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EL TRATADO DE VERDÚN
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  Los pueblos nórdicos habían dirigido sus ataques también hacia el este. Allí la inestabilidad que crearon fue mucho mayor, pues se encontraron con pueblos con una organización política más rudimentaria. Entre los principales afectados estaban los jázaros. Después de haber mantenido sólidas relaciones con el Imperio Bizantino durante mucho tiempo, algunos de sus caudillos se convirtieron al islam, e incluso hubo uno que convirtió a sus hombres al judaísmo. Esto hizo que perdieran el apoyo del Imperio y las incursiones nórdicas terminaron por debilitarlos hasta el punto de que algunos pueblos tributarios se les rebelaron. Entre estos estaba un pueblo que se llamaba a sí mismo on-ogurs, que, al parecer, significa "diez flechas". Sus vecinos los llamaron ugrianos y su nombre ha llegado hasta nosotros como Húngaros. Por esta época los húngaros recibían el empuje de una feroz tribu turca, los Pechenegos, que terminó lanzándolos hacia el oeste buscando un lugar tranquilo donde asentarse. Los húngaros no eran eslavos ni tampoco turcos. Su lengua estaba emparentada con la de los fineses y los lapones, así como con otras lenguas asiáticas. Los jázaros apenas pudieron resistir a vikingos, húngaros y pechenegos.

En occidente, los vikingos habían atacado únicamente las costas de los pictos, los escotos y los irlandeses. Sólo accidentalmente habían desembarcado alguna vez en Northumbria, lo justo para darse cuenta de que más al norte era más sencillo, pero, ante el éxito de sus incursiones, debieron de pensar que a lo mejor merecía la pena atacar más al sur, donde quizá les aguardaban presas más suculentas. En 835 llegaron a una pequeña isla en la desembocadura del Támesis y reunieron un buen botín sin encontrar prácticamente resistencia. En 836 desembarcaron más al oeste, en la desembocadura de un río en la costa de Wessex. Esta vez les esperaba un ejército sajón, pero los soldados de Egberto huyeron nada más ver a esos feroces guerreros que gritaban y luchaban como enajenados. Egberto convocó una reunión en Londres para tratar el problema y preparar medidas defensivas.

El Califa al-Mutasim no estaba muy interesado en el transcurso de las eternas refriegas contra los bizantinos, pero cuando se enteró de que el emperador Teófilo había saqueado y destruido su ciudad natal, las cosas cambiaron y empezó a preparar una gran contraofensiva. Su objetivo era, naturalmente, destruir la ciudad natal de Teófilo, que era Amorium, en Asia Menor (esto no es seguro pero, al menos, así lo creyó el Califa).

En 837 los vikingos desembarcaron en Cornualles, todavía más al oeste (evidentemente estaban explorando). Para su sorpresa, se encontraron con que la población galesa no sólo no opuso resistencia, sino que se ofreció a unirse a ellos para atacar a Wessex. Así lo hicieron, y esta vez el propio Egberto estaba al frente de sus hombres. Los vikingos fueron derrotados y tuvieron que embarcar precipitadamente. Egberto había demostrado que los nórdicos eran humanos y podían ser vencidos. Mientras tanto, los piratas sarracenos saqueaban Nápoles.

En 838 los vikingos se instalaron en la costa central oriental de Irlanda. Ese mismo año murió Pipino, uno de los hijos de Ludovico Pío, y ello permitió al emperador resolver definitivamente el conflicto que tenía con sus hijos en lo tocante a la sucesión. Les propuso volver al acuerdo original de 817, salvo que Carlos se quedaría con Aquitania, la parte que allí se había dispuesto para Pipino. Lotario y Luis aceptaron la propuesta, pero quien no la aceptó fue el hijo de Pipino, que se llamaba también Pipino. Los aquitanos tampoco lo aceptaron, pues inmediatamente proclamaron rey al joven Pipino (que entonces tenía unos quince años, aproximadamente la misma edad que Carlos).

