| ¿Sabrías
                                    encontrar un bote de mostaza en un
                                    hipermercado? ¿Y un libro en una
                                    biblioteca? Es fácil, porque todos los
                                    artículos y libros se encuentran ordenados,
                                    clasificados atendiendo a características
                                    comunes.
                                     Si
                                    todos los artículos de la tienda estuvieran
                                    revueltos, probablemente no podríamos
                                    encontrar la mostaza. Si los libros de la
                                    biblioteca estuvieran colocados por tamaños
                                    nos sería casi imposible encontrar el
                                    título de un libro que quisiéramos leer.
                                     Aunque
                                    no nos demos cuenta, hacemos clasificaciones
                                    rápidas continuamente de las cosas que nos
                                    rodean. Piensa en los cubiertos. Los
                                    ordenamos, según su función, forma y
                                    tamaño. ¿Y los platos? ¿Y los vasos?
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