L  a  G r a n  E n c i c l o p e d i a   I l u s t r a d a  d e l   P r o y e c t o  S a l ó n  H o g a r

 

EL MUNDO EN GUERRA

 
 
Ebullición Europea

 
Cesantes de 1929

 
Explosión de una bomba nuclear.


 
Benito Mussolini y Adolf Hitler, máximos exponentes del fascismo.


 
Adolf Hitler.


 
Francisco Franco


 
Glosario
Estado totalitario: se caracteriza por la concentración absoluta del poder en el Estado, lo que permite controlar completamente todas las actividades humanas.
Parlamentarismo: régimen político en que los ministros son responsables ante el Parlamento, que ostenta la representación nacional.
Especulación: hacer operaciones bancarias o comerciales sin un real respaldo económico.

 
¿Sabías que?
Los países vencedores de la Primera Guerra Mundial impusieron a Alemania la disminución de su ejército en cien mil hombres, la prohibición de reorganizar su aviación y la entrega de su flota de guerra.
Se dice que, en 1929, la deuda del Estado, granjeros e industriales estadounidenses sumaba las tres cuartas partes de los ingresos de ese país.

A la sombra del hongo nuclear

Si hay algo que caracterizó al siglo XX fueron las dos guerras mundiales, que acabaron con millones de vidas y produjeron pérdidas incalculables a todos los países involucrados, afectando, de paso, al resto del mundo.

Sin embargo, la aparición de la bomba atómica, con la capacidad de borrar prácticamente todo tipo de vida sobre el planeta y su acumulación por las grandes potencias durante el siglo pasado, fue la constante amenaza que vivió la humanidad durante el período conocido como Guerra Fría. Con la caída de la ex Unión Soviética, que provocó toda una reestructuración del este europeo, ha habido una distensión en ese aspecto, y, por otra parte, también ha permitido que el mundo entre en una nueva etapa con la Globalización.

Son estos temas, la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría, la recomposición de Europa oriental y la Globalización, aparte de la Gran Depresión de 1929, los que te describiremos a continuación.

El período de entreguerras

Tras la Primera Guerra Mundial, Europa sufrió una gran transformación, pues nacieron nuevos estados desde las cenizas de los cuatro grandes imperios que existían hasta ese momento: austro-húngaro, otomano, ruso y alemán. Los nuevos países fueron: Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Checoslovaquia, Hungría y Yugoslavia.

Junto con la firma del tratado de Versalles, que puso fin al conflicto armado con Alemania, se sentaron las bases de la futura Segunda Guerra Mundial, pues este país se sintió humillado al perder el 13 por ciento de su territorio, vetársele el ingreso a los organismos internacionales y exigirle el pago -al considerársele como el único responsable de la guerra- de 220 millones de marcos, cantidad exagerada, que con los años se fue reduciendo.

El rencor provocado por estos duros requerimientos sería uno de los principales factores que llevarían a los alemanes a provocar la segunda confrontación bélica mundial. Otro punto delicado, que también influiría en la próxima contienda, fue el corredor polaco, que Alemania tuvo que ceder a Polonia y Prusia occidental, separando a la Prusia oriental, que siguió en poder de Alemania, del resto de este país por ese corredor.

Fuera de los resentimientos alemanes, la destrucción de Europa y los cambios políticos sumieron a este continente en una peligrosa inestabilidad social y económica. Este fue el caldo de cultivo para que surgieran movimientos que explotaban el nacionalismo, en contraposición a las tendencias socialistas. De estas posiciones se alimentaron el fascismo italiano y el nacionalsocialismo alemán. Ambos defendían el Estado totalitario (ver glosario).

Paralelamente, al comenzar a consolidarse la Unión Soviética, el comunismo inició su avance ideológico por el mundo, causando también una gran agitación social.

El Duce

Al término de la guerra y en medio de los paros, huelgas y el hambre, apareció con fuerza la figura de Benito Mussolini, antiguo militante socialista, maestro de escuela y periodista, quien fundó en 1919, los fasci di combattimento, milicia armada que atacaba tanto a los liberales como a los socialistas y comunistas. Unos años después, en 1921 fundó el Partido Nacional Fascista, y en octubre de 1922 organizó la marcha sobre Roma, liderando a 40.000 fascistas, conocidos como los camisas negras, y exigiendo al rey Víctor Manuel III la entrega del poder.

Convertido en el hombre fuerte de Italia con el nombre de Duce, creó un Estado totalitario y corporativo, consolidado a partir de 1925. Mussolini quería restablecer la grandeza romana y convertir a Italia en un gran imperio.

Su agresiva política exterior lo llevó a invadir Abisinia (Etiopía) en 1935, intervenir en la guerra civil española en favor del franquismo en 1936 y ocupar Albania en 1939. Ese mismo año formó una alianza con Alemania, con la que constituyó el Eje Roma-Berlín.