También murio Aznar Galindo I, el conde de Cerdaña-Urgel, tras lo cual Ludovico Pío encomendó dichos condados a Sunifredo, hijo del conde de Carcasona y hermano de Suñer I, el actual conde de Ampurias y Rosellón. Abd al-Rahmán II logró finalmente apaciguar la ciudad de Toledo.

Mientras tanto, los ejércitos del Califa al-Mutasim lograron su objetivo y tomaron Amorium. Las crónicas bizantinas dicen que murieron treinta mil habitantes y que no quedó ningún edificio en pie. Con esto el Califa se dio por satisfecho, y no tuvo inconveniente en pactar una tregua con Teófilo. El emperador aprovechó esta tregua para instalar mercenarios turcos en El Ponto, con los que reforzar las defensas contra los musulmanes.

En 839 murió el rey Egberto de Wessex y fue sucedido por su hijo Ethelwulf. Los vikingos fundaron la ciudad de Dublín, en Leinster, en Irlanda, a la que convirtieron en capital de un reino. Pronto formaron otro con capital en la ciudad celta de Limerick. Aunque sólo se asentaron en las costas, el terror vikingo se hizo sentir también en el interior de Irlanda, que dejó de ser una de las reservas culturales de occidente para sumirse en la barbarie. El cristianismo celta desapareció completamente de la isla, y sólo sobrevivió minoritariamente entre los escotos y los pictos. Los reinos del Ulster fueron los que mejor resistieron a los vikingos.

Por su parte, los sarracenos atacaron Ancona, al norte de la costa adriática, que era territorio carolingio. En 840 desalojaron a los bizantinos de Bari y Tarento, y también establecieron bases en la desembocadura del Ródano.

Ese año murió el emperador chino Wenzong, y fue sucedido por Wuzong. La corte no lograba imponer la legalidad en el país y la mayoría de la población simpatizaba con el budismo. Muchos sectores de la corte creían que era necesario fomentar sentimientos nacionalistas en el pueblo para levantar el país, y consideraban que para ello era necesario erradicar los cultos extranjeros y las creencias populares. Estas ideas no eran nuevas en la historia de China, sino que ya hacía mucho tiempo que las distintas creencias eran favorecidas o perseguidas según las clases dominantes y las clases que protegían a cada doctrina. No obstante, ahora la animadversión contra todo lo extranjero parecía tener más virulencia que en épocas anteriores.

En la India murió el rey Prathiara Rambhadra, y fue sucedido por Mihirbhoj, quien poco pudo hacer para recuperar el poder perdido frente a Bengala durante el reinado de su antecesor.

También murió el emperador Ludovico Pío. Según lo convenido, Lotario se convirtió en el nuevo emperador, y exigió que sus hermanos Luis y Carlos le rindieran vasallaje, pero éstos no estaban dispuestos a hacerlo. Ocuparon sus territorios de Baviera y Aquitania y se dispusieron a luchar contra Lotario. El 25 de junio de 841 lograron unir sus ejércitos en Fontenoy, a unos cien kilómetros al sudeste de París. Lotario fue derrotado y tuvo que huir. Pronto fue acorralado y su única esperanza era fomentar la disensión entre sus dos hermanos (era fácil, pues Carlos seguía siendo el hermanastro advenedizo). Sin embargo, ambos reyes supieron reaccionar y en 842 se reunieron en Estrasburgo para consolidar su alianza. Se redactó un juramento que suscribirían tanto ellos como sus hombres, pero dicho juramento tuvo que redactarse en dos lenguas: en alemán antiguo para que lo entendieran los hombres de Luis y en francés antiguo para que lo entendieran los hombres de Carlos. El texto es el siguiente:

Pro Deo amur et pro christian poblo et nostro commun salvament

In Godes minna ind in thes christianes folches ind unser bedhero gealtnissi

(Por amor a Dios y por el pueblo cristiano y por nuestra común salvación)

El juramento de Estrasburgo es el documento más antiguo que se conserva en ambas lenguas. Es la primera constatación histórica de que los francos del este no se entendían con los francos del oeste, y probablemente éste era el principal obstáculo para que el Imperio Franco pudiera permanecer unido mucho tiempo.

