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  Francisco Vázquez de Coronado

 

Explorador español nacido en Salamanca hacia el 1510 – muerto en 1554.

Francisco Vázquez de Coronado

Nacido en el seno de una familia de hidalgos, Francisco Vázquez de Coronado emprende en 1535 un viaje hacia la Nueva España, con el Virrey Mendoza.

Tres años después de su llegada es nombrado gobernador de Nueva Galicia. Sofoca una revuelta indígena en Culiacán y evita de esta manera la retirada de las tropas españolas de la región. Contribuye al desarrollo de ciudades como la de Guadalajara.

Cuando llegan a México rumores sobre las fabulosas « siete ciudades de Cibola y Quivira », situadas al norte del Nuevo México que, según la leyenda, poseían inmensas riquezas, Francisco Coronado se pone a la cabeza de una expedición ordenada por el Virrey Mendoza, compuesta de 600 españoles y alrededor de 3000 indios.

Después de dos meses y medio de viaje, llegan a Cibola constatando que los relatos prometedores no son más que fabulaciones. Las Siete Ciudades de Oro no son más que un desierto habitado por poblaciones que viven en la pobreza.

Conociendo que hay otras tierras habitadas por indios Zuñi, Hopi, y pueblos en la zona, delega sus poderes a Pedro de Tovar, quien descubre otras « Siete Ciudades », más pobladas que las de Cibola.

Poco después, otros miembros de la expedición descubren el Gran Cañón y la desembocadura del Colorado, el golfo de California y la región de Tiguex, a orillas del Río Grande del Norte.

Francisco Vázquez de Coronado se instala en esta región durante los inviernos de 1540 y 1541, convencido de que puede encontrar Quiriga. Es con este objetivo que abandona Tiguex en 1541 y atravieza las planicies entre el Mississippi y las Rocosas para llegar al actual Kansas.

Decepcionado por las poblaciones que encuentra, un reagrupamiento de chozas habitadas por indios Quiviras, decide atravesar los estados actuales de Nuevo México, Texas, Oklahoma y Kansas.

Vázquez de Coronado se distinguíó por su habilidad para pacifícar a los nativos y así en 1538 fue nombrado gobernador de la Audiencia de la Nueva Galicia en sustitución del primer gobernador de la provincia Nuño de Guzmán. En calidad de gobernador apoyó a Fray Marcos de Niza a explorar el norte de México en misión que le había conferido el virrey Antonio de Mendoza.

Antecedentes de la expedición

En 1528 naufragó en las costas de Florida la expedición encabezada por Pánfilo de Narváez. De ella hubo cuatro sobrevivientes, que atravesaron a pie y durante ocho años el suroeste de los Estados Unidos y norte de México hasta llegar a Culiacán Sinaloa, lugar en donde encontraron una villa española. De esa expedición, Álvar Núñez Cabeza de Vaca escribió una narración titulada Naufragios. En ella describe sus aventuras y las de sus tres compañeros: Alonso del Castillo, Andrés Dorantes de Carranza y un esclavo llamado Esteban (Estebanico). Este último fue el primer hombre nacido en África que puso pie en lo que hoy son los Estados Unidos de América. Estebanico era moro de la etnia bereber y nació en Azamor (Azemmour), en la costa atlántica del continente africano.

Con esos antecedentes fue enviado el fraile Marcos de Niza en un viaje exploratorio; éste regresó hablando de las riquezas de siete ciudades de oro llamadas Cíbola, de las cuales había oído hablar en su viaje. Esto despertó el interés de Coronado, que decidió partir en busca de esa mítica ciudad.

La gran expedición

La expedición se puso en marcha en 1540. Estaba compuesta por 340 españoles y cientos de indios aliados, además de ganado vacuno.

Además de la expedición que partió por tierra desde Compostela Nayarit, en aquellos días capital de la provincia llamada reino de la Nueva Galicia, se hicieron acompañar por navíos que les seguían por mar al mando de Fernando de Alarcón y otra más pequeña por tierra organizada por García López de Cárdenas.

Partió pues la expedición mayor mandada por Vázquez de Coronado tomando rumbo al norte por la costa occidental de México hasta Culiacán, Sinaloa. Desde allí una fuerza más pequeña, al mando de Tristán de Luna y Arellano, continuó aún más al norte y tomó los pueblos de los Zuñi en julio de 1540, pueblos que les habían dicho ser las siete ciudades doradas de Cíbola.

Los dos grupos de Coronado se volvieron a reunir y pasaron el invierno en Tiguex cerca de la ciudad de Santa Fe Nuevo México, a orillas del Río Grande o Río Bravo para los mexicanos.

La expedición fue atacada varias veces por los nativos, pero las fuerzas de Vázquez de Coronado las repelieron con éxito. En la primavera de 1540 la expedición se internó hasta el cañón de Palo Duro Texas en busca de oro, allí dejó Coronado la mayor parte de sus hombres y continuó a caballo con treinta expedicionarios en búsqueda de otro mito, la ciudad de Quivira, supuestamente llena de riquezas. Durante la expedición había encontrado un indio, al que llamó el turco, que le habló de Quivira, un rico país al noroeste. Decidió ir en busca de Quivira, tomando al turco como guía. Atravesó la pradera y prosiguió su marcha hacia el norte. Sin embargo, Coronado descubrió que el turco lo estaba engañando, o al menos eso creyó y lo hizo ejecutar. Otros guías lo condujeron hacia Quivira, y encontró un pequeño pueblo cerca del actual Lindsborg, Kansas. La desilusión se repitió: Los indios Quivira, después conocidos como Wichita, no disponían de ninguna riqueza; su poblado era de cabañas con techo de paja y ni siquiera tenían joyas de oro. Coronado volvió a Tiguex, donde lo esperaba el grueso de sus tropas. Allí pasó otro invierno.

En 1542 regresó a México por la misma ruta que había utilizado. Sólo cien de sus hombres volvieron con él,  el Virrey Mendoza lo recibe con frialdad y le inicia un proceso por haber abandonado la expedición que se le había encargado. Aunque la expedición fue un fracaso, continuó como Gobernador de Nueva Galicia hasta 1544. Después se retiró a la Ciudad de México, donde murió en 1554.

 

 
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