El Führer

Con la población alemana angustiada por la falta de trabajo (había millones de cesantes), los capitalistas asustados por el avance de los comunistas y el ejército con deseo de venganza por su derrota en la guerra, no fue extraño que aparecieran y florecieran grupos con ideas radicales para terminar con el desorden. Uno de ellos fue el partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (partido nazi), liderado por su fundador Adolf Hitler, quien había combatido en la Primera Guerra Mundial y que propiciaba la superioridad de la raza aria, de la cual derivaba el pueblo alemán. Hitler aseguraba que había que depurar (purificar) la raza, y para eso era necesario eliminar a las más débiles, como la judía. Además, atribuía las causas de la ruina económica y moral al socialismo marxista, con su espíritu materialista; al parlamentarismo (ver glosario), con su irresponsabilidad, y al capitalismo financiero dominado por los judíos.

Asimismo, el caudillo alemán defendía el Estado totalitario:“tú no eres nada; tu nación lo es todo”, donde el partido nazi, que debía ser el único que asumiera la conducción política, y el Estado, debían ser organizados sobre el principio del Führer, del liderazgo, el cual quedaba en manos de mentes superiores.

En 1933, Hitler fue nombrado Canciller. Los partidos políticos y los sindicatos fueron prohibidos o suspendidos, se abrieron campos de concentración para los presos políticos y se impusieron medidas discriminatorias contra los judíos.

Paralelamente, Alemania inició su recuperación económica. Ya en 1939 alcanzó el segundo puesto en la economía mundial, gracias a su propio esfuerzo y, especialmente, a los créditos que recibía de Estados Unidos.

En 1934 murió el entonces Presidente de Alemania Paul von Hindenburg, y Hitler asumió como Jefe de Estado y Jefe de Gobierno. Así quedó definitivamente instaurado el régimen totalitario del Führer, conocido como el Tercer Reich. Un año más tarde, Alemania repudió el tratado de Versalles e inició su rearme, para así poder reunir, por la fuerza, a todos los hombres y pueblos de habla alemana en la “Gran Alemania”. Por ello Hitler consideraba fundamental conquistar el ‘espacio vital’ en la Europa oriental a costa de los pueblos eslavos y de la Rusia comunista.

La caída de la bolsa en 1929

Mientras en Europa central y oriental se organizaban los poderosos regímenes totalitarios, los países democráticos se vieron sacudidos por graves crisis económicas y profundas agitaciones sociales. Particularmente seria fue la crisis económica iniciada en 1929.

Los antecedentes provenían, curiosamente, del extraordinario desarrollo económico de Estados Unidos. Pero este era algo artificial, sostenido por una especulación (ver glosario) sin límites y sin un real respaldo en las empresas. Los precios de las acciones en la bolsa alcanzaron cifras altísimas, pero alejadas de la realidad.

El pánico se apoderó de los inversionistas a partir del jueves 24 de octubre de 1929, en el llamado jueves negro, cuando la bolsa de Nueva York, en Estados Unidos, colapsó debido a que se corrió el rumor de que la bonanza estaba a punto de terminarse. Los valores de las acciones cayeron dramáticamente. Millares de personas quedaron arruinadas y otras en apuros financieros corrieron a los bancos para sacar sus ahorros, lo que provocó el cierre de miles de ellos. Al caer la demanda por mercancías, pues no había dinero, las fábricas suspendieron sus trabajos y el desempleo aumentó en forma alarmante, calculándose que en 1932 había cerca de 12 millones de cesantes en Estados Unidos.

Este desastre se recuerda como la quiebra de Wall Street y afectó también a Europa y al resto del mundo, pues Estados Unidos ya no podía invertir en el extranjero.

La guerra civil española

En España se desarrollaría lo que sería un feroz anticipo del conflicto armado que afectaría a gran parte del planeta: la Guerra Civil Española.

En julio de 1936 había dos bandos que querían hacerse del poder: la derecha (dándose el nombre de nacionalistas), que dominaba la mayor parte del norte del país, y los republicanos, que controlaban el sur, incluyendo Madrid.

Siguió una lucha durante la cual ambos bandos cometieron terribles atrocidades. Los nacionalistas fueron ayudados por Italia y Alemania en armas y hombres; los republicanos por Rusia, pero débilmente.

La guerra concluyó cuando Madrid cayó en manos de los nacionalistas comandados por el general Francisco Franco, quien, tomando el título de Caudillo, estableció un gobierno fundado en el modelo fascista.

Campos de la muerte

 
Tanque Crucero Covenantor, usado en la Segunda Guerra Mundial, durante su fase de entrenamiento, en 1940.


 
Winston Churchill


 
Prisioneros recién liberados del campo de concentración de Buchenwald.


 
Winston Churchill, Primer Ministro de Inglaterra; Franklin D. Roosevelt, Presidente de Estados Unidos, y José Stalin, estadista soviético, en la conferencia de Yalta, donde se configuró el mapa europeo de la posguerra.


 
El Eje Tokio-Roma-Berlín
En otras partes de Europa también surgieron dictaduras, como en Hungría, Yugoslavia y Turquía. Por su parte, en el extremo Oriente, Japón avanzaba a pasos agigantados hacia el militarismo (en 1931 invadió Manchuria), que culminaría con el general Hideki Tojo (en la foto) asumiendo el poder como Primer Ministro en 1941. Esto fue reforzado por el pacto anticomunista que firmó en 1936 con Alemania e Italia, con lo que se formaba el eje Tokio-Roma-Berlín, base de uno de los bandos que se involucraría en la Segunda Guerra Mundial.

