CONTENIDOS

EL ORIGEN DE LA VIDA

Tierra [vulcànica] y plantaLa vida apareció en la Tierra hace entre 3.800 y 3.600 millones de años. ¿Cómo lo sabemos? Hace 3.900 millones de años, el planeta tenía agua: pues se han encontrado guijarros(piedrillas) pulidas por el agua; por otra parte, disponemos de rocas, de 3.500 millones de años, llenas de bacterias.

Cuando la Tierra se formó, la vida no era posible. Con el enfriamiento del planeta, el agua se presentó en estado líquido. Las moléculas originales de la atmósfera primitiva, por la acción de los rayos ultravioletas solares, de los rayos eléctricos y de otras formas de energía, se rompían provocando fragmentos moleculares activos; de la combinación de éstos, saldrán moléculas nuevas más complejas que las originales. Las moléculas constituidas de carbono, hidrógeno y nitrógeno serían especialmente importantes. Hace 4.000 millones de años, no existían seres vivos, pero sí un gran número de moléculas orgánicas.

Las moléculas orgánicas, formadas a la atmósfera, fueron arrastradas por las lluvias constituyendo la sopa o caldo primitivo a partir del que, gradualmente, se organizará la vida. Probablemente en lagunas y marismas, donde se hallaban atrapadas, estas moléculas se asociaron unas a las otras formando largas cadenas. Algunas cadenas, cerrándose en ellas mismas con membranas, se transformarán en glóbulos previvientes. De la evolución lenta de estos glóbulos o gotas, una verdadera lucha por la vida antes de la vida, nacerá la vida y sus diversas formas.

Algunos glóbulos, adquiriendo una ventaja evolutiva, llegaran a ser capaces de reproducir su propia constitución merced a una cadena de cuatro moléculas, el ácido ARN. Entonces, cuando un glóbulo o gota se fragmenta, la nueva tiene un ARN parecido a la primera. Las dos funciones iniciales de este ácido (código informativo y principio activo) se diferenciarán dando paso a un código genético en forma de ADN y a las proteínas como principio activo.

Otro paso fundamental en el avance de la vida será una doble invención: la fotosíntesis y la respiración. De una molécula antepasado común emergerá el mundo de la clorofila, base de la fotosíntesis, y el mundo de la hemoglobina, base de la respiración. Las bacterias más antiguas encontradas, hace unos 3.500 millones de años, son testimonio de esta primitiva diferenciación: son bacterias de fotosíntesis.

Llegará un momento en el que estos glóbulos o gotas se llamaran células; primero, sin núcleo diferenciado, las procariotas; después, con núcleo diferenciado, las eucariotas.

Una conquista altamente beneficiosa para la marcha de la evolución será el paso de la reproducción asexual a la sexual, un paso que mejorará tanto el intercambio de información genética como las posibilidades de adaptación al medio.

Y llegará un momento, después de millones de años, en el que las células, después de haberse agrupado formando colonias de organismos unicelulares, evolucionarán hacia organismos multicelulares. La tendencia a formar sociedades ha estado presente al principio de la vida. En estos organismos multicelulares comenzará la diferenciación celular. Unas células se especializarán en la locomoción; otras, en la digestión; otras, en el almacenamiento de energía.

Diferenciación celular y reproducción sexual acelerarán la gran aventura de la evolución biológica: invertebrados, peces, anfibios, reptiles, mamíferos, pájaros, primates. Miles de especies aparecerán. Charles Darwin será el gran cronista de los mecanismos de esta evolución.

POR OTRO LADO

Redi demostró que si las moscas no podían entrar al frasco, no salían larvas en la carne Hasta el momento actual la ciencia no ha sido capaz de dar una explicación sobre lo que es la vida, aparte de estudiar sus características y sus manifestaciones. Además de explicar lo que es la vida, ha habido otro problema que ha preocupado al hombre desde siempre, y es el origen de la vida, ¿de dónde viene?, ¿cómo se ha formado?. Para explicar esto han existido dos grandes corrientes de pensamiento, la generación espontánea, idea que perduró hasta finales del siglo XIX, cuando L. Pasteur la rebatió, y, modernamente, la teoría del origen químico de la vida y la teoría del origen extraterrestre.

La generación espontánea


Los primeros que se ocuparon de este tema fueron los pensadores de la antigua Grecia, entre los que destaca Aristóteles, que sostenía la idea de la GENERACIÓN ESPONTÁNEA, según la cual los seres vivos provenían directamente del barro, del estiércol y de otras materias inertes sin sufrir ningún tipo de proceso previo, simplemente aparecían. Aunque esta idea pueda parecer muy infantil se mantuvo durante muchos siglos hasta el final de la Edad Media, época en la que se alternaba la creencia en la generación espontánea con la idea del origen divino de la vida, llegándose incluso a tachar de herejes a aquellos que intentaban estudiar la cuestión. Así podemos destacar los trabajos de algunos pensadores que apoyaban la generación espontánea, como Van Helmont (1577-1644), que realizó muchos experimentos sobre aspectos tales como el origen de los seres vivos, la alimentación de las plantas, etc.

Fue a finales del s. XVII cuando comenzó a cuestionarse la idea de la generación espontánea, especialmente a partir de los trabajos de Francesco Redi (1626-1698), que ideó un experimento sencillo y concluyente que consistió en meter trozos de carne en frascos cerrados, y otros en frascos abiertos, viendo que la carne de los frascos cerrados no desarrollaba gusanos (ver dibujo).


Con este experimento Redi demostró que los gusanos no aparecían por generación espontánea, y que su presencia estaba relacionada con la posibilidad que tenían las moscas de llegar a la carne y los pescados.


La fabricación del primer microscopio por Anton van Leeuwenhoek (1632-1723) permitió descubrir los "animáculos" o seres microscópicos, que fueron al final los que ayudaron a rechazar la idea de la generación espontánea, gracias a los experimentos de Louis Pasteur (1822-1895), quien, entre otras cosas, demostró, por un lado, que los microorganismos se encontraban por todas partes y provocaban la descomposición de los alimentos y muchas enfermedades humanas, y por otro lado demostró que la generación espontánea no existía; para ello realizó el siguiente experimento:


Pasteur preparó una serie de matraces para que ningún tipo de ser vivo pudiera entrar en su interior "...Yo pongo en un frasco de vidrio uno de los siguientes líquidos, todos ellos muy alterables en contacto con el aire ordinario: agua de levadura de cerveza a la que se ha añadido azúcar, orina, jugo de remolacha, agua de pimiento. A continuación doblo el cuello del frasco, de forma que quede curvado en varias partes. Luego pongo a hervir el líquido durante varios minutos hasta que empieza a salir vapor por el extremo abierto; luego dejo enfriar el líquido. He de señalar que aún a pesar de sorprender a todos los que se ocupan de los delicados experimentos relacionados con la llamada generación espontánea, el líquido del frasco permanece inalterado definitivamente..."


A modo de curiosidad se conservan en el Instituto Pasteur de Paris algunos de los frascos que utilizó en su experimento, que todavía permanecen inalterados más de 100 años después.

Actividad 1