Proverbios del Rey Salomón

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Capítulo 8     

La excelencia de la sabiduría

1
¿No clama la sabiduría, Y da su voz la inteligencia?
2
En las alturas junto al camino, A las encrucijadas de las veredas se para;
3
En el lugar de las puertas, a la entrada de la ciudad, A la entrada de las puertas da voces:
4
Oh hombres, a vosotros clamo; Dirijo mi voz a los hijos de los hombres.
5
Entended, oh simples, discreción; Y vosotros, necios, entrad en cordura.
6
Oíd, porque hablaré cosas excelentes, Y abriré mis labios para cosas rectas.
7
Porque mi boca hablará verdad, Y la impiedad abominan mis labios.
8
Justas son todas las razones de mi boca; No hay en ellas cosa perversa ni torcida.
9
Todas ellas son rectas al que entiende, Y razonables a los que han hallado sabiduría.
10
Recibid mi enseñanza, y no plata; Y ciencia antes que el oro escogido.
11
Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; Y todo cuanto se puede desear, no es de compararse con ella.
12
Yo, la sabiduría, habito con la cordura, Y hallo la ciencia de los consejos.
13
El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco.
14
Conmigo está el consejo y el buen juicio; Yo soy la inteligencia; mío es el poder.
15
Por mí reinan los reyes, Y los príncipes determinan justicia.
16
Por mí dominan los príncipes, Y todos los gobernadores juzgan la tierra.
17
Yo amo a los que me aman, Y me hallan los que temprano me buscan.
18
Las riquezas y la honra están conmigo; Riquezas duraderas, y justicia.
19
Mejor es mi fruto que el oro, y que el oro refinado; Y mi rédito mejor que la plata escogida.
20
Por vereda de justicia guiaré, Por en medio de sendas de juicio,
21
Para hacer que los que me aman tengan su heredad, Y que yo llene sus tesoros.
22
Jehová me poseía en el principio, Ya de antiguo, antes de sus obras.
23
Eternamente tuve el principado, desde el principio, Antes de la tierra.
24
Antes de los abismos fui engendrada; Antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas.
25
Antes que los montes fuesen formados, Antes de los collados, ya había sido yo engendrada;
26
No había aún hecho la tierra, ni los campos, Ni el principio del polvo del mundo.
27
Cuando formaba los cielos, allí estaba yo; Cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo;
28
Cuando afirmaba los cielos arriba, Cuando afirmaba las fuentes del abismo;
29
Cuando ponía al mar su estatuto, Para que las aguas no traspasasen su mandamiento; Cuando establecía los fundamentos de la tierra,
30
Con él estaba yo ordenándolo todo, Y era su delicia de día en día, Teniendo solaz delante de él en todo tiempo.
31
Me regocijo en la parte habitable de su tierra; Y mis delicias son con los hijos de los hombres.
32
Ahora, pues, hijos, oídme, Y bienaventurados los que guardan mis caminos.
33
Atended el consejo, y sed sabios, Y no lo menospreciéis.
34
Bienaventurado el hombre que me escucha, Velando a mis puertas cada día, Aguardando a los postes de mis puertas.
35
Porque el que me halle, hallará la vida, Y alcanzará el favor de Jehová.
36
Mas el que peca contra mí, defrauda su alma; Todos los que me aborrecen aman la muerte.

Capítulo 9     

El llamado de la sabiduría

1
La sabiduría edificó su casa, Labró sus siete columnas.
2
Mató sus víctimas, mezcló su vino, Y puso su mesa.
3
Envió sus criadas; Sobre lo más alto de la ciudad clamó.
4
Dice a cualquier simple: Ven acá. A los faltos de cordura dice:
5
Venid, comed mi pan, Y bebed del vino que yo he mezclado.
6
Dejad las simplezas, y vivid, Y andad por el camino de la inteligencia.
7
El que corrige al escarnecedor, se acarrea afrenta; El que reprende al impío, se atrae mancha.
8
No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; Corrige al sabio, y te amará.
9
Da al sabio, y será más sabio; Enseña al justo, y aumentará su saber.
10
El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.
11
Porque por mí se aumentarán tus días, Y años de vida se te añadirán.
12
Si fueres sabio, para ti lo serás; Y si fueres escarnecedor, pagarás tú solo.
13
La mujer insensata es alborotadora; Es simple e ignorante.
14
Se sienta en una silla a la puerta de su casa, En los lugares altos de la ciudad,
15
Para llamar a los que pasan por el camino, Que van por sus caminos derechos.
16
Dice a cualquier simple: Ven acá. A los faltos de cordura dijo:
17
Las aguas hurtadas son dulces, Y el pan comido en oculto es sabroso.
18
Y no saben que allí están los muertos; Que sus convidados están en lo profundo del Seol.