 
Cae Mussolini
Con las derrotas sufridas, la popularidad de Mussolini se vino abajo y con él, la del régimen fascista. El Duce fue arrestado pero luego fue liberado por los alemanes. Sin embargo, cuando estos fueron derrotados, guerrilleros italianos capturaron a Mussolini colgándolo en una plaza pública de Milán. Italia, arruinada, se rindió en 1943, aunque siguió combatiendo por los aliados.

 
Glosario
Anexar: en este caso, unir un territorio a otro de tal manera que se cree una dependencia del último con el primero.
Submarino: barco de guerra capaz de navegar bajo el agua.

 
¿Sabías que?
Una de las tácticas que usaron los soviéticos para repeler la invasión alemana a su país fue esperar al invierno ruso, cuya crudeza fue fatal para los germanos.

La furia mundial de las armas

Hitler fue dando poco a poco los pasos que desencadenarían la Segunda Guerra Mundial: en marzo de 1938 invadió Austria, declarando el Anschluss (unión de Austria y Alemania); en septiembre del mismo año se anexó (ver glosario) los Sudetes, territorios checoslovacos donde la población alemana era mayoría. Posteriormente, con la ayuda de Polonia y Hungría, ocupó Checoslovaquia. Todo esto ante la impotencia de la Sociedad de las Naciones.

Preocupado por la amenaza de la Unión Soviética (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS), Hitler firmó en agosto de 1939 un pacto de no agresión con este poderoso país. Así quedó libre para invadir, el 1 de septiembre de ese mismo año, al país vecino Polonia, mediante la táctica de blitzkrieg o guerra relámpago, donde usaba su poder militar en forma intensiva y rápida. Ante esta operación, Inglaterra -apoyada por casi todos los miembros de la Comunidad Británica- y Francia declararon la guerra a Alemania. Había estallado la Segunda Guerra Mundial.

La Europa nazi

Alemania y la URSS se repartieron Polonia. Además, la Unión Soviética ocupó Finlandia y la obligó a cederle parte de su territorio. Las Repúblicas bálticas (Estonia, Lituania y Estonia) fueron incorporadas a la Unión Soviética.

Usando sus unidades blindadas y a la aviación, Hitler tuvo espectaculares victorias. En abril de 1940 las fuerzas germanas invadieron Dinamarca y Noruega. El mismo año ocuparon Holanda, Bélgica, Luxemburgo, irrumpieron en Francia y cortaron las comunicaciones de los aliados, que fueron evacuados en Dunquerque.

Del continente europeo, solo Inglaterra continuaba la lucha. Para atacarla, Hitler confió en su poderío aéreo y bombardeó numerosas veces las ciudades inglesas. Pero bajo la dirección del Primer Ministro inglés Winston Churchill, esta nación no cedió. Finalmente, el líder alemán suspendió la “batalla de Inglaterra”.

Por su parte Italia, que había entrado en guerra el 10 de junio de 1940 apoyando a Alemania, atacó a Inglaterra en el norte de África y a Grecia en los Balcanes, zona donde las fuerzas alemanas, junto a las de Hungría y Bulgaria, también invadieron Yugoslavia (abril de 1941).

Entusiasmado y convencido de que era necesario para consolidar definitivamente su poder, el 22 de junio de 1941 Hitler invadió la URSS, traicionando el pacto de no agresión mutua con este país.

Con casi toda Europa a sus pies, intentó crear el Nuevo Orden, que en el fondo era germanizar a este continente, sometiéndolo al dominio de la superior raza aria, según Hitler. Para eso creó numerosos campos de concentración (ver infografía) donde fueron enviados millares de prisioneros. En ellos murieron casi seis millones de judíos, pero también fueron asesinados europeos de otras nacionalidades y religiones.

Despierta Estados Unidos

Si bien Estados Unidos se había mantenido neutral en el conflicto, con lentitud comenzó a mostrar sus preferencias por los aliados, a los cuales ayudó económicamente, sobre todo a Inglaterra.

Sin embargo, Japón, que con su agresión a Tailandia e Indochina había provocado una gran tensión en Asia, atacó con 250 aviones, sin previa declaración de guerra, a la flota norteamericana en Pearl Harbor, Hawaii, el 7 de diciembre de 1941. Para la nación oriental, el poder de Estados Unidos en el Pacífico era un obstáculo serio a sus aspiraciones de expandirse hacia el continente asiático y las islas de la Polinesia.

Ante la agresión, Estados Unidos y los aliados (excepto la URSS) declararon la guerra a Japón. A su vez, Alemania y sus aliados (excepto Finlandia) declararon la guerra a los estadounidenses. El conflicto se había hecho mundial.

Comienza la recuperación

En 1942, el panorama era desfavorable para los aliados, ya que las potencias del Eje habían logrado grandes avances. Japón había conquistado las Filipinas, muchas islas del Pacífico y todo el sudeste de Asia. En la Unión Soviética, las fuerzas alemanas habían llegado a Stalingrado y al Cáucaso. En África, el Eje se había apoderado de Túnez, Libia, Marruecos y el general alemán Erwin Rommel parecía a punto de conquistar El Cairo. En la guerra naval, los submarinos (ver glosario) alemanes amenazaban con aniquilar a las flotas aliadas.

