esposa: "Siempre he venido a ti por ayuda y siempre has estado allí para mí. Cuando muera, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?"  "Lo siento, ¡no puedo ayudarte esta vez!", contestó la segunda esposa. "Lo más que puedo hacer por ti es enterrarte".  Su respuesta vino como un relámpago estruendoso que devastó al rey.

Entonces escuchó una voz: "Me iré contigo y te seguiré doquiera tus vayas". El rey dirigió la mirada en dirección de la voz y allí estaba su primera esposa. Se veía tan delgaducha, sufría de desnutrición.  Profundamente afectado, el monarca dijo: "Debí haberte atendido mejor ¡cuando tuve la oportunidad de hacerlo!"

En realidad, todos tenemos cuatro esposas en nuestras vidas. Nuestra cuarta esposa es nuestro cuerpo. No importa cuanto tiempo y esfuerzo invirtamos en hacerlo lucir bien, nos dejara cuando muramos.

Nuestra tercera esposa es nuestras posesiones, condición social y riqueza. Cuando muramos, irán a parar a otros.

Nuestra segunda esposa es nuestra familia y amigos. No importa cuanto nos hayan sido de apoyo a nosotros aquí, lo más que podrán hacer es acompañarnos hasta el sepulcro.

Y nuestra primera esposa es nuestro espíritu, frecuentemente ignorado en la búsqueda de la fortuna, el poder y los placeres del ego. Sin embargo, nuestro espíritu es lo único que nos acompañará doquiera que vayamos.

Comentario

Así que, ¡despierta ahora!  Es el más grande regalo que te puedes ofrecer. Deja salir a tu espíritu libremente!  Que él sea quien te guíe.

Una forma muy práctica para empezar la búsqueda del espíritu (tu despertar) es la Aceptación de nuestra condición divina y fue amorosamente dejada a nosotros por Nuestro Señor Jesucristo.

Ahora, si así lo quieres, envíala [esta historia] a aquellas personas que quieren liberarse de la ficción (Maya) y gozar el espíritu. ¿Sabes por qué?  Porque tontamente nos dedicamos a adorar a nuestro cuerpo, a nuestra riqueza y a nuestros parientes y amigos, y no dejamos tiempo para la única posesión valiosa: El Espíritu. Sin embargo, yo que cualquier descripción es vana ante la realidad: solo quien a probado un caramelo conoce su sabor. ¡Te deseo un feliz despertar!
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El Secreto de la Felicidad

Paulo Coelho

Cierto mercader envió a su hijo con el más sabio de todos los hombres para que aprendiera el Secreto de la Felicidad.  El joven anduvo durante cuarenta días por el desierto, hasta que llegó a un hermoso castillo, en lo alto de la montaña.  Allí vivía el sabio que buscaba.

Sin embargo, en vez de encontrar a un hombre santo, nuestro héroe entró en una sala y vio una actividad inmensa; mercaderes que entraban y salían, personas conversando en los rincones, una pequeña orquesta que tocaba melodías suaves y una mesa repleta de los más deliciosos manjares de aquella región del mundo.

El sabio conversaba con todos, y el joven tuvo que esperar dos horas para que lo atendiera.  El sabio escuchó atentamente el motivo de su visita, pero le dijo que en aquel momento no tenía tiempo de explicarle el Secreto de la Felicidad. Le sugirió que diese un paseo por su palacio y volviese dos horas más tarde.

—Pero quiero pedirte un favor —añadió el sabio entregándole una cucharita de té en la que dejó caer dos gotas de aceite—. Mientras caminas, lleva esta cucharita y cuida que el aceite no se derrame.

El joven comenzó a subir y bajar las escalinatas del palacio manteniendo siempre los ojos fijos en la cuchara.  Pasadas las dos horas, retornó a la presencia del sabio.

 —¿Qué tal? —preguntó el sabio— ¿Viste los tapices de Persia que hay en mi comedor? ¿Viste el jardín que el Maestro de los Jardineros tardó diez años en crear? ¿Reparaste en los bellos pergaminos de mi biblioteca?

El joven avergonzado, confesó que no había visto nada.  Su única preocupación había sido no derramar las gotas de aceite que el Sabio le había confiado.

 —Pues entonces vuelve y conoce las maravillas de mi mundo, dijo el Sabio.  No puedes confiar en un hombre si no conoces su casa.

 Ya más tranquilo, el joven tomó nuevamente la cuchara y volvió a pasear por el palacio, esta vez mirando con atención todas las obras de arte que adornaban el techo y las paredes.

 Vio los jardines, las montañas a su alrededor, la delicadeza de las flores, el esmero con que cada obra de arte estaba colocada en su lugar.  De regreso a la presencia del Sabio, le relató detalladamente todo lo que había visto.

