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Fiodor Dostoyevsky, uno de los mas grandes novelistas de la humanidad, nació en Moscú, Rusia. Su padre fue un medico. Se educo en la Escuela de Ingeniería Militar de San Petersburgo pero en 1844 dejo sus estudios para dedicarse a la literatura. Dostoyevsky se mezcló con revolucionarios de la época, partidarios de la reforma social rusa y en 1849 fue arrestado y condenado a muerte, sólo para ser indultado en el último momento, ante el pelotón de ajusticiamiento, lo cual causó un gran trauma en el escritor, como era natural. Desterrado a Siberia, pasó cuatro años en Omsk, haciendo trabajos forzados y refugiándose en la lectura de la Biblia. En 1859 se le permitió regresar a San Petersburgo ya casado por ese entonces con su primera esposa, una viuda con salud endeble y un hijo. Su experiencia en prisión le permitió más tarde el reflejar en sus obras la mente criminal y la potencialidad del humano hacia el mal. Desde entonces creyó que la vida humana debe de ser guiada solamente por principios religiosos. Al escritor lo aquejaron ataques epilépticos casi toda su vida y por muchos años sufrió del vicio del juego y vivió en la pobreza máxima. Trató diferentes negocios sin buenos resultados. Luego de enviudar se casó algún tiempo después, con Anna Snitkina quien lo ayudó por el resto de su vida en todos los campos. La influencia de Dostoyevsky ha sido enorme, no solo en la literatura sino también en la psicología y la filosofía. Su obra se continúa discutiendo constantemente en todo el mundo. Entre sus obras: Pobres gentes, El doble, Recuerdos de la casa de los muertos, Notas desde el subsuelo, Crimen y castigo (obra recientemente presentada por la televisión americana), El idiota, Besy, Los demonios (novela política que ataca poderosamente a los ateos evolucionarios), Los hermanos Karamasov (donde entre otros personajes, Iván, el hermano medio, refleja la injusticia de un Dios que permite el sufrimiento de niños inocentes). Dostoyevsky y Tolstoi estuvieron presentes en el homenaje rendido a Pushkin en el momento de su muerte y sin embargo no llegaron nunca a hablarse entre sí. |
FIODOR DOSTOYEVSKY