Sin embargo, una serie de victorias aliadas, cuyos principales países eran Inglaterra, Estados Unidos y la URSS, comenzaron a cambiar el escenario bélico.

En octubre de 1942, la victoria del mariscal inglés Bernard Montgomery en El Alamein, seguida por el desembarco de tropas norteamericanas en Argelia, constituyó un triunfo total sobre las fuerzas del Eje en el norte de África.

Se silencian los cañones

La situación en el Pacífico se volvió en contra de los japoneses. Las victorias navales del Mar de Coral y de Midway, de Estados Unidos, le permitieron desembarcar, no sin una feroz resistencia, en Guadalcanal. Comandadas por el general Douglas McArthur y los almirantes William F. Halsey y Chester W. Nimitz, comenzaron la recuperación isla por isla, lo que les permitió recobrar las Filipinas en 1945 y llegar con sus fuerzas hasta las puertas del Japón en Iwo-Jima y Okinawa.

Por otra parte, Hitler había subestimado las fuerzas soviéticas. Después de grandes avances, los nazis fueron asediados por divisiones siberianas que les hicieron retroceder. A pesar de contar con tres millones de hombres, los alemanes pierden batallas y, en febrero de 1943, el general Friedrich Von Paulus, al mando del VI Ejército alemán, es derrotado y capturado en Stalingrado. Y en el norte son las tropas de Erich Von Manstein las que caen. Hitler había fracasado rotundamente en Rusia. De hecho, el ejército soviético llegó en 1944 al interior de Polonia y Hungría, y expulsó a las fuerzas del Eje de los Balcanes.

En cuanto al poderío naval de Alemania, basado sobre todo en sus submarinos, este fue prácticamente eliminado al fin de la batalla del Atlántico.

Día “D”

Mientras las tropas soviéticas avanzaban en medio de violentas luchas hacia las fronteras orientales de Alemania, y en el centro de Italia los aliados encontraban dura resistencia germana, Estados Unidos y Gran Bretaña preparaban el asalto por el oeste.

El 6 de junio de 1944, dirigidos por el general Dwight Eisenhower, desembarcaron en Normandía, en la costa francesa, en lo que se conoce como el día “D”. Desde ahí comenzaron a avanzar, provocando la retirada de los alemanes. A fines de 1944 fueron liberadas Francia y Bélgica. Se conquistaron Grecia y Checoslovaquia.

Los sistemáticos bombardeos de la aviación aliada destruyeron ciudades alemanas, desarticularon el sistema de transporte y paralizaron la producción industrial.

La resistencia alemana se derrumbó y el 28 de abril Hitler se suicidó. Con posterioridad, el 2 de mayo, cayó Berlín en manos de las tropas soviéticas, a las que luego se les unieron las aliadas, y Alemania, totalmente en ruinas, firmó la rendición el 7 y 8 de mayo de 1945.

Meses más tarde, en agosto, y con el fin de terminar rápidamente con la resistencia japonesa, el Presidente de Estados Unidos, Harry Truman, ordenó lanzar sobre una ciudad nipona, Hiroshima, una nueva y destructora arma: la bomba atómica. En pocos segundos quedaron destruidos 60.000 edificios y murieron 64.000 personas. También Nagasaki, otra urbe japonesa, sufrió ese mes los efectos de una bomba similar. Japón se rindió incondicionalmente.

La Segunda Guerra Mundial, que dejó 22 millones de muertos, 35 millones de heridos e incalculables pérdidas materiales, había terminado.

Consecuencias de la guerra

Entre las numerosas consecuencias que dejó la Segunda Guerra Mundial, se encuentran:

División de Alemania en cuatro zonas repartidas entre Estados Unidos, Unión Soviética, Inglaterra y Francia, aunque en 1949 quedaría dividida en la República Democrática Alemana (bajo influencia comunista o soviética) y República Federal y Democrática (con un gobierno pro-occidental y capitalista instaurado por Estados Unidos, Francia e Inglaterra).
El juicio a los máximos dirigentes nazis sobrevivientes en la ciudad alemana de Nuremberg.
La creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para mantener la paz mundial.
El fin de la supremacía de Europa en el mundo a manos de dos superpotencias: Estados Unidos y la Unión Soviética, cuya mutua desconfianza daría origen a la llamada guerra fría, que mantendría al mundo al borde de una Tercera, y tal vez, catastrófica Guerra Mundial.
Una nueva división territorial y política del viejo continente.

Bloques de fríos enemigos

 
El secreto de la bomba atómica

 
Un soldado ruso le quita la bicicleta a una berlinesa, que intenta, en vano, defenderse.


 
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José Stalin


 
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En el desfile de los 50 años del aniversario de la revolución comunista, en plena Guerra Fría, los soviéticos mostraron a todo el mundo su poderío militar.