Capítulo 10     

Proverbios de Salomón

1
Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra al padre, Pero el hijo necio es tristeza de su madre.
2
Los tesoros de maldad no serán de provecho; Mas la justicia libra de muerte.
3
Jehová no dejará padecer hambre al justo; Mas la iniquidad lanzará a los impíos.
4
La mano negligente empobrece; Mas la mano de los diligentes enriquece.
5
El que recoge en el verano es hombre entendido; El que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza.
6
Hay bendiciones sobre la cabeza del justo; Pero violencia cubrirá la boca de los impíos.
7
La memoria del justo será bendita; Mas el nombre de los impíos se pudrirá.
8
El sabio de corazón recibirá los mandamientos; Mas el necio de labios caerá.
9
El que camina en integridad anda confiado; Mas el que pervierte sus caminos será quebrantado.
10
El que guiña el ojo acarrea tristeza; Y el necio de labios será castigado.
11
Manantial de vida es la boca del justo; Pero violencia cubrirá la boca de los impíos.
12
El odio despierta rencillas; Pero el amor cubrirá todas las faltas.
13
En los labios del prudente se halla sabiduría; Mas la vara es para las espaldas del falto de cordura.
14
Los sabios guardan la sabiduría; Mas la boca del necio es calamidad cercana.
15
Las riquezas del rico son su ciudad fortificada; Y el desmayo de los pobres es su pobreza.
16
La obra del justo es para vida; Mas el fruto del impío es para pecado.
17
Camino a la vida es guardar la instrucción; Pero quien desecha la reprensión, yerra.
18
El que encubre el odio es de labios mentirosos; Y el que propaga calumnia es necio.
19
En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente.
20
Plata escogida es la lengua del justo; Mas el corazón de los impíos es como nada.
21
Los labios del justo apacientan a muchos, Mas los necios mueren por falta de entendimiento.
22
La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella.
23
El hacer maldad es como una diversión al insensato; Mas la sabiduría recrea al hombre de entendimiento.
24
Lo que el impío teme, eso le vendrá; Pero a los justos les será dado lo que desean.
25
Como pasa el torbellino, así el malo no permanece; Mas el justo permanece para siempre.
26
Como el vinagre a los dientes, y como el humo a los ojos, Así es el perezoso a los que lo envían.
27
El temor de Jehová aumentará los días; Mas los años de los impíos serán acortados.
28
La esperanza de los justos es alegría; Mas la esperanza de los impíos perecerá.
29
El camino de Jehová es fortaleza al perfecto; Pero es destrucción a los que hacen maldad.
30
El justo no será removido jamás; Pero los impíos no habitarán la tierra.
31
La boca del justo producirá sabiduría; Mas la lengua perversa será cortada.
32
Los labios del justo saben hablar lo que agrada; Mas la boca de los impíos habla perversidades.