—¿Pero dónde están las dos gotas de aceite que te confié?, preguntó el Sabio.  El joven miró la cuchara y se dio cuenta de que las había derramado.

 —Pues éste es el único consejo que puedo darte —le dijo el más Sabio de todos los Sabios—.  El Secreto de la Felicidad está en mirar todas las maravillas del mundo, pero sin olvidarse nunca de las dos gotas de aceite en la cuchara.

 

“El Secreto de la Felicidad está en saber disfrutar de los grandes placeres de la vida sin olvidar las pequeñas cosas que tenemos a nuestro alcance"...
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El Muchachito de Mal Carácter

Autor Desconocido

Esta es la historia de un muchachito que tenía muy mal carácter.  Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta.  El primer día, el muchacho clavo 37 clavos detrás de la puerta. Las semanas que siguieron, a medida que él aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta. Descubrió que era más fácil controlar su genio que clavar clavos detrás de la puerta.

 Llegó el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día. Después de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta.

 Su padre lo tomo de la mano y lo llevo hasta la puerta.  Le dijo:

—Has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma.  Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves.

 

Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero del modo como se lo digas lo devastara, y la cicatriz perdurara para siempre. Una ofensa verbal es tan dañina como una ofensa física.

 Los amigos son en verdad una joya rara. Ellos te hacen reír y te animan a que tengas éxito. Ellos te prestan todo, comparten palabras de elogio y siempre quieren abrirnos sus corazones. Muestra a tus conocidos y amigos cuanto te importan y envía este mensaje a quien consideres tu AMIGO, incluso si al final terminas enviándolo a quien te lo mando primero. Si es que este mensaje regresa a ti, entonces tu sabrás que tienes un circulo de amigos.

 TÚ ERES MI AMIGO/A.  Ahora envía este mensaje a cada conocido que tengas!! Y a tus amigo(a)s. Este mensaje me lo envió un amigo y ahora lo comparto contigo.  Por favor si alguna vez deje una cicatriz en tu puerta, discúlpame y gracias por ser mi amigo/a.
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Las Siete Maravillas del Mundo

Autor Desconocido

Un grupo de estudiantes de Geografía estudiaba las siete maravillas del mundo.  Al término de la clase se les pidió hacer una lista de las que ellos consideraban deberían ser realmente las Siete Maravillas del Mundo.

A pesar de algunos desacuerdos, la mayoría votó por lo siguiente: Las Pirámides de Egipto, El Taj Mahal, El Gran cañón, El Canal de Panamá, El Empire State, La Basílica de San Pedro, La Muralla China.

Mientras se hacía la votación el maestro notó que una estudiante permanecía aún callada y no había entregado aún su lista.  Así que le preguntó si tenía problema para hacer aún su elección.  La muchacha tímidamente respondió:

—Sí, un poco.  No podía decidirme pues son tantas las maravillas.

El maestro dijo:
—Bueno, dinos lo que haz escrito y tal vez podamos ayudarte.

La muchacha titubeó y después leyó:
—Creo que las Siete Maravillas son: Poder tocar, poder saborear, poder ver, poder escuchar.
..

Titubeando un poco continuó:
—Poder sentir, poder reír y... poder amar.

Al terminar de leerlas el salón de clase quedó en un silencio absoluto.

 

Es muy sencillo para nosotros poder ver muchas de las hazañas del hombre y referirnos a ellas como maravillas, cuando a veces pasan desapercibidas las maravillas que Dios hizo por nosotros y que son sencillamente “comunes”.

¡Que hoy te acuerdes de aquellas cosas que son realmente maravillosas!
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Escucha al Crítico, Pero...

Anthony de Mello, S.J., ¿Quién Puede Hacer Que Amanezca?

A un individuo dotado de auténtico espíritu emprendedor pero al que desalentaban las frecuentes críticas que se le hacían, le dijo el Maestro: "Escucha las palabras del crítico que te revelarán lo que tus amigos tratan de ocultarte".

 Y añadió: "Pero no te dejes abrumar por lo que el crítico diga. Nunca se ha erigido una estatua en homenaje a un crítico. Las estatuas son para los criticados".
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 El Niño y el Yogui

Autor Desconocido

Un niño de corta edad jugaba con un barquito en un estanque. Estaba totalmente absorto en su juego. Un yogui que pasaba por el lugar se acercó a él y comenzó a hablarle y hacerle preguntas. El niño estaba ensimismado con las evoluciones del barquito sobre las aguas que ni siquiera reparó en la presencia del adulto.

Entonces el yogui se postró ante él y dijo:

eres mi maestro. Ojalá que cada vez que me siente a meditar pueda estar tan concentrado como dirigiendo mis pensamientos al Ser Supremo y que, como te sucede a ti, nada pueda distraerme.

Dice el Maestro: Que durante la meditación todo tu ser esté dirigido hacia el objeto de introspección.
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