 
La guerra de Corea
Liberada tras la derrota japonesa, Corea quedó dividida por el paralelo 38¼ en dos zonas: la del norte, comunista y patrocinada por los soviéticos, y la del sur, nacionalista y respaldada por Estados Unidos. En junio de 1950, Corea del Norte invadió Corea del Sur.
El conflicto tomó dimensiones internacionales. Estados Unidos movilizó sus tropas en defensa del sur, al mando del general Douglas McArthur, mientras que China prestó su apoyo a la Corea comunista. En 1953 se firmó un armisticio que mantuvo la división de Corea.
Esta guerra, la más seria y violenta de posguerra, inició el distanciamiento entre Estados Unidos y la Unión Soviética.

 
¿Sabías que?
Durante el puente aéreo sobre Berlín, muchos niños esperaban con ansias un avión en especial, pues su piloto siempre se las arreglaba para lanzarles chocolates.
A pesar de haber liderado el triunfo de Inglaterra en la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill no fue reelegido como Primer Ministro británico.

El mundo de la posguerra

Luego de la Segunda Guerra Mundial, dos superpotencias marcaron gran parte de la posguerra y del siglo XX con sus enfrentamientos ideológicos: la Unión Soviética, liderando al este o comunismo, y Estados Unidos, encabezando al oeste o capitalismo. Por ello es necesario revisar algunas etapas de sus complicadas relaciones, que algunos entendidos han denominado: guerra fría y coexistencia pacífica. Luego, describiremos algunos de los hitos más importantes de estos períodos.

La guerra fría

José Stalin, líder de la URSS, quería firmemente consolidar la posición de su país en los estados de la Europa oriental, como una manera, también, de protegerse del mundo capitalista occidental.

Por otro lado, Harry Truman deseaba contener la expansión comunista mundial. Un método fue el Plan Marshall, por el cual se auxilió económicamente a las naciones amigas, en especial europeas, como una forma de fortalecerlas también políticamente, evitando la instalación del comunismo.

Las dos superpotencias esperaban debilitar a su enemigo, apoyando a los grupos partidarios de cada causa, pero sin llegar a un enfrentamiento bélico directo, debido a que ambas contaban con poderosos arsenales nucleares.

Por eso, este período, que algunos estudiosos han ubicado entre 1947 y 1962, fue bautizado como guerra fría, un estado intermedio entre la guerra declarada y la paz.

Sin embargo, el miedo a la guerra nuclear no significó que no hubiera enfrentamientos bélicos, como la Guerra de Corea, o situaciones tensas como la crisis de los misiles en Cuba, y una serie de conflictos en la Europa oriental, como luego veremos.

Con estos antecedentes, no fue extraño que cada superpotencia propiciara alianzas militares como las siguientes:

En abril de 1949 nació la Organización del Atlántico Norte, OTAN, creada por Estados Unidos y otros países: Bélgica, Gran Bretaña, Canadá, Dinamarca, Islandia, Francia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos (Holanda), Noruega y Portugal.

Por su parte, la URSS promovió el Pacto de Varsovia, en mayo de 1955, que firmaron Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, República Democrática Alemana, Hungría, Polonia y Rumania.

La coexistencia pacífica

Tras los fuertes roces producidos, la Unión Soviética y los Estados Unidos intentaron alejar el peligro de una guerra nuclear, comenzando el período de la coexistencia pacífica, donde reconocían sus áreas de influencia, por lo que decidieron luchar ideológicamente en aquellas regiones donde aún no estaba claro cuál era la posición a seguir.

Entre las razones para llegar a este punto estaba el debilitamiento de los grandes bloques, debido al surgimiento económico del continente europeo, reflejado en la Comunidad Económica Europea (CEE) y del Japón, además de que países como Francia querían alcanzar una fuerza nuclear propia. En el caso de la URSS, algunos de los países bajo su dominio ya habían manifestado sus deseos de independencia, lo que se hizo más frecuente en esta etapa de coexistencia pacífica.

Otro factor fue la tendencia anticolonialista, que ya se había iniciado después de la Segunda Guerra Mundial, donde comenzaron a desaparecer los grandes imperios coloniales, en algunos casos pacíficamente y, en otros, después de sangrientas guerras. Así surgieron a lo largo de los años países como India, Pakistán, Indonesia, Marruecos, Túnez, Ghana, Nigeria, Kenya, Uganda, Tanzania y Zambia. Sin embargo, estos nuevos países seguirían dependiendo de los más desarrollados, con lo que se inicia una nueva forma de imperialismo y se generaliza la denominación de Tercer Mundo para referirse a ellos.

No obstante, recién en la década del 60 se comenzaron a producir reales acercamientos entre las grandes potencias, favorecidos por la intensas protestas en Estados Unidos como consecuencia de la guerra de Vietnam y los problemas económicos que afectaron al poderoso país norteamericano.

De la misma manera, en la Unión Soviética igualmente hubo presiones por mejorar el bienestar económico. Por ello se suscribieron varios acuerdos comerciales entre esa nación y Estados Unidos.

Por último, la calidad de potencia mundial que alcanzó China fue otro foco de atención. Estados Unidos, a través de su Presidente Richard Nixon, y de su Secretario de Estado, Henry Kissinger, se acercó a los asiáticos, liderados por Mao Tse Tung, por su actitud moderada a pesar de tener un gobierno marxista, aunque desligado de la URSS.