Ese mismo año murió el duque de Spoleto, Lamberto, que no era de origen lombardo, sino franco. Fue sucedido por su hijo Guido, quien implantó sólidamente su dinastía en la Italia Central. También murió el Califa al-Mutasim. Fue sucedido por su hijo Wateq, que siguió la misma "política" de gozar del lujo en Samarra y delegar las labores del gobierno en sus ministros.

El emperador chino Wuzong decretó medidas contra los cultos extranjeros: el budismo, el maniqueísmo, el cristianismo nestoriano, etc. Se ordenó una limitación sobre las propiedades que podían tener los monasterios, muchas de las cuales fueron confiscadas. En cambio, en el Tíbet, el rey gLang-dar-ma trató de frenar la difusión del budismo, pero fue asesinado por un monje. Durante los dos siglos siguientes, el Imperio Tibetano se descompuso agitado por luchas entre el budismo y el bon. El gobierno pasaba de manos de ministros a las de dirigentes religiosos de una y otra facción.

El emperador bizantino Teófilo murió dejando como sucesor a un niño de cuatro años, que se convirtió en Miguel III. Actuó como regente su madre, Teodora. Los musulmanes avanzaban en Sicilia mientras los ejércitos bizantinos retrocedían lentamente.

El rey asturiano Alfonso II el Casto murió sin descendencia (como su nombre indica), así que los nobles proclamaron rey a su primo Ramiro I (conde de Galicia, hijo de Vermudo I el Diácono). Éste se encontraba fuera de la corte a punto de contraer matrimonio. Cuando regresó se encontró con que el noble Nepociano se había proclamado rey. Reclutó un ejército en Galicia y con él se enfrentó al usurpador, lo capturó, lo dejó ciego y lo encerró en un monasterio.

Los gobernadores moros de Tudela y Zaragoza saquearon Pamplona, así como los dominios del muladí Musá ibn Musá. Parece ser que respecto a éste último hubo un malentendido y que el Emir Abd al-Rahmán II lo resarció de algún modo, pues ese mismo año Musá ibn Musá dirigió la vanguardia del ejército de Abd al-Rahmán en Álava y también contra el conde Sunifredo, a manos del cual sufrió una derrota. Sin embargo, al año siguiente, en 843, Musá ibn Musá unió su ejército al de Íñigo Arista contra Abd al-Rahmán (tal vez Musá ibn Musá sufrió alguna clase de traición en las campañas del año anterior o bien antepuso la llamada de su suegro a su lealtad al Emir). El ejército de Abd al-Rahmán fue derrotado, aunque Íñigo Arista quedó paralítico. Nuevamente, Abd al Rahmán prefirió aclarar amistosamente el conflicto con Musá ibn Musá. Le otorgó su perdón y reconoció la independencia del Reino de Navarra a cambio de un tributo anual. Debido a su parálisis, Íñigo Arista asoció al gobierno a su hijo García Íñiguez.

Ese mismo año murió el conde de Aragón García el Malo. Se cuenta que Galindo, a cuyo hermano había matado García y a cuyo padre, Aznar Galindo, había usurpado el condado de Aragón, recabó apoyo de los francos, tomó Jaca y arrojó a García el Malo por un barranco. Fuera como fuera, el caso es que Galindo se convirtió en el nuevo conde de Aragón, con el nombre de Galindo I Aznárez.