Capítulo 11     

1
El peso falso es abominación a Jehová; Mas la pesa cabal le agrada.
2
Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes está la sabiduría.
3
La integridad de los rectos los encaminará; Pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos.
4
No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; Mas la justicia librará de muerte.
5
La justicia del perfecto enderezará su camino; Mas el impío por su impiedad caerá.
6
La justicia de los rectos los librará; Mas los pecadores serán atrapados en su pecado.
7
Cuando muere el hombre impío, perece su esperanza; Y la expectación de los malos perecerá.
8
El justo es librado de la tribulación; Mas el impío entra en lugar suyo.
9
El hipócrita con la boca daña a su prójimo; Mas los justos son librados con la sabiduría.
10
En el bien de los justos la ciudad se alegra; Mas cuando los impíos perecen hay fiesta.
11
Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida; Mas por la boca de los impíos será trastornada.
12
El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo; Mas el hombre prudente calla.
13
El que anda en chismes descubre el secreto; Mas el de espíritu fiel lo guarda todo.
14
Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la multitud de consejeros hay seguridad.
15
Con ansiedad será afligido el que sale por fiador de un extraño; Mas el que aborreciere las fianzas vivirá seguro.
16
La mujer agraciada tendrá honra, Y los fuertes tendrán riquezas.
17
A su alma hace bien el hombre misericordioso; Mas el cruel se atormenta a sí mismo.
18
El impío hace obra falsa; Mas el que siembra justicia tendrá galardón firme.
19
Como la justicia conduce a la vida, Así el que sigue el mal lo hace para su muerte.
20
Abominación son a Jehová los perversos de corazón; Mas los perfectos de camino le son agradables.
21
Tarde o temprano, el malo será castigado; Mas la descendencia de los justos será librada.
22
Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo Es la mujer hermosa y apartada de razón.
23
El deseo de los justos es solamente el bien; Mas la esperanza de los impíos es el enojo.
24
Hay quienes reparten, y les es añadido más; Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza.
25
El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado.
26
Al que acapara el grano, el pueblo lo maldecirá; Pero bendición será sobre la cabeza del que lo vende.
27
El que procura el bien buscará favor; Mas al que busca el mal, éste le vendrá.
28
El que confía en sus riquezas caerá; Mas los justos reverdecerán como ramas.
29
El que turba su casa heredará viento; Y el necio será siervo del sabio de corazón.
30
El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio.
31
Ciertamente el justo será recompensado en la tierra; ¡Cuánto más el impío y el pecador!

Capítulo 12     

1
El que ama la instrucción ama la sabiduría; Mas el que aborrece la reprensión es ignorante.
2
El bueno alcanzará favor de Jehová; Mas él condenará al hombre de malos pensamientos.
3
El hombre no se afirmará por medio de la impiedad; Mas la raíz de los justos no será removida.
4
La mujer virtuosa es corona de su marido; Mas la mala, como carcoma en sus huesos.
5
Los pensamientos de los justos son rectitud; Mas los consejos de los impíos, engaño.
6
Las palabras de los impíos son asechanzas para derramar sangre; Mas la boca de los rectos los librará.
7
Dios trastornará a los impíos, y no serán más; Pero la casa de los justos permanecerá firme.
8
Según su sabiduría es alabado el hombre; Mas el perverso de corazón será menospreciado.
9
Más vale el despreciado que tiene servidores, Que el que se jacta, y carece de pan.
10
El justo cuida de la vida de su bestia; Mas el corazón de los impíos es cruel.
11
El que labra su tierra se saciará de pan; Mas el que sigue a los vagabundos es falto de entendimiento.
12
Codicia el impío la red de los malvados; Mas la raíz de los justos dará fruto.
13
El impío es enredado en la prevaricación de sus labios; Mas el justo saldrá de la tribulación.
14
El hombre será saciado de bien del fruto de su boca; Y le será pagado según la obra de sus manos.
15
El camino del necio es derecho en su opinión; Mas el que obedece al consejo es sabio.
16
El necio al punto da a conocer su ira; Mas el que no hace caso de la injuria es prudente.
17
El que habla verdad declara justicia; Mas el testigo mentiroso, engaño.
18
Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; Mas la lengua de los sabios es medicina.
19
El labio veraz permanecerá para siempre; Mas la lengua mentirosa sólo por un momento.
20
Engaño hay en el corazón de los que piensan el mal; Pero alegría en el de los que piensan el bien.
21
Ninguna adversidad acontecerá al justo; Mas los impíos serán colmados de males.
22
Los labios mentirosos son abominación a Jehová; Pero los que hacen verdad son su contentamiento.
23
El hombre cuerdo encubre su saber; Mas el corazón de los necios publica la necedad.
24
La mano de los diligentes señoreará; Mas la negligencia será tributaria.
25
La congoja en el corazón del hombre lo abate; Mas la buena palabra lo alegra.
26
El justo sirve de guía a su prójimo; Mas el camino de los impíos les hace errar.
27
El indolente ni aun asará lo que ha cazado; Pero haber precioso del hombre es la diligencia.
28
En el camino de la justicia está la vida; Y en sus caminos no hay muerte.

Capítulo 13     

1
El hijo sabio recibe el consejo del padre; Mas el burlador no escucha las reprensiones.
2
Del fruto de su boca el hombre comerá el bien; Mas el alma de los prevaricadores hallará el mal.
3
El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
4
El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el alma de los diligentes será prosperada.
5
El justo aborrece la palabra de mentira; Mas el impío se hace odioso e infame.
6
La justicia guarda al de perfecto camino; Mas la impiedad trastornará al pecador.
7
Hay quienes pretenden ser ricos, y no tienen nada; Y hay quienes pretenden ser pobres, y tienen muchas riquezas.
8
El rescate de la vida del hombre está en sus riquezas; Pero el pobre no oye censuras.
9
La luz de los justos se alegrará; Mas se apagará la lámpara de los impíos.
10
Ciertamente la soberbia concebirá contienda; Mas con los avisados está la sabiduría.
11
Las riquezas de vanidad disminuirán; Pero el que recoge con mano laboriosa las aumenta.
12
La esperanza que se demora es tormento del corazón; Pero árbol de vida es el deseo cumplido.
13
El que menosprecia el precepto perecerá por ello; Mas el que teme el mandamiento será recompensado.
14
La ley del sabio es manantial de vida Para apartarse de los lazos de la muerte.
15
El buen entendimiento da gracia; Mas el camino de los transgresores es duro.
16
Todo hombre prudente procede con sabiduría; Mas el necio manifestará necedad.
17
El mal mensajero acarrea desgracia; Mas el mensajero fiel acarrea salud.
18
Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo; Mas el que guarda la corrección recibirá honra.
19
El deseo cumplido regocija el alma; Pero apartarse del mal es abominación a los necios.
20
El que anda con sabios, sabio será; Mas el que se junta con necios será quebrantado.
21
El mal perseguirá a los pecadores, Mas los justos serán premiados con el bien.
22
El bueno dejará herederos a los hijos de sus hijos; Pero la riqueza del pecador está guardada para el justo.
23
En el barbecho de los pobres hay mucho pan; Mas se pierde por falta de juicio.
24
El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.
25
El justo come hasta saciar su alma; Mas el vientre de los impíos tendrá necesidad.

 

Capítulo 14     

1
La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba.
2
El que camina en su rectitud teme a Jehová; Mas el de caminos pervertidos lo menosprecia.
3
En la boca del necio está la vara de la soberbia; Mas los labios de los sabios los guardarán.
4
Sin bueyes el granero está vacío; Mas por la fuerza del buey hay abundancia de pan.
5
El testigo verdadero no mentirá; Mas el testigo falso hablará mentiras.
6
Busca el escarnecedor la sabiduría y no la halla; Mas al hombre entendido la sabiduría le es fácil.
7
Vete de delante del hombre necio, Porque en él no hallarás labios de ciencia.
8
La ciencia del prudente está en entender su camino; Mas la indiscreción de los necios es engaño.
9
Los necios se mofan del pecado; Mas entre los rectos hay buena voluntad.
10
El corazón conoce la amargura de su alma; Y extraño no se entremeterá en su alegría.
11
La casa de los impíos será asolada; Pero florecerá la tienda de los rectos.
12
Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte.
13
Aun en la risa tendrá dolor el corazón; Y el término de la alegría es congoja.
14
De sus caminos será hastiado el necio de corazón; Pero el hombre de bien estará contento del suyo.
15
El simple todo lo cree; Mas el avisado mira bien sus pasos.
16
El sabio teme y se aparta del mal; Mas el insensato se muestra insolente y confiado.
17
El que fácilmente se enoja hará locuras; Y el hombre perverso será aborrecido.
18
Los simples heredarán necedad; Mas los prudentes se coronarán de sabiduría.
19
Los malos se inclinarán delante de los buenos, Y los impíos a las puertas del justo.
20
El pobre es odioso aun a su amigo; Pero muchos son los que aman al rico.
21
Peca el que menosprecia a su prójimo; Mas el que tiene misericordia de los pobres es bienaventurado.
22
¿No yerran los que piensan el mal? Misericordia y verdad alcanzarán los que piensan el bien.
23
En toda labor hay fruto; Mas las vanas palabras de los labios empobrecen.
24
Las riquezas de los sabios son su corona; Pero la insensatez de los necios es infatuación.
25
El testigo verdadero libra las almas; Mas el engañoso hablará mentiras.
26
En el temor de Jehová está la fuerte confianza; Y esperanza tendrán sus hijos.
27
El temor de Jehová es manantial de vida Para apartarse de los lazos de la muerte.
28
En la multitud del pueblo está la gloria del rey; Y en la falta de pueblo la debilidad del príncipe.
29
El que tarda en airarse es grande de entendimiento; Mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad.
30
El corazón apacible es vida de la carne; Mas la envidia es carcoma de los huesos.
31
El que oprime al pobre afrenta a su Hacedor; Mas el que tiene misericordia del pobre, lo honra.
32
Por su maldad será lanzado el impío; Mas el justo en su muerte tiene esperanza.
33
En el corazón del prudente reposa la sabiduría; Pero no es conocida en medio de los necios.
34
La justicia engrandece a la nación; Mas el pecado es afrenta de las naciones.
35
La benevolencia del rey es para con el servidor entendido; Mas su enojo contra el que lo avergüenza.

Capítulo 15     

1
La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor.
2
La lengua de los sabios adornará la sabiduría; Mas la boca de los necios hablará sandeces.
3
Los ojos de Jehová están en todo lugar, Mirando a los malos y a los buenos.
4
La lengua apacible es árbol de vida; Mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu.
5
El necio menosprecia el consejo de su padre; Mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente.
6
En la casa del justo hay gran provisión; Pero turbación en las ganancias del impío.
7
La boca de los sabios esparce sabiduría; No así el corazón de los necios.
8
El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová; Mas la oración de los rectos es su gozo.
9
Abominación es a Jehová el camino del impío; Mas él ama al que sigue justicia.
10
La reconvención es molesta al que deja el camino; Y el que aborrece la corrección morirá.
11
El Seol y el Abadón están delante de Jehová; ¡Cuánto más los corazones de los hombres!
12
El escarnecedor no ama al que le reprende, Ni se junta con los sabios.
13
El corazón alegre hermosea el rostro; Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.
14
El corazón entendido busca la sabiduría; Mas la boca de los necios se alimenta de necedades.
15
Todos los días del afligido son difíciles; Mas el de corazón contento tiene un banquete continuo.
16
Mejor es lo poco con el temor de Jehová, Que el gran tesoro donde hay turbación.
17
Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, Que de buey engordado donde hay odio.
18
El hombre iracundo promueve contiendas; Mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla.
19
El camino del perezoso es como seto de espinos; Mas la vereda de los rectos, como una calzada.
20
El hijo sabio alegra al padre; Mas el hombre necio menosprecia a su madre.
21
La necedad es alegría al falto de entendimiento; Mas el hombre entendido endereza sus pasos.
22
Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; Mas en la multitud de consejeros se afirman.
23
El hombre se alegra con la respuesta de su boca; Y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!
24
El camino de la vida es hacia arriba al entendido, Para apartarse del Seol abajo.
25
Jehová asolará la casa de los soberbios; Pero afirmará la heredad de la viuda.
26
Abominación son a Jehová los pensamientos del malo; Mas las expresiones de los limpios son limpias.
27
Alborota su casa el codicioso; Mas el que aborrece el soborno vivirá.
28
El corazón del justo piensa para responder; Mas la boca de los impíos derrama malas cosas.
29
Jehová está lejos de los impíos; Pero él oye la oración de los justos.
30
La luz de los ojos alegra el corazón, Y la buena nueva conforta los huesos.
31
El oído que escucha las amonestaciones de la vida, Entre los sabios morará.
32
El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; Mas el que escucha la corrección tiene entendimiento.
33
El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; Y a la honra precede la humildad.

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