Sin embargo, tuvieron que pasar muchos años para que la tensión entre estos dos bloques superpoderosos llegara a su fin, con el derrumbe de la Unión Soviética, a partir de 1985, debido a la influencia de Mijail Gorbachov, en una materia que veremos más adelante.

Problemas tras la cortina de hierro

Tras la “cortina de hierro”, como se denominaba a los países de la órbita soviética, hubo varios levantamientos que fueron reprimidos por la URSS. El más sangriento fue el de Hungría, producido entre octubre y noviembre de 1956. En las ciudades de ese país murieron más de 25.000 húngaros y unos siete mil soviéticos en una muestra de violencia que conmocionó al mundo. La ONU condenó la invasión y la carrera atómica se aceleró entre Estados Unidos y la URSS.

En el caso de Alemania, con anterioridad ya se había producido un grave roce entre las grandes potencias. El creciente conflicto Este-Oeste había hecho imposible la administración conjunta de la capital, Berlín, por parte de Inglaterra, Estados Unidos, Francia y la Unión Soviética, que la habían dividido entre sí. Los tres primeros países habían unido sus partes en una sola, que, a su vez, constituyó una isla en medio de la zona de ocupación soviética. En 1948, la URSS impidió el tránsito de personas y mercancías entre Alemania Occidental y Berlín Occidental. Ante esto, las potencias occidentales establecieron un puente aéreo, por medio del cual abastecieron, durante diez meses, a los dos millones de berlineses occidentales. El bloqueo fue levantado en mayo de 1949.

Años más tarde, en 1961, la República Democrática Alemana, ante la persistente huida de millares de personas a Alemania Federal, y con ayuda soviética, cerró la frontera entre los dos sectores y levantó luego un muro, tristemente conocido como el muro de Berlín, símbolo de la profunda división Este-Oeste.

Comunismo americano

Por otra parte, el comunismo internacional conquistó un primer gran triunfo en América. En 1959, luego de una larga lucha, Fidel Castro puso fin a la dictadura de Fulgencio Batista en Cuba. Tiempo después adoptó la doctrina marxista y Estados Unidos decretó un bloqueo económico sobre la isla. Castro se alió con la Unión Soviética, de la cual recibió ayuda militar y económica, y llamó a América a luchar contra el imperialismo norteamericano y a marchar hacia el socialismo.

Pero otra situación más grave esperaba a Estados Unidos en Cuba. En 1962, bajo el gobierno de John F. Kennedy, aviones espías norteamericanos descubrieron que en la isla se habían instalado misiles soviéticos, que en cualquier momento podían ser lanzados contra el territorio estadounidense. Kennedy estableció un bloqueo naval total contra Cuba. El planeta se encontraba, como nunca antes durante la guerra fría, al borde de un nuevo y terrible conflicto mundial. Nikita Kruschev, líder de la URSS, prefirió ceder y aceptó retirar los cohetes desde Cuba.

Conflicto árabe-israelí
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Moshe Dayan y Yasser Arafat

Después de retirarse Gran Bretaña de Palestina, estalló la guerra entre el recién creado Estado de Israel (1948) en ese territorio, y sus vecinos árabes. Los israelíes pudieron mantenerse y ampliar su territorio. Desde entonces, el conflicto entre Israel y los Estados árabes ha sido uno de los problemas más delicados de la política internacional. Prueba de ello es la creación, en la segunda mitad de la década de los 50, por parte del Congreso Nacional Palestino, de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), dirigida por Yasser Arafat, de donde salieron las primeras acciones militares contra Israel, a cargo de su brazo armado, Al-Fatah (victoria).

También Israel ha reaccionado al lanzar en junio de 1965, en contra de Egipto, Jordania y Siria, uno de los ataques más devastadores de toda la historia militar moderna, impulsada por el general Moshe Dayan, en lo que fue conocido como la guerra de los seis días por la duración del enfrentamiento, y con victoria para Israel.
Los problemas en esa zona han continuado hasta hoy, pese a los numerosos esfuerzos por lograr la paz.

Vietnam en guerra

 
Tropas norteamericanas en acción durante la guerra de Vietnam.

 
¿Sabías que?
Los estadounidenses utilizaron el napalm en la guerra de Vietnam, un material inflamable con el cual cargaban las bombas incendiarias que lanzaban desde el aire a los vietcong, quemándolos vivos.

La guerra de Vietnam

Después de la Segunda Guerra Mundial, durante el período de coexistencia pacífica, una de las guerras más crueles y sangrientas fue la de Vietnam, en la que murieron un millón de norvietnamitas, 400.000 sudvietnamitas y 47 mil norteamericanos. Este conflicto, que se inició como una guerra de guerrillas en 1946, duró hasta 1975.

Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Francia trató de restablecer su dominio colonial sobre Indochina. Hô Chi-Minh lideró la lucha contra la intervención gala y proclamó en Hanoi la República Democrática de Vietnam, contra la que nada pudieron hacer las fuerzas francesas.

Hô Chi-Minh estableció en Vietnam del Norte un régimen socialista de inspiración marxista, y obtuvo el apoyo masivo de la Unión Soviética y China.