La Emperatriz Teodora vio peligrar su posición de regente y para consolidarla buscó el apoyo de los iconodulos. Convocó un concilio que restableció el culto a las imágenes. Sin embargo, al contrario que Irene, no tomó medidas drásticas contra los iconoclastas, sino que paulatinamente logró atraerlos sin forzarlos. En poco tiempo erradicó la iconoclastia para siempre.

Lotario se vio obligado a ceder y aceptar las exigencias de Luis y Carlos. Representantes de los tres hermanos se reunieron en la ciudad de Verdún y firmaron el primer gran acuerdo de la Europa moderna, conocido precisamente como el tratado de Verdún. En él se estableció que Luis no gobernaría únicamente sobre Baviera, sino sobre todos los territorios comprendidos entre el Rin y el Elba. Esto es aproximadamente el territorio que actualmente ocupan Alemania y Austria, y recibió el nombre de Francia Oriental. Por su parte, Carlos obtenía Neustria además de Aquitania (Francia Occidental). A Lotario le quedaba una franja de tierra que iba desde el mar del Norte hasta la Italia Central pasando por Borgoña. Era un territorio heterogéneo que casi no tenía ni nombre, pero por llamarlo de alguna manera podemos llamarlo Reino Medio. Además Lotario conservaba, por supuesto, el título imperial. Ahora Luis y Carlos no tuvieron inconveniente en jurar vasallaje a Lotario, pues sabian que, con semejante reparto ese vasallaje no significaba nada en la práctica. Por otra parte, Pipino había apoyado a Lotario y ahora se vio abandonado, pero siguió luchando por su cuenta contra Carlos por el dominio de Aquitania. Le apoyaba Bernardo, el duque de Septimania. Puesto que el reino de Luis comprendía esencialmente los territorios de habla germana, Luis fue conocido como Luis el Germánico.

Tras haber sido rechazados de Wessex, los vikingos decidieron probar otras rutas y cayeron sobre las costas de la Europa continental. Sitiaban y saqueaban ciudades y se apoderaban de los tesoros de los monasterios. Poco después del tratado de Verdún se presentaron en la desembocadura del Loira. Desde allí recorrieron la costa atlántica y saquearon Lisboa y Sevilla. Abd al-Rahmán II se apresuró a llegar a Sevilla donde logró derrotar a los nórdicos. Algunos fueron hechos prisioneros y con el tiempo se integraron con los nativos. Una de sus dedicaciones más celebradas fue la fabricación de quesos.

Abd al-Rahmán II ordenó la construcción de fortalezas en las desembocaduras de los ríos para prevenir futuros ataques vikingos. Estas fortalezas se llamaban Ribat. Algunos ejemplos de ellas son La Rábida, en el río Tinto, de Huelva, la Rábita en Granada, San Carlos de la Rápita en Tarragona, etc. Los musulmanes acudían a estos Ribat para hacer turnos de retiro espiritual, a la vez que vigilaban y se adiestraban militarmente. El Emir también dispuso la construcción de Atarazanas (astilleros), para construir naves con las que enfrentarse a los vikingos y asegurar las comunicaciones marítimas entre las costas de Al-Ándalus.

En 844 Carlos asedió Tolosa, capturó a Bernardo y ordenó decapitarlo. Los condados de Narbona, Barcelona y Gerona pasaron al conde Sunifredo, al que Carlos nombró marqués de Gotia. (Gotia era otro nombre que los francos daban a Septimania, que recordaba que antaño había sido parte del reino godo.)

Ese año murió el Papa Gregorio IV y fue sucedido por Sergio II, quien consideró que Lotario no era precisamente Carlomagno, por lo que no era necesario pedir su autorización para ser consagrado. Sin embargo, los ejércitos de Luis, el primogénito de Lotario, se acercaron a Roma y Sergio II tuvo que prestar un juramento de fidelidad al emperador para que éste ratificara su elección. Además Luis acabó siendo nombrado Rey de Italia y Sergio II ofició la ceremonia.

