Existe una característica notable entre los seres 
										vivos, que es el parecido externo e interno. Esta característica común, 
										que se manifiesta entre muchos de ellos, es tanto mayor cuanto más 
										próximo es su parentesco. En este sentido, los individuos de una misma 
										especie se parecen entre sí y las crías se asemejan a sus padres. La razón está en que, tanto unos como otros, comparten una serie de 
										caracteres morfológicos, fisiológicos, de comportamiento, etc., a los 
										que llamamos CARACTERES HEREDITARIOS, que se transmiten de padres a hijos.
                                        
											La forma en que estos caracteres hereditarios se transmiten de padres 
										a hijos constituye uno de los aspectos más relevantes de los seres vivos. 
										Su estudio ha sido y es uno de los campos de la investigación biológica 
										que mayores frutos ha dado y que más perspectivas de futuro ofrece.
										
	En realidad, no son los caracteres, propiamente dichos, lo que los 
										hijos reciben de los padres a través de la reproducción, sino la 
										información necesaria para desarrollar esos caracteres, es decir, lo 
										que hoy llamamos INFORMACIÓN GENÉTICA. La herencia de los caracteres, 
										o de la información para desarrollarlos, se da de acuerdo a unas leyes 
										universales y comunes para todos los seres vivos, que constituyen una de 
										sus principales características. Estas leyes fueron formuladas, en esencia,  
										por Gregor Mendel en el siglo XIX. 
										
Su redescubrimiento dio paso a una 
										nueva ciencia biológica, la GENÉTICA, encargada del estudio de todo lo 
										que tiene que ver con la información genética, su almacenamiento, 
										transmisión y expresión para desarrollar los caracteres.
										
	Más tarde se descubrió que la información genética  
										se encontraba en una biomolécula especial, el  
										ácido desoxirribonucleico, llamado 
										también ADN o DNA. 
										
Esta molécula es, también, universal para todos los seres vivos y posee una composición 
										y estructura de gran complejidad. Dentro del DNA la información se 
										halla formando unas unidades denominadas GENES. Hoy día se ha conseguido 
										aislar, secuenciar, duplicar y manipular estas unidades, lo que constituye 
										la base de la INGENIERÍA GENÉTICA.