Los genes se encuentran en los cromosomas. Los cromosomas pueden ser definidos 
										como un conjunto de genes unidos o GENES LIGADOS, que son aquellos que se heredan 
										juntos (si no se da recombinación genética).
										
En esencia, un gen es una secuencia de nucleótidos que codifica para una proteína 
										determinada, según la hipótesis UN GEN = UNA ENZIMA.
									 	
Lo que heredamos de nuestros padres son, en realidad, sus genes.
										
Para que los genes se puedan transmitir de padres a hijos, deben poder copiarse 
										antes de la reproducción, de manera que los padres mantienen su información a la 
										vez que se la pasan a sus hijos a través de los gametos, durante la reproducción sexual.
										
Los procesos de formación de gametos (gametogénesis) y de unión de gametos de 
										individuos diferentes en la reproducción (fecundación) se convierten así en procesos 
										fundamentales para el mantenimiento de la especie. Estos procesos son posibles gracias 
										a la información de los genes, y son necesarios para aumentar la variabilidad de las poblaciones, mediante la recombinación genética 
										y el propio proceso aleatorio de fecundación, variabilidad que, junto con las mutaciones, constituirá la base de 
										la evolución.
										
Cuando los genes se expresan, se desarrollan los caracteres, es decir, el 
										fenotipo de un individuo.
										
La transmisión y expresión de los genes se lleva a cabo mediante tres procesos 
										que constituyen el "Dogma central de la Genética Molecular", que son: