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ARTHUR SCHOPENHAUER
(1788-1860)


Arthur Schopenhauer desafió los dogmas religiosos del mundo occidental y tuvo profunda influencia sobre el pensamiento del siglo XX, siendo considerado como el representante por excelencia del Pesimismo dentro de la Filosofía.

Nació en la que hoy es Gdansk, Polonia la cual en su época fuera llamada Danzig, siendo en ese entonces independiente y de habla alemana. Fue su familia de comerciantes acomodados y se le preparó desde temprano para asumir el negocio de la familia. La muerte de su padre le permitió el tener los fondos necesarios para dedicarse en cambio al estudio de los clásicos y de la filosofía y al graduarse en Jena, su tesis se tituló: "Las cuatro raíces del principio de la razón suficiente", con la cual adquirió cierta fama.

Su madre al enviudar se dedicó a labores intelectuales y formó amistad entre otros con los hermanos Grimm y con Goethe, a quien el filósofo conoció por esa razón.

Schopenhauer se educó en centros educativos de Gottinger, Berlín y Jena y viajó extensamente por Europa. En Berlín, donde fue profesor en la Universidad, se enfrentó al filósofo G. H. Hegel, dictando sus clases a la misma hora y tratando así de contrarrestar las enseñanzas de Hegel. Schopenhauer se retiró en 1831 a los 43 años y se radicó desde entonces en especial en la ciudad de Franckfurt. Entre otras de sus obras principales: Teoría de la visión de los colores, El mundo como voluntad y representación, De la voluntad en la naturaleza, Los fundamentos de la moralidad, Parerga y Paralipómena.

Pensó el filósofo que en tanto que nos dejemos dominar como humanos, por los deseos con sus esperanzas y temores constantes, nunca podremos obtener felicidad duradera o paz interior. El filósofo admiró grandemente a Emmanuel Kant, en especial por la disociación que este último hiciera de la realidad total del entendimiento humano entre lo que se puede experimentar en la vida o sea lo "Fenomenal" y lo que no es susceptible de ser conocido o entendido, por no contar el humano con los sentidos necesarios para ello o sea lo llamado "Noumenal".

Schopenhauer consideró que el tiempo, el espacio y los objetos materiales conectados entre sí, forman parte de este mundo de experiencias llamado "Empírico" y en conjunto forman lo entendible al humano y por lo tanto son en realidad la base de la Ciencia. Las cosas entendibles al humano requieren del tiempo y del espacio; de no haber estos últimos, no habría diferenciación entre las cosas y todo sería: "Uno".

Para el filósofo, un acto de voluntad y los movimientos corporales asociados a ese acto son una misma cosa, vistos desde dentro o desde fuera del individuo. En último término, lo Fenomenal y lo Noumenal son la misma realidad entendidos de maneras diferentes.

El mundo de lo Noumenal está representado en lo que Schopenhauer llamó: "Voluntad", sin tener nada que ver con la mente o la consciencia. La "Voluntad" es un fenómeno o fuerza ciega, sin inteligencia, impersonal y sin objetivos, manifestada en el mundo fenomenal.

El descubrimiento en el siglo XX por los físicos, de que todo el mundo en que vivimos, con sus objetos materiales, es reducible a energía y campos de corriente, realizados dentro del tiempo y el espacio, parecería confirmar las teorías del filósofo en este campo.

En lo que respecta a la Etica, pensó Schopenhauer que en nuestro mundo, siendo diferentes unos de otros los humanos, somos capaces de identificarnos entre sí y de sentir unos por otros, participando de los sufrimientos y alegrías, siendo sin embargo nuestro último principio común lo "Noumenal" o sea la "Voluntad". Al tener un principio común, al herir a otro, estoy haciendo un daño a mí misma raíz la "Voluntad" y esta compasión o sentimiento serían la base de la Ética o Moral y no la razón como le expresara Kant. La compasión sería así la verdadera base de la moral y del amor.

Schopenhauer se sorprendió grandemente cuando luego de haber publicado sus teorías se encontró con que los libros sagrados y filosóficos del antiguo oriente y en especial los hindúes y budistas enseñaban principios similares a los suyos. La cultura occidental inspirada por los griegos, continuada por Locke, Hume y Spinoza y perfeccionada por Kant y por él mismo, sorpresivamente está de acuerdo con la oriental, habiendo llegado a ese punto de manera independiente y Schopenhauer fue el primer filósofo occidental en investigar esta similitud de principios. Sin embargo, la filosofía occidental llegó a esas conclusiones por el camino filosófico y sin incluir a Dios, en tanto que los principios orientales están guiados por bases religiosas.

Para Schopenhauer, el concepto de alma, no era viable pues no se podía explicar el pensamiento sin el cerebro, ni la vida sin el cuerpo. Para el filósofo el mundo real o empírico, no tenía significado ni propósito y representaba más bien una ilusión, dentro de la cual deberíamos evitar el dejarnos envolver. Su repudio al mundo tiene una vez más, sorpresivos puntos en común con el Budismo.

Schopenhauer vio al mundo como un sitio en el cual unos cuantos devoran a los otros y en todo instante miles de animales mueren y sufren. La violencia y la injusticia predominan por doquier, la vida de cada ser no tiene significado y termina inevitablemente en la muerte. En tanto que vivimos, somos esclavos de nuestros deseos y la insatisfacción nos domina. Este modo de pensar, le valió al filósofo el calificativo de pesimista; sin embargo, Schopenhauer enseñó que hay una manera de escapar al menos temporalmente de las pasión de los sentidos y esto es a través del cultivo del arte y en especial de la música, pues el arte, al entrarnos en él, nos aleja del tiempo y del espacio y en ese momento vencemos los mandatos de la "Voluntad".

La influencia de Schopenhauer se ve en muchos de los grandes escritores de los siglos XIX y XX tales como Tolstoi, Turguenev, Zola, Thomas Mann, Marcel Proust, Thomas Hardy, Azorín etc.

Schopenhauer mismo fue un escritor sobresaliente como lo fueron otros filósofos: San Agustín, Descartes, Rousseau, Santayana etc.

El gran filósofo del pesimismo murió tranquilamente en su casa a los 72 años en Francfort am Mein.

PENSAMIENTOS:

Los hombres necesitan alguna clase de actividad externa, porque son inactivos dentro de sí. (Parerga y Paralipomena)

Hay un campo en el cual los animales muestran verdadera inteligencia cuando se nos comparan: quiero decir su goce tranquilo y plácido del momento presente. ( Parerga)

Cada posesión y felicidad es prestada por accidente y por un tiempo no determinado y por lo tanto puede ser reclamada y suprimida en la hora que sigue. (El mundo como Voluntad e idea)

La amabilidad es a la naturaleza humana lo que el calor es a la cera. (Parerga)

La felicidad de una vida se debe medir, no por sus alegrías y placeres, sino por la extensión durante la cual ha estado libre de sufrimiento, de maldad verdadera. (Parerga)

La mosca debe ser tomada como el símbolo de la impertinencia y la audacia; porque en tanto que los demás animales le huyen al hombre más que a otra cosa, y corren antes que él se les acerque, la mosca se posa sobre su nariz misma. (Parerga)

La vida es un trabajo a realizar. Es una gran cosa el decir: Defunctus est; significa que el hombre ha cumplido su trabajo. (Parerga)

Toda satisfacción o lo que comúnmente se llama felicidad, es real y esencialmente siempre sólo negativa, y nunca positiva. (El mundo como Voluntad)

Deambulamos en el laberinto de nuestras vidas y en la oscuridad de nuestras investigaciones; momentos de claridad iluminan nuestro camino como reverberaciones de relámpagos. ( El mundo como Voluntad)

Es de por sí absurdo el considerar la no existencia como un mal; porque todo mal, como todo bien, presupone existencia, más aún conciencia. (El mundo como Voluntad y representación)

El desear la inmortalidad para el individuo es realmente lo mismo que desear perpetuar un error por siempre; porque en el fondo cada individualidad es realmente sólo un error especial, un paso falso, algo que mejor no sería, de hecho, algo de lo cual el propósito real de la vida es el sacarnos. (El mundo)

Hay solamente un error congénito y es la noción de que existimos para ser felices. (El mundo)

Cada partida es una anticipación de la muerte y cada encuentro una anticipación de la resurrección. (Parerga).