Proyecto Salón Hogar

OCTAVIO PAZ
(1914-1998)


La obra poética de Octavio Paz encierra no solo la belleza de su país sino que es universal e imperecedera. Nació el autor en México dentro de una familia de origen indígena por el lado de su padre y de herencia española por el lado de su madre. Su abuelo fue Ireneo Paz, militar, político y escritor importante de su país. Su padre fue periodista y político. En la biblioteca de su abuelo pudo leer desde temprano a los clásicos y desarrollar su gusto por la literatura.

Fue educado en una escuela francesa dirigida por los hermanos Maristas y luego estudió derecho en la Universidad Nacional de México. A los 23 años dejó sus estudios de abogacía y vivió por un tiempo en Yucatán lo cual le permitió el contacto directo con lo indígena y autóctono mejicano, incluyendo los mitos y las leyendas de su cultura.

Fue diplomático y representó a México en diferente países, en especial: España (1937- esto le permitió ponerse en contacto directo con la Guerra Civil española), Estados Unidos (1943) y la India (1962-1968, renunciando su cargo en protesta por persecuciones hechas contra estudiantes mejicanos). Simultáneamente con su carrera diplomática el autor creó su obra, tanto poética como en prosa, mostrando una gran sensibilidad hacia los problemas sociales de su país y pudiendo unir de manera brillante la poesía y la historia en sus escritos. Paz mostró interés especial por las culturas orientales y en particular la japonesa lo cual se reflejó en su obra. El tema de la soledad humana lo preocupó igualmente y por último se debe mencionar en su estilo el contenido surrealista y existencialista y su interés por lo cultural y la naturaleza. Fue su obra "un crisol de ideas".

Le fue otorgado el Premio Miguel de Cervantes en 1981, el Premio Nacional de Letras en 1977, el Premio Alfonso X el Sabio en 1986 y el Premio Nobel de Literatura en 1990, este último otorgado por su " escritura apasionada con horizontes claros, caracterizada por una inteligencia sensual e integridad humanística". Dijo del autor el escritor Carlos Fuentes: "La Literatura en Paz se convierte en sinónimo de Civilización".

Entre sus obras: Luna silvestre, Raíz del hombre, Entre la piedra y la flor, A la orilla del mundo, Libertad bajo palabra, Piedra de sol (considerado su mejor poema, es un reflejo del calendario azteca), Blanco ( su trabajo más complejo, Topoemas, Discos visuales, Ladera Este, Renga y solo a dos voces, Configurations, Vuelta, Árbol adentro.

Dentro de sus trabajos en prosa: El laberinto de la soledad, Águila o Solé, El arco y la lira, Las peras del olmo, Cuadrivio, Puertas al campo, Claude Levi-Strauss o el Nuevo festín de Esopo, Corriente alterna, Marcel Duchamp o El castillo de la pureza. Conjunciones y disyunciones, Posdatas, Los hijos del limo, El mono gramático, Modern poetry a tradition against itself, Sor Juana Inés de la Cruz o Las trampas de la fe, Tiempo nublado, Vislumbres de la India, La llama doble, amor y erotismo.

Octavio Paz fue profesor en las Universidades de Cambridge, Harvard, Texas, Pittsburgh y Austin. El autor murió en su ciudad natal a los 84 años de edad.

APARTES:

El silencio del Buda no es un conocimiento, sino lo que está después del conocimiento: una sabiduría. Un desconocimiento. Un estar suelto y, así resuelto. La quietud es danza y la soledad del asceta es idéntica, en el centro de la espiral inmóvil, el abrazo de las parejas enamoradas del santuario de Karli. Saber que sabe nada y que culmina en una poética y en una erótica, Acto instantáneo, forma que se disgrega, palabra que se evapora: el arte de danzar sobre el abismo. ( El antropólogo ante el Buda)

En 1914, ya Europa en guerra, Darío regresa a América. En los últimos tiempos, los apuros materiales se añadían a los trastornos del cuerpo y el alma. Concibió el proyecto de realizar una gira de conferencias por el continente, acompañado de un compatriota suyo que actuaba como su empresario. En Nueva York cayó enfermo, su compañero lo abandonó. Herido de muerte, se traslada a Guatemala; allí lo recoge la implacable Rosario Murillo, que lo lleva a Nicaragua. Muere en su casa, el 6 de febrero de 1916. "El caracol la forma tiene de un corazón". ( El caracol y la sirena- Rubén Darío)

Quiero seguir, ir más allá, y no puedo:
Se despeñó el instante en otro y otro,
Dormí sueños de piedra que no sueña
Y al cabo de los años como piedras
Oí cantar mi sangre encarcelada,
Con un rumor de luz el mar cantaba,
Una a una cedían las murallas,
Todas las puertas se desmoronaban
Y el sol entraba a saco por mi frente,
Despegaba mis párpados cerrados,
Desprendía mi ser de su envoltura
Me arrancaba de mí, me separaba
De mi bruto dormir siglos de piedra
Y su magia de espejos revivía
Un sauce de cristal, un chopo de agua,
Un alto surtidor que el viento arquea,
Un árbol bien plantado mas danzante,
Un caminar de río que se curva,
Avanza, retrocede, da un rodeo
Y llega siempre.(Piedra de Sol)

La avidez de Sor Juana por la comunicación escrita revela cierto oportunismo, un ansia inmoderada por conocer y ser conocida. Vanidad, sí, pero asimismo soledad, ahogo, asfixia: le quedaba chico no sólo el convento sino el país. Y más: su mundo. Sus verdaderos contemporáneos no estaban ni en Madrid ni en Lima ni en México sino en aquella Europa de fines del XVII que se preparaba a inaugurar la era moderna y a la que España había dado la espalda.(Sor Juana Inés de la Cruz o La trampa de la fe).