El rey Ramiro I derrotó a los vikingos en las costas gallegas. Pero quienes llevaban más tiempo sufriendo a los vikingos eran los pictos y los escotos. Finalmente optaron por formar un frente común, y un caudillo escoto llamado Kenneth mac Alpin se convirtió en Kenneth I, el primer rey de Escocia. Puesto que era escoto, para ganarse a los pictos celebró su coronación en Scone, un importante núcleo de población picto. Aprovechando que los pictos hacía tiempo que habían abrazado el cristianismo, llevó consigo una piedra que había servido de almohada a Jacob cuando soñó con los ángeles que subían y bajaban del cielo. Kenneth I fue coronado sentado en dicha piedra, que pasó a llamarse Piedra de Scone, y la tradición fijó que en ella fueran coronados los sucesivos reyes de Escocia. El territorio del reino era mucho menor que el de la Escocia actual, pues parte de lo que ahora es Escocia estaba ocupado por Northumbria y la parte norte estaba bajo el dominio de los vikingos.

En 845 Pipino se avino finalmente a rendir vasallaje al rey Carlos, el cual le permitió conservar el título de rey de Aquitania, si bien nombró duque de Aquitania al conde Ranulfo de Poitiers. Una flota vikinga remontó el Elba y llegó hasta Hamburgo. La ciudad fue destruida, y sus habitantes se dividieron entre los que huyeron y los que murieron. El arzobispo Anscario tuvo que trasladar su sede a Bremen. Otra flota remontó el Sena y llegó hasta París. La población Europea estaba aterrorizada y prácticamente inerme. Su principal estrategia defensiva fue incluir en la letanía la plegaria"De la furia de los nórdicos, líbranos, buen Señor", que, claro, muy efectiva no era. Mientras tanto, un conde llamado Nominoë derrotó a Carlos y se erigió en rey de Bretaña. Los bretones recobraron así la independencia que habían perdido con Carlomagno.

Ese año fue nombrado obispo de Reims un monje llamado Hincmaro. Fue uno de los principales teólogos de la época. Escribió voluminosos tratados sobre diversas cuestiones doctrinales.

El emperador chino Wuzong proclamó un edicto por el cual todas las propiedades de los monasterios, incluidos los esclavos, eran transferidas al estado y que prohibía que cualquier persona de menos de cuarenta años pudiera hacerse o seguir siendo monje. Pocos meses después publicaba estos datos:

  • 4.600 monasterios cerrados,
  • 260.500 monjes secularizados,
  • 40.000 capillas y ermitas destruidas,
  • unos 67.000.000 de hectáreas de tierras fértiles requisadas,
  • 150.000 nuevos esclavos inscritos en el registro oficial.
Sin embargo, Wuzong murió en 846 antes de cumplir los treinta y dos años. Fue sucedido por Xuangzong, que era adepto al budismo y cambió completamente la política al respecto.

Por esta época los pueblos eslavos estaban empezando a organizarse políticamente. Un caudillo eslavo llamado Mojmir fundó un pequeño reino al este del Imperio Franco. Fue conocido como Moravia. Mojmir murió ese mismo año y fue sucedido por Rotislav.

Los irlandeses empezaban a rechazar a los invasores nórdicos. Uno de sus caudillos había conseguido una victoria dos años antes y ahora era elegido Aird Righ (alto rey). Se llamaba Maelsechlainn I. En 847 saqueó Dublín, la capital vikinga.

Los sarracenos habían devastado la campiña romana durante más de un año. El Papa Sergio II había iniciado grandes construcciones con una financiación dudosa, por lo que sus súbditos dedujeron que los piratas moros eran un castigo enviado del cielo. Finalmente, Sergio murió y fue sucedido por un monje benedictino llamado León IV. Ese mismo año los sarracenos saquearon la iglesia de San Pedro. Para entonces ya dominaban casi la totalidad de la isla de Sicilia, en la que el Imperio Bizantino sólo mantenía pequeños reductos. Por otra parte, la larga y desigual lucha entre Bizancio y los eslavos había hecho que algunos grupos de bárbaros se hubieran asentado en los territorios del Imperio, de modo que a Constantinopla le había resultado más conveniente pactar con ellos, y usarlos como aliados contra los demás eslavos, que tratar de expulsarlos. Por esta época Teodora logró convertir al cristianismo a los eslavos que habitaban en el Peloponeso.