En Vietnam del Sur se instaló un gobierno independiente y anticomunista, bajo la dirección de Ngo Dinh Diem, quien obtuvo la protección y apoyo de Estados Unidos.

Sin embargo, Diem gobernó arbitrariamente, creando las condiciones necesarias para que la causa del Frente de Liberación Nacional (Vietcong), procomunista, prendiera en Vietnam del Sur.

Al ver que el Vietcong recibía apoyo de Vietnam del Norte, Estados Unidos intervino, preocupado de que el comunismo penetrara en toda Asia a través de Vietnam del Sur.

Bajo el gobierno de Lyndon B. Johnson se comprometió la participación masiva de los norteamericanos. En 1967 combatían más de 480 mil soldados estadounidenses y Vietnam del Norte era bombardeado constantemente.

Sin embargo, la resistencia norvietnamita fue notable, y pronto, en la propia Norteamérica, comenzaron las protestas y críticas por la brutalidad de la lucha. Así, en 1975, el entonces Presidente estadounidense Richard Nixon y su Secretario de Estado, Henry Kissinger, ordenaron el regreso de las tropas norteamericanas. En 1976 nació la República Socialista de Vietnam.

Terror en el aire

 
Federación Rusa

 
Misiles
Los misiles pueden ser lanzados prácticamente desde cualquier lugar.


 
Glosario
Expansionismo: tendencia a la propagación en materia política, militar, económica, entre otras.

 
¿Sabías que?
El 19 de agosto de 1991, una facción de comunistas de línea dura puso bajo arresto domiciliario a Gorbachov en Crimea e intentó un golpe en Moscú, el cual fue repelido por Boris Yeltsin.

El nuevo orden mundial

Si bien en la década del 70 las grandes potencias intentaron propiciar algunos acercamientos, durante el cual Richard Nixon visitó la Unión Soviética y China, reconociendo al gobierno comunista de este último país, no fue sino hasta la década de los 80 cuando comenzó la real apertura y el cambio del equilibrio mundial.

La guerra fría dejó de existir ante el colapso, en 1989, de la Unión Soviética y del comunismo soviético. Surgieron nuevas democracias en Europa Oriental, África del Sur y América Latina, y comenzó a dominar el imperialismo económico occidental, aunque en Asia prosperaron nuevas economías y algunas de Europa se hicieron más fuertes.

La guerra del Golfo (1991) confirmó el liderazgo de Estados Unidos sobre el mundo y el inicio de la conquista de nuevos mercados por parte del capitalismo financiero.

Perestroika y glasnot

En 1985, Mijail Gorbachov asumió como secretario general del partido comunista de la Unión Soviética. De inmediato propuso un programa de profundas reformas para modernizar el sistema socialista, lo que denominó perestroika, y también impulsó el desarrollo de las libertades básicas y la transparencia informativa, a través de la glasnot.

También buscó reducir la carrera armamentista, debido al alto costo que significaba y que iba en perjuicio de las condiciones económicas de los soviéticos. El tratado de Washington, de 1987, firmado por él y el Presidente de Estados Unidos Ronald Reagan, disminuyó en un quinto las armas nucleares de alcance medio existentes. Además, retiró sus tropas de Afganistán y renunció públicamente al expansionismo (ver glosario) en el Tercer Mundo.

Cambios en Europa Oriental

Las decisiones de Gorbachov trajeron como consecuencia el desmoronamiento de los regímenes comunistas imperantes hasta ese momento en la Europa Oriental, apareciendo con fuerza los nacionalismos. El ejemplo más notorio de que las cosas estaban cambiando radicalmente fue la reunificación de las dos Alemanias, con la destrucción del simbólico muro de Berlín en 1989.

También en Polonia se dio una larga lucha, a partir de 1980, contra el gobierno comunista, a través del líder del sindicato de trabajadores Solidaridad, Lech Walesa, quien asumió la presidencia de su país en 1990. Luego fueron Hungría, Checoslovaquia y Bulgaria quienes abandonaron pacíficamente el comunismo. Solo en Rumania la transición fue violenta, al negarse su Presidente, Nicolae Ceausescu, a dejar el poder. Después de seis días de lucha fue depuesto y fusilado.

La nueva Rusia

En 1991, se produjo la disolución de la URSS, apareciendo diferentes estados, entre ellos la Federación de Rusia, Ucrania y Bielorrusia, que constituyeron la Comunidad de Estados Independientes (CEI), eliminándose el Pacto de Varsovia y el bloque comercial Comecon. La CEI se haría cargo de los temas militares y económicos, pero ya no sería Moscú quien los controlaría. Sin país que gobernar, Gorbachov desapareció de la escena política.

Luego hubo sucesivas proclamaciones de independencia de otras naciones que habían estado dentro de la órbita soviética, la mayoría de las cuales se unió a la CEI.

En cuanto a la Federación de Rusia, principal heredera del antiguo régimen soviético, en 1998 tocó fondo en lo económico, bajo el gobierno de su primer Presidente democrático, Boris Yeltsin. Su actual Presidente, Vladimir Putin, ha endurecido su posición en relación con los movimientos separatistas, como el de Chechenia, donde las tropas rusas combaten desde 1999.