Mientras tanto se convertía en Califa al-Mutawakkil, el nieto de al-Mutasim. Trató de trasladar la capital de nuevo a Damasco, pero la idea fue impopular y pronto desistió. Como sus antecesores, terminó olvidándose de todo en Samarra.

En 848 el rey Carlos se hizo coronar en Orleans. Ese mismo año se le rebeló Guillermo, el hijo del duque de Septimania, Bernardo, al que Carlos había hecho decapitar cuatro años antes. Al parecer, como consecuencia de la revuelta murieron el conde Suñer de Ampurias y Rosellón y su hermano Sunifredo, conde de Pallars, Ribagorza, Cerdaña, Urgel, Barcelona, Gerona, Narbona y marqués de Gotia. Los condados de Pallars y Ribagorza pasaron a depender del conde de Tolosa, los de Urgel y Cerdaña pasaron a un tal Salomón, tal vez pariente de Sunifredo, y con los restantes no se sabe muy bien qué sucedió en los años siguientes. Al parecer pasaron por diversos gobernantes, algunos de los cuales se rebelaron contra el rey franco. En 849 Carlos nombró conde de Tolosa a Fredelón.

Hincmaro hizo detener y azotar al monje Godescalco porque sus teorías sobre la predestinación no eran ortodoxas.

En 850 el Papa León IV consideró prudente asegurar unas buenas relaciones con Luis, el hijo de Lotario al que su antecesor, Sergio II, había ungido como rey de Italia. Por ello, de acuerdo con Lotario, que tenía previsto dejarle en herencia el título imperial, León IV coronó a Luis como emperador, el cual se convirtió así en Luis II. (Ludovico Pío había sido Luis I). Ante los continuos ataques de los eslavos, Luis el Germánico convirtió en ducado a Sajonia. El primer duque fue Liudolfo.

Mientras tanto los vikingos se asentaron en Frisia, en pleno territorio de Lotario.

Ese año murió el rey Ramiro I de Asturias. En algún lugar había logrado encontrar un arquitecto (tal vez un peregrino de oriente) que le construyó un palacio y dos iglesias. Fue sucedido por su hijo Ordoño I.

Varias tribus eslavas, mayoritariamente Silingos, Polanos y Vislanos, se unieron para formar un nuevo estado. Los polanos lograron finalmente la hegemonía y el estado fue conocido como Polonia. Los polacos establecieron un intenso comercio con occidente, especialmente de pieles y esclavos.

Tras la muerte del rey Jayavarman II, el reino de Chen-la pasó a su sobrino Indravarman I.

México empezó a sufrir las acometidas de pueblos procedentes del norte. Pertenecían a un grupo de tribus de cazadores nómadas que hablaban una lengua diferente de las de los pueblos civilizados de la zona. Se les conoce como Nahuas, y su lengua lengua era el náhualtl. Los primeros nahuas en imponerse fueron los Toltecas, que establecieron su capital en Tollan Xicocotitlán. La cultura tolteca muestra rasgos heredados de la de Teotihuacán.

Por esta época aparece al sur de los toltecas un nuevo pueblo que se llamaba a sí mismo Olmeca, si bien no parece tener ninguna relación con los antiguos olmecas, pues éstos (llamados olmecas arqueológicos) se extinguieron hacia el 300 d.C. A los nuevos olmecas se les llama olmecas históricos.

Ludovico Pío
Índice Los nietos de Carlomagno

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