Mijail Gorbachov
Ronald Reagan
Boris Yeltsin
Yugoslavia en crisis
Misiles

En Yugoslavia surgieron numerosos y violentos conflictos étnicos a la muerte del fundador de ese país, Josip Broz Tito, en 1980. Los más relevantes fueron: Serbia y Kosovo (1987); Croacia y Serbia (1991); Bosnia-Herzegovina, Croacia y Serbia (1992). Esta última guerra se extendió hasta 1995 y se caracterizó por su gran ferocidad, pues cada grupo étnico quería eliminar a los demás que se encontraban bajo su dominio.

En 1998, el Presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, inició una represión brutal en Kosovo, región de mayoría albanesa, la que solo terminó con la intervención de la OTAN en 1999 y el derrocamiento de Milosevic.

 

Instrumentos de la globalización

 
Instantes en que el segundo avión comercial secuestrado por los terroristas se estrella contra la Torre Sur del World Trade Center.


 
Euros


 
Fuerzas de seguridad israelíes.


 
Glosario
Multinacional: cualquier grupo compuesto por representantes de varias naciones o países.
Divisa: dinero en moneda extranjera.

El predominio de Estados Unidos

Sin el contrapeso serio de Rusia, Estados Unidos se vio libre para aplicar su autoimpuesta tarea de apoyar la instauración de la democracia en el mundo. Legitimado por la ONU, participó en la guerra del Golfo, en 1991, cuando Irak invadió el emirato de Kuwait por órdenes del líder iraquí Saddam Hussein. Ante el despliegue de la fuerza multinacional (ver glosario) comandada por los norteamericanos, Hussein retiró sus tropas de Kuwait. Estados Unidos, con el visto bueno de la ONU, también intervino en Somalia en 1992, y en Haití en 1994. Estados Unidos involucraba de esta forma a sus aliados en situaciones que sobre todo interesaban a su propio país.

El actual Presidente norteamericano, George Bush, ha enfatizado la lucha contra el terrorismo, sobre todo después de que su país sufriera el peor atentado terrorista de su historia. Tres aviones comerciales estadounidenses fueron estrellados, el 11 de septiembre de 2001, contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono en Washington, mientras que un cuarto caía en Pensilvania, causando miles de víctimas.

Este hecho, adjudicado a Osama Bin Laden, líder musulmán, desencadenó en 2002 la invasión de Afganistán por parte de una fuerza multinacional compuesta por Estados Unidos y Gran Bretaña. La idea era capturar a Bin Laden y derribar el régimen talibán que lo protegía. Solo se logró lo último.

Siguiendo con su política antiterrorista, Bush recientemente atacó y ocupó Irak, para deponer a Saddam Hussein y, en lo posible, apresarlo, objetivo que solo se cumplió a medias, pues el líder iraquí no fue encontrado. El pretexto para esta acción fue que Irak poseía armas químicas y que estaba dispuesto a usarlas contra Estados Unidos.

Estos acontecimientos, fuera de probar la hegemonía norteamericana en estos momentos, significan que aún persisten condiciones desiguales entre las diferentes naciones, cuya solución es la tarea a asumir durante este Tercer Milenio.

Globalización

El término globalización busca lograr que las comunicaciones, finanzas e, incluso, algunas políticas básicas se realicen a nivel planetario, de tal forma de unificar ciertas tendencias mundialmente.

Donde más ha ocasionado repercusiones esta filosofía es en el ámbito económico con las zonas de libre comercio, como el Nafta (conformado por Estados Unidos, Canadá y México) y la Comunidad Económica Europea. De hecho, la moneda única del viejo continente, el Euro, es un reflejo de este movimiento. También se trata de aprovechar las interconexiones mediáticas a través de los satélites de comunicación e internet, que permiten saber al instante qué es lo que pasa en el mundo, lo que facilita la adopción de decisiones con rapidez.

La globalización se originó en los deseos de personas ajenas a la economía real o productiva, de obtener ganancias por medio de la compra y venta de divisas (ver glosario), utilizando las grandes redes informáticas que cubren prácticamente toda la Tierra.

Sin embargo, la globalización no ha impedido que exista inestabilidad financiera. Las crisis de México (efecto tequila), del sudeste asiático (efecto dragón), de Rusia (efecto vodka) en los 90, con la devaluación de sus respectivas monedas, lo prueba.

Tampoco la uniformidad de las relaciones políticas e ideológicas ha sido capaz de solucionar los problemas provocados por el crecimiento del fundamentalismo religioso, como la crisis de Argelia en 1992, en que ese país estuvo a punto de aceptar el radicalismo islámico; el auge del terrorismo, con los atentados como el de Nueva York; los nacionalismos exagerados, con el conflicto judío-palestino, aunque también este tiene un fuerte componente religioso, o las luchas sangrientas entre diferentes etnias, como las que azotan a África.

Saddam Hussein
Vladimir Putin, Presidente de Rusia, y George Bush, Presidente de Estados Unidos, acercando posiciones entre sus países.
Osama Bin Laden